Fue un discurso supremacista que duró más de 90 minutos, donde todo lo que ha hecho en estos días se transformó en “lo más grande que ha pasado en la historia”. Él es el más grande en la historia, de hecho, según su discurso. Porque Trump se comparó con George Washington, el primer Presidente de los Estados Unidos (1789 y 1797)? y héroe de la Guerra de Independencia y, por lo tanto, padre de la nación.
El mandatario citó una lista de líderes exitosos a lo largo de la historia del país, en la que Washington queda relegado a un segundo lugar. “No sé quién la hizo, pero la aceptamos”, declaró. En esa lista, por supuesto, está en primer lugar.
Trump calificó a su predecesor Joe Biden como “el peor Presidente de la historia estadounidense” y lamentó que sus oponentes políticos no lo aplaudieran. El discurso se centró en gran medida en la reconstrucción de la capacidad económica de Estados Unidos, así como en la seguridad fronteriza, y el Presidente rindió homenaje a sus invitados que habían “perdido a seres queridos por delitos cometidos a manos de inmigrantes ilegales”.
Trump llamó “salvajes” a los pandilleros venezolanos y dedicó un periodo extenso de su discurso a las familias de las mujeres cuyas muertes se han atribuido a los migrantes. Llamó a México “el territorio inmediatamente al sur de nuestra frontera”, describiendo a ese país como una región “ahora dominada por completo por cárteles criminales que asesinan, violan, torturan y ejercen un control total”.
Esos cárteles, dijo, “están librando una guerra contra Estados Unidos y es hora de que Estados Unidos les libre una guerra, lo que estamos haciendo”. El señor Trump amenazó con devastar económicamente a sus aliados, y criticó nuevamente a Canadá y México por permitir el ingreso de fentanilo a Estados Unidos. Canadá también anunció aranceles de represalia sobre productos estadounidenses.
Y gran parte de su discurso fueron indirectas a China. Pero China no está cruzado de brazos. Pekín celebró en una cumbre política, los datos económicos que alcanzaron un crecimiento del cinco por ciento en 2024, con precios y empleo estables, y con auge en la capacidad innovadora y la mejora del entorno ecológico. Al tiempo, se prevé mantener el crecimiento del cinco por ciento para el 2025, destacando la inversión en inteligencia artificial y energía verde.
“Estamos preparados para defender la nación y superar a formidables adversarios”, sostuvo la élite gobernante china ayer, mientras Trump hablaba. También advirtió que si Washington “persiste en elevar una guerra arancelaria, una guerra comercial, o cualquier otro tipo de guerra, la parte china lo combatirá hasta el final”. “China está muy descontenta con esto y se opone firmemente, y tomará contramedidas para salvaguardar con firmeza sus propios derechos e intereses”, afirmó un portavoz chino poco antes de que se anunciara una respuesta uno a uno a los aranceles de Trump.
“La intimidación no nos asusta”, expresó el vocero de la oficina de Exteriores de China, Li Jiang. “Presionar, coaccionar o amenazar no es la forma correcta de tratar con China. Cualquiera que utilice la máxima presión sobre China está eligiendo al tipo equivocado y calculando mal”.