El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció el 12 de junio de 2025 que sus políticas migratorias “muy agresivas” han provocado escasez de trabajadores en los sectores agrícola y hotelero, afectando producción y servicio en plena temporada de verano.
Trump señaló que “grandes agricultores y la gente del sector hotelero y de ocio han estado declarando que nuestra política muy agresiva en materia de inmigración les está quitando trabajadores muy buenos y de larga trayectoria”, y admitió que esta situación “no es buena… Debemos proteger a nuestros agricultores, pero sacar a los criminales de EU. ¡Se avecinan cambios!”.
Al ser entrevistada para profundizar en estos ajustes, la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, indicó que seguirán las directrices presidenciales para focalizar esfuerzos en deportar “a los peores criminales extranjeros ilegales”, sin afectar al sector laboral esencial.
Trump también atribuyó la responsabilidad a la administración anterior, acusando a Joe Biden de haber permitido que “criminales […] ocuparan esos puestos de trabajo”, una situación que consideró “no es buena”.
Los informes previos indicaban que intensas redadas en granjas y comunidades agrícolas provocaron temor entre los trabajadores migrantes, quienes en muchos casos prefirieron no presentarse a laborar para evitar detenciones. Esto ha generado escasez de mano de obra y ralentizó actividades en el campo. Además, sectores como la hotelería y la construcción han comenzado a sentir el impacto económico directo de estas políticas.
Trump reiteró su intención de continuar con deportaciones masivas y un endurecimiento de la política migratoria. No obstante, en esta ocasión se mostró abierto a realizar ajustes puntuales para mitigar las consecuencias económicas negativas, sin comprometer su agenda enfocada en la seguridad y el control migratorio.
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