• La Verdad del Sureste |
  • Miércoles 31 de Diciembre de 2025

Uruapan se moviliza por justicia tras el asesinato del alcalde Carlos Manzo

Miles de ciudadanos marcharon para exigir justicia y responsabilizar a autoridades por la inseguridad que derivó en el homicidio del edil.

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Redacción


“¡Él no murió, el gobierno lo mató!”, fue una de las frases que más se repitió durante la movilización. Cientos de comercios cerraron sus puertas en señal de luto y solidaridad. “¡Él no murió, el gobierno lo mató!”, fue una de las frases que más se repitió durante la movilización. Cientos de comercios cerraron sus puertas en señal de luto y solidaridad.

A casi una semana del asesinato del alcalde Carlos Manzo, la indignación popular se desbordó en una masiva manifestación que paralizó la ciudad. 

Miles de uruapenses salieron a las calles para exigir justicia y, con cánticos airados, responsabilizaron directamente a las autoridades federales y estatales por lo que consideran un abandono que culminó en el homicidio del edil.

La protesta reflejó un enojo generalizado ante la inacción gubernamental en materia de seguridad, con consignas que hicieron eco en todo el recorrido hacia el centro de la ciudad.

"¡Él no murió, el gobierno lo mató!", coreaban con insistencia los manifestantes, haciendo una tabla rasa de responsabilidad política y acusando a la clase gobernante de haber abandonado a Manzo a su suerte. 

"Parece que vino todo el pueblo", comentó una de las asistentes, mientras cientos de negocios mantenían sus puertas cerradas en señal de luto y repudio.

Repudio directo a liderazgos nacionales y estatales

El reclamo de justicia se transformó rápidamente en un repudio explícito a los máximos líderes del país y del estado, con gritos que exigían responsabilidades y dimisiones.

  • Contra el Gobernador: El enojo se centró en el gobernador de Michoacán, Alfredo Hernández Bedolla, a quien los uruapenses exigieron su renuncia. Las consignas oscilaban entre acusaciones de ineptitud para garantizar la seguridad y una presunta complicidad por omisión en la crisis de violencia que azota la región.
  • Contra la Presidenta: La presidenta Claudia Sheinbaum también fue blanco de reproches generalizados. Los manifestantes le reclamaron haber negado la ayuda solicitada por Manzo, quien, aseguran, "casi le imploró ayuda para pacificar la región". "¡Queremos paz!", gritaban a lo largo de la marcha. El grito de "¡Fuera Morena!" se escuchó de manera contundente entre la multitud que portaba camisetas blancas y pancartas.

La voz del dolor y el "movimiento del sombrero"

“¡Miedo, solo al silencio! Miles de uruapenses exigieron justicia y acusaron a las autoridades de haber abandonado al alcalde asesinado Carlos Manzo.”

Al frente de la movilización iba la señora Raquel Ceja, abuela del alcalde asesinado, en silla de ruedas. 

La mujer de 89 años, visiblemente consternada, fue la primera oradora en la plaza central.

Con la voz temblorosa por el llanto, la abuela reivindicó la figura de su nieto como líder: "No puede ser, no lo puedo creer… yo le decía 'no tienes necesidad'. Pero él me decía que tenía que hacerlo. 

'Mátenme a mí, no les tengo miedo'". Sus palabras, cargadas de profundo dolor, resonaron en la plaza.

Muchos de los asistentes portaban sombreros, revindicando el Movimiento del Sombrero, la plataforma social de la que emergió Carlos Manzo para convertirse en alcalde y que, según las pancartas, lo llevó a la muerte.

Las cientos de pancartas que cubrían la marcha coincidían en un lema: "Miedo, solo al silencio", desafiando la violencia con una presencia masiva y pacífica.

A pesar de la magnitud de la protesta, que transcurrió en orden, se pudo observar la discreta presencia de la Guardia Nacional, reforzada por un convoy de la Guardia Civil Michoacana enviado desde Morelia para resguardar la seguridad. 

La imagen de Carlos Manzo, en fotografías y camisetas, ha crecido exponencialmente desde su asesinato, consolidándolo como un símbolo de la resistencia civil en Uruapan.