La Verdad del Sureste, no nació para acatar línea de gobiernos

Villahermosa, Tab., 27 de octubre.- “La Verdad del Sureste constituye un parteaguas en el periodismo tabasqueño, hasta antes de su nacimiento, ciudadanos y medios de información solo se atrevían a denunciar la corrupción de funcionarios y gobiernos cuando la gestión de estos habían concluido, afirma Carlos Pérez Mendoza, su director.
       En el marco del veintitrés aniversario de la publicación de la  primera edición, que se celebra cada 24 de abril, Carlos Pérez  -mejor conocido por su seudónimo de reportero gráfico “Pericles”- dice que es con La Verdad del Sureste que los tabasqueños comienzan a denunciar la corrupción de los gobernantes en turno, en su momento y en “su cara”.
       Carlos,  estudiaba la carrera de Derecho y laboraba como perito criminalista en la Procuraduría General de Justicia del Estado cuando se fraguó el proyecto del periódico de “la sociedad civil”, pero sabía de él por su hermano, Alberto Pérez Mendoza, fundador y primer director de este diario, recientemente fallecido (13 de marzo de 2013).  
        Según me platicaba mi hermano, cuenta en esta entrevista el actual director de La Verdad del Sureste, este proyecto periodístico  se fue gestando desde el Frente Democrático Nacional, con las elecciones de 1988 cuando Cuauhtémoc  Cárdenas Solórzano fue candidato a la presidencia de la República y Andrés Manuel López Obrador a la gubernatura de Tabasco.
        Entonces Andrés Manuel López Obrador perdió las elecciones frente al priísta Salvador Neme Castillo y después se funda el Partido de la Revolución Democrática. 
    Cuando Neme Castillo, asegura, empiezan a surgir críticas fuertes en contra de su administración y en Tabasco no existía ningún medio de comunicación que diera cabida a las denuncias y protestas de los ciudadanos.
    Es entonces que entre un grupo del Frente Nacional Democrático, con Andrés Manuel López Obrador al frente, se empieza a fraguar la idea de crear un medio de comunicación impreso alternativo y le deja la realización del proyecto a Alberto Pérez Mendoza.
    Alberto empieza a reunir a muchos compañeros que vienen participando en la misma lucha del Frente Nacional Democrático y que se encuentran esparcidos en todo el estado y a nivel nacional, pero por “equis o ye, la salida de La Verdad del Sureste se va retrasando, hay tres tentativas anteriores al 24 de abril, día en que finalmente sale la primera edición”, recuerda.
    CVS- ¿Es verdad que nació como una cooperativa?
    CPM- Fue como una sociedad, aportaron recursos mucha gente, hasta priístas, empresarios, ganaderos y ciudadanos en general compraron acciones para crear este diario.
    -¿Podrías mencionar algunos nombres? 
   Nombres de ciudadanos no recuerdo, pero de los otros, por respeto y porque algunos son actualmente funcionarios, me abstengo, no sé si dar a conocer sus nombres podría generar molestias, pero son gente que hasta la fecha ni nos han preguntado cómo vamos.
En ese tiempo no nos daban mucho tiempo de vida, ya que este diario no recibía dinero, nos daban de plazo 6 meses, y ya ven logramos hasta 20 años sin recibir recursos del gobernante en turno, hasta ahora con la publicidad del gobierno de izquierda, modesta pero lo suficiente para vivir  en la medianía 
     El primer director fue mi hermano, Alberto Pérez Mendoza y en las primeras ediciones del periódico empezó publicarse información en relación a la corrupción de Salvador Neme Castillo y esto provocó no solo reacciones entre funcionarios de esa administración y la sociedad sino en el periodismo.
    En ese sentido, me parece que La Verdad del Sureste también provocó algunos cambios en el periodismo que hasta ese momento se hacía en la entidad, porque, de cierta manera, tenían que colocarse a la vanguardia de nosotros.
   Fue entonces que La Verdad del Sureste comenzó a sufrir acoso y represión de parte del gobierno de Salvador Neme Castillo, pero a la par, se inició una etapa de auge en la venta y distribución de La Verdad del Sureste que perduró hasta las administraciones  de ese gobernador y las de Manuel Gurría Ordoñez y Roberto Madrazo, afirma.              
    Durante esos años, asegura Carlos Pérez Mendoza, La Verdad del Sureste enviaba al municipio de Cárdenas 25 mil ejemplares y otro tanto vendía en el Centro, tenía una demanda extraordinaria, los militantes del Partido de la Revolución Democrática, el movimiento social que levantó Andrés Manuel López Obrador y los ciudadanos disponían ya de un espacio donde expresar sus inquietudes.
    Eso fue un logro de todos ellos pero también de los equipos que han laborado en La Verdad del Sureste, en donde había gente muy comprometida.
    La represión del gobierno de Neme Castillo no se hizo esperar, a través del famoso “Escalón  Operativo”, un cuerpo policíaco de élite que se encargaba de reprimir sobre todo manifestaciones, con el pretexto de estas, agredían a nuestros reporteros y fotógrafos.
     En la caída de Salvador Neme Castillo, las denuncias publicadas en La Verdad del Sureste, sostiene Carlos Pérez Mendoza, fueron determinantes en su caída, porque fue ahí donde se publicó la información de la corrupción de su gobierno y los excesos de autoridad. 
     Fue Neme Castillo y su sucesor Manuel Gurría Ordoñez quienes fraguaron el cambio de la portada de La Verdad del Sureste cuando este arriba al poder, a través de la compra del entonces director del periódico Audelino Macario.
    A las doce de la noche, Audelino Macario ordena que se cambie la portada del periódico que desde siempre se había expresado en contra de los gobiernos priístas,  por una en donde se daba la bienvenida a Gurría Ordoñez, otro político de mala fama, eso provocó el despido de Macario como director de La Verdad del Sureste, cuenta Pérez Mendoza.  
         El gobierno más represor, no solo de los tabasqueños sino de La Verdad del Sureste, afirma el actual director de este diario, fue sin duda el de Roberto Madrazo Pintado, quien además utilizó de nuevo a Audelino Macario para editar el primer número apócrifo de este periódico que además hizo circular.    
   Esa estrategia, menciona, fue repetida por los siguientes gobiernos priístas, el de Manuel Andrade Díaz y Andrés Granier Melo,  aunque ellos solo se atrevieron a publicar una hoja, la última durante las elecciones en las que compitieron Jesús Alí y Arturo Núñez, pero ya con estos “era bola cantada”, ya sabíamos de dónde venía y nuestros lectores ya no se la creían.
   Durante el gobierno de Roberto Madrazo, cuando sus elementos de logística o policía tenían la oportunidad de  golpear a nuestros reporteros o fotógrafos lo hacían, pero también nos acosaban, nos perseguían,  fue una etapa difícil, recuerda. 
    Fue también durante la administración de Madrazo Pintado, cuando personas desconocidas por la noche lanzaron una bomba casera –una botella llena de gasolina con mecha prendida- en las instalaciones del periódico, creímos que no fue para hacernos daño realmente, sino un acto de intimidación.
   Claro,  seguramente tomaron  en cuenta la posibilidad de un incendio tomando en cuenta que el material que se utiliza para la impresión tiene solventes, productos altamente flaméales, pero creemos que solo fue para espantarnos, afirma. 
    Creo que el gobierno de Roberto Madrazo fue de los últimos el más represor y el más corrupto, se gastaba millones por minuto, así consta en las páginas de La Verdad del Sureste, y le molestaba mucho que se lo sacáramos.
    Por ejemplo fue millonaria la inversión que hizo para instalar un costoso y sofisticado equipo de seguridad en la Quinta Grijalva, del que se decía bromeando que “si alguien se echaba un gas, se detectaría”, pero esto lo hizo después de que en mayo de 1995, un grupo de policías  se introdujo a la residencia oficial del gobernador como acto de protesta, saliendo Madrazo por la puerta trasera.  
    Para La Verdad del Sureste, en escala descendente,  el gobierno más represor fue el de Roberto Madrazo, después el de Neme Castillo y por último el de Manuel Andrade.  
    CVS- Este 24 de abril, La Verdad del Sureste cumplió 23 años de existencia y enfrenta una nueva etapa con el arribo del primer gobierno emanado del movimiento social de AMLO, el PRD y la sociedad civil  ¿Qué puede esperar la sociedad tabasqueña  de ese diario, en los próximos años?
    CPM- La Verdad del Sureste seguirá con su misma línea editorial, dando voz a los que no la tienen, a los más necesitados de hacer llegar sus denuncias, sus inquietudes, sus problemas, los reporteros como siempre seguirán gozando de libertad de expresión.
    Este proyecto, afirma Carlos, nació el 24 de abril de 1991 y quien lo inició, construyó y protegió fue Alberto Pérez Mendoza con esa dinámica, pero también Andrés Manuel López Obrador, y como lo hizo con la Universidad Popular de la Chontalpa con otras personas, continuará publicándose  y caminando hacia adelante.
   La Verdad del Sureste fue vital y sigue siendo un medio de expresión del movimiento social que continua AMLO en el país y Tabasco y otros, así continuará “no hay vuelta de hoja”, no nació para acatar lo que dicen los gobiernos.
    CVS- ¿Hay quienes aseguran que ahora que la izquierda llegó al poder en Tabasco La Verdad del Sureste se ha convertido en el órgano oficial ¿Qué podrías decir al respecto?
    CPM- La Verdad del Sureste desde su inicio apoyó a los candidatos del pueblo, de izquierda, por muchos años veníamos perdiendo, pero nunca nos quitaron la esperanza, siempre pensamos que en las próximas elecciones ganaríamos.
    En la última, en la que compitió el licenciado Arturo Núñez Jiménez, con el voto de la mayoría de los tabasqueños lo llevamos al Palacio de Gobierno. Qué le queda a La Verdad del Sureste,  apoyarlo y defenderlo en sus acciones para desmantelar la corrupción que dejaron los gobiernos priístas en la Secretaria de Educación, la Secretaria de Seguridad Pública en el sector salud, pero sí ha llegado para enriquecerse como los otros, más adelante asumiríamos otra posición. 
    Este proyecto fue bien consolidado por Alberto Pérez Mendoza y nos comprometimos a continuar  adelante, él no solo aportó económicamente para la sobrevivencia del mismo sin recibir nada, sino que lo defendió hasta el último momento de su vida el 13 de marzo del 2013, día en que falleció.  
     El día que me honró nombrándome director, fue sorpresivo y difícil para mí, confiesa Carlos Pérez Mendoza, es un cargo muy relevante, pero Alberto me dijo que contaría con el apoyo de mis compañeros, para él no era importante quien llegara sino la confianza que debía tener en el nuevo director, porque pensaba que con la permanencia de Andrés Granier Melo en el gobierno, La Verdad del Sureste podría desmoronarse.
     Buscaba a gente que no se vendiera y no tuvo más que confiar en mí.
    Cuando supo que Arturo Núñez Jiménez había llegado al gobierno, me dijo, hay que defenderlo porque vienen ataques del PRI, hay que estar con él, no abandones  el periódico.
    Debo reconocer que este periódico se ha sostenido gracias  al compañerismo de todos los que laboran en La Verdad del Sureste, desde los que trabajan en talleres, en el reparto del periódico hasta los reporteros, todos han aguantado tiempos difíciles, porque ha habido momentos en que no había dinero ni para pagar los salarios, sino fuera por todos ustedes no sería posible la existencia del periódico.
   La Verdad del Sureste ha sido como la segunda casa de todos mis compañeros, aquí hemos visto crecer a los hijos de cada quien, todos nos conocemos muy bien.
    Entonces el compromiso que asumí ante mi hermano, finalizó, es que seguiremos caminando hacia adelante, que estaremos al frente de esto, no daremos un paso atrás, ni doblaremos la línea editorial.