EJEMPLO QUE ACÁ, DEBIÓ PONER OTRO

El Gregueriano: Como debió ser acá, sucedió allá. Bien Peña, corrige. Acá, donde no se puso ese ejemplo, ahora no les queda más que seguirlo y renunciar.
    Renunció a la PGR, Raúl Cervantes. La causa: los partidos PRD, PAN, MC y Morena, le acusaron, a él y a su jefe que lo impuso (Peña), de querer imponer al futuro sexenio una herencia transexenal –herencia repudiada y repudiable pues vendría de un sexenio plagado de acusaciones de gran corrupción, violación permanente a los derechos humanos y una gigantesca incompetencia para procurar justicia-.
    Quería conseguir el pase inmediato y directo a Fiscal General en una Fiscalía General de la Nación que se supone se diseñó como órgano constitucional autónomo. Cachetonamente quería quedarse de Fiscal General por 9 años más. Esa “jugada” además de ser una gran abominación, resulta una inmundicia por parte del Gobierno. Ejemplar Peña, corrige su abominación, y ejemplar el Procurador General que admite que llegar así a Fiscal General es llegar como ilegítimo y renuncia. Así debió actuarse en Tabasco y en todos los demás Estados del país en donde se desparecieron a las Procuradurías y se crearon las Fiscalías Generales. Pero tomar ese tipo de decisiones, y renunciar por ese motivo, requiere tener principios y moralidad pública.
    A Peña le preguntaban las ONG´s y los partidos políticos: ¿Cree, Presidente, que se podrá combatir a los corruptos y a la corrupción teniendo como titular del órgano persecutor a un corrupto? ¿Presidente, un Procurador ilegítimo podrá imponer la legitimidad? ¿Piensa que un Procurador incompetente a todas luces, ineficaz e inútil, podrá ser un Fiscal General, aunque sea, mediocre o medianamente decente? ¿Cree, que, si el Fiscal General formó parte de un sexenio plagado de corrupción y fue partícipe de la inmundicia, va a perseguir a sus antiguos compañeros?
    Raúl Cervantes tuvo la vergüenza de renunciar; una herencia transexenal de ese tipo sería de una gran ilegitimidad; es más, sería un lastre si no un peligro que podría llevar a la cárcel al Fiscal General y a sus amigos, socios o cómplices.
    Parangón: a Raúl Cervantes lo designó Peña como Procurador General; mandó una terna al Senado que controlaba el pri pues tener mayoría de Senadores en esas fechas; lo aprobaron. ¿Quién metió a la terna al Procurador de Tabasco en diciembre de 2012? Andrés Granier Melo. ¿Quiénes lo aprobaron? Los diputados de la LX legislatura que controlaba el pri (en esas fechas era mayoría en el Congreso). Es un primer indicio de ilegitimidad, ya que, esa designación resulta ser una herencia transexenal de un sexenio nefasto, tan nefasto que el Titular del Ejecutivo –que fue quien propuso la terna- hoy está en la cárcel de Tepepan por corrupto y la federación le tiene incoados sendos juicios.
    Arrancó 2013 y con el Gobernador Núñez, el buscar castigar a los bandidos del sexenio granierista.
    Peña reformó la Constitución para que la PGR dejase de ser una dependencia del Poder Ejecutivo, desaparecer a la PGR y crear la Fiscalía General como organismo constitucional autónomo.
El Gobernador Núñez, hizo lo propio: crear la Fiscalía General del Estado como órgano constitucional autónomo y desaparecer a la PGJ. Ordena la reforma de Núñez, que, para ser Fiscal General, hay que someterse a un proceso y escrutinio público. Llegar a Fiscal General sin haberse sometido a ese proceso constitucional legal es llegar ilegítimamente al puesto.
    No se procedió así. O sea, se violó la norma constitucional. Otro indicio de ilegitimidad: no se sometió al escrutinio público ni al procedimiento ordenado por la Constitución del Estado la designación del Fiscal General. Se dijo que era una “concesión al pri”; hoy nos damos cuenta que fue concesión a un preso y su grupo.
    Lo que refleja la renuncia de Raúl Cervantes: es una aberración sublimada y una tontera mafiosa el dejar una herencia transexenal de 9 años si viene de un sexenio plagado de corrupción y de continuas violaciones a los derechos humanos. En nuestro Estado, debe tomarse el ejemplo de la federación y de Peña: no es adecuado ni decente dejar una herencia transexenal si a quienes se pretende heredar han demostrado palpablemente. ser ilegítimos, ser incompetentes, haberle arrojado toneladas de lodo a la administración actual y peor, tener un origen en el granierato.
    ¿Honorabilidad y ética pública? Al entrar el nuevo sexenio en 2013, debió renunciarse al cargo de Procurador, para así ser designado legítimamente por la LXI Legislatura; ¿Otra oportunidad para demostrar honorabilidad y moralidad pública?: al desaparecer la Procuraduría, en 2014, debió renunciar el titular espurio y someterse al proceso que ordena la ley y la Constitución; legalmente, con eso, sería un Fiscal General legítimo y no un simple Fiscal General por Ministerio de Ley (aunque seguiría siendo una herencia trans transexenal abominable).