• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 26 de Abril de 2024

La filosofía, la educación y el rescate de los valores.


Víctor Manuel Barceló R.


Blomströn y Hettne distinguen tres o cuatro corrientes en la escuela de la dependencia:
    a) La crítica o autocrítica estructuralista, de los científicos sociales ligados a la CEPAL, que descubren los límites de un proyecto de desarrollo nacional autónomo.         En este grupo se colocan: Oswaldo Sunkel, los trabajos maduros de Celso Furtado, la obra final de Raúl Prebisch reunida en su libro
    El Capitalismo Periférico. Fernando Henrique Cardoso aparece esporádicamente como miembro de esta corriente y se identifica con la siguiente (tesis que miembros de esta corriente rechazan y con justa razón).
    b) La corriente neomarxista, se basa fundamentalmente en los trabajos de Theotonio Dos Santos, Ruy Mauro Marini y Vania Bambirra, y otros investigadores del Centro de Estudios Socioeconómicos de la Universidad de Chile (CESO). André Gunder Frank aparece a veces como miembro del grupo, más su clara posición de negar vínculo teórico estrecho con el marxismo y su proposición de un esquema de expropiación internacional, más o menos estático, lo separan del enfoque dialéctico de los otros neo marxistas.
    c) Cardoso y Faletto se colocarían en una corriente marxista, más ortodoxa por su admisión del papel positivo del desarrollo capitalista y la imposibilidad o inutilidad del socialismo para alcanzar el desarrollo.
    d) G. Frank representaría la cristalización de la teoría de la dependencia, fuera de tradiciones marxistas ortodoxas o neo marxistas.
     La perspicacia y fidelidad del diseño histórico de Blomströn y Hettne es discutido en lo referente a su presentación del debate entre el pensamiento ortodoxo marxista y los neo marxistas. Esta última corriente muestra tonalidades que ellos no parecen reconocer. Pero eso es tema para otro momento.
Podemos señalar que la teoría de la dependencia impacta en la educación, principalmente en los claustros universitarios y en la formación de los estudiantes a ese nivel, donde se discuten los diversos enfoques de esta teoría. En los 60s del S: XX una gran cantidad de jóvenes formados con esfuerzos latinoamericanos y caribeños, salen hacia los países llamados centrales, debido a la seducción que sobre ellos se ejerce en el movimiento “brain-drain”, de los años 60, aduciendo que en los países de desarrollo medio, su estructura educacional superior se vuelve inútil, ante el atraso de un desarrollo dependiente, subordinado, concentrador y excluyente. De allí que los cuadros formados por estas Universidades van  a ser reclutados en los países ricos.
     Al lado de esas tendencias prosigue la penetración del capitalismo en las zonas rurales, expulsando más y más población hacia centros urbanos. La urbanización se vuelve metropolización y “favelización” esto es, marginalidad y exclusión social, que asume carácter étnico, lo que explica la fuerza de las reivindicaciones étnicas en los centros urbanos de la región, que difícilmente pueden ser atendidas por falta de recursos y una educación que considera teóricamente la reivindicación de los grupos originarios, pero en la práctica no ofrece la infraestructura correspondiente, ni los cuadros magisteriales formados para esos menesteres.
    El abandono de una educación que forme a la niñez y juventud de modo integral, para que en libertad pueda cooperar al esfuerzo científico y tecnológico regional, tampoco se da en la Región -salvo casos excepcionales- llevando a la orfandad al sector de bienes de capital nacionalista, donde se agrupa la esencia del proceso de la revolución científico-técnica y la posibilidad de un desarrollo auto-sustentado. La diversidad en desarrollos que representa la industria de base y de su evolución con la robotización, no avanza y en ocasiones se rezaga, en países que ya habían logrado importante desarrollo.
    El Estado, prisionero del capital financiero, asfixiado por una deuda pública en incremento exponencial, cuyo servicio no deja sitio para la inversión local, junto a la caída en las políticas sociales o su privatización -como ocurre con la salud y la educación- está cada vez más dominado por gobiernos extraños y empresas transnacionales quienes, al final, dictan las políticas que más convienen al fortalecimiento de sus intereses, en la vida toda de las naciones que sufren tales condiciones de existencia.
Por ello no es extraño que el conflicto con el profesorado en todos sus niveles, que provoca el gobierno en turno, sea una constante regional. Por otra parte, las políticas de bienestar dirigidas hacia los niveles de población marginada y a la prevención social, se vuelven insuficientes y solo se manejan como elementos para el logro de votantes, que seguirán apoyando a quienes se quedan con las porciones más grandes de los recursos, de toda índole, encausados a la población mayoritaria de las naciones que sufren de condiciones de vida desesperantes, por debajo de la línea de sobrevivencia. La ola neo-liberal solo viene sirviendo para crear multimillonarios en cada gobierno que toma el poder, incrementando los índices de corrupción, el entreguismo al extranjero y, por lo mismo, la desnacionalización de los países en que aún hay grupos que se esfuerzan por fortalecer su identidad nacional.
    Vimos a los filósofos latinoamericanos que impulsan una educación de excelencia en que el educando adquiera las fortalezas para avanzar en busca de condiciones de vida independiente y conformadora de un proceso vital suficiente para la supervivencia en la paz y la concordia. Para ello, la teoría de la dependencia continúa siendo de gran actualidad. Más que nunca la problemática del subdesarrollo y del desarrollo, debiera analizarse como las dos puntas del proceso de evolución del sistema económico mundial. En él persiste la división entre un centro económico, tecnológico y cultural, junto a una periferia subordinada y dependiente.
    Todo indica que estamos listos para retomar el crecimiento económico, con nuevos bríos, en tanto el proceso educativo retome sus luces para alumbrar un futuro prometedor para los estudiantes, que ahora parecen caminar entre sombras de pobreza, desconfianza, inseguridad y desesperanza. Recuperémosles su posibilidad de mejor futuro.
    Ellos están preparados, lo muestran en múltiples situaciones –los sismos en México lo hicieron patente y en las luchas estudiantiles reivindicatorias de la Región se confirma- Nos toca avanzar hacia mejores condiciones de vida para nuestros pueblos y comunidades con una mayor participación social informada y creciente.
    Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com