A pesar de ser la tercera causa más común de consulta ginecológica, el SMA no suele identificarse a tiempo, pues muchas mujeres desconocen qué es un ciclo menstrual saludable y qué señales deben encender las alertas.
El ciclo menstrual varía en cada mujer, ya sea en duración, cantidad o síntomas. Pero hay parámetros clave que pueden ayudar a detectar si algo no está bien, explicó en entrevista para Cimacnoticias, Anabel González, jefa de la Unidad Toco-Quirúrgica del Hospital de la Mujer.
Identificar la causa del Sangrado Menstrual Abundante (SMA) no siempre es sencillo. Para lograrlo, se necesitan varios estudios que permitan determinar si hay una alteración en el funcionamiento hormonal o una modificación anatómica que esté generando el desbalance.
Anabel González, médica especialista explicó que, durante la adolescencia, es común que los ciclos menstruales sean irregulares debido a la inmadurez del eje hipotálamo-hipófisis-ovario. No obstante, sin importar la edad, es fundamental realizar un estudio completo que ayude a encontrar la causa del SMA, pues este puede estar relacionado con enfermedades que van más allá de lo ginecológico.
La menorragia, un trastorno menstrual caracterizado por sangrados abundantes, puede ser causada por enfermedades cardiometabólicas o endocrinológicas como la resistencia a la insulina, la diabetes, o alteraciones tiroideas como el hipertiroidismo o el hipotiroidismo, explicó la especialista. De ahí la importancia de llegar al origen del problema y no quedarse solo en los síntomas:
“Por ejemplo, mi paciente puede estar padeciendo una resistencia a la insulina. Y si yo no le doy tratamiento, en poco tiempo puede llegar a ser diabética. Yo explico el SMA como una fuga: tengo que escarbar para identificar dónde está esa fuga, repararla y evitar que se estropee el resto de mi instalación”.
El cáncer cervicouterino, de endometrio o de ovario también pueden provocar alteraciones en el ciclo menstrual. Por eso, realizar un historial clínico anual se vuelve una herramienta vital para detectar o prevenir a tiempo padecimientos que, de no atenderse, pueden ser mortales.
LAS SECUELAS EMOCIONALES DEL SMA
El SMA es un padecimiento multifactorial, por lo que su tratamiento no es uniforme. Puede ir desde medicamentos hormonales, cambios en el estilo de vida, hasta cirugías. Pero más allá de lo clínico, hay impacto emocional y social. Muchas mujeres enfrentan un aislamiento forzado. Evitan salir, participar en actividades, asistir a la escuela o al trabajo por miedo a un accidente visible o al malestar físico. En casos extremos, se presenta anemia severa.
LA COPA MENSTRUAL, UNA OPCIÓN
La copa menstrual es un dispositivo de silicona reutilizable que se inserta en la vagina para recoger el flujo menstrual. A diferencia de las toallas o tampones, la copa puede contar con indicadores de mililitros, lo que permite medir de forma clara la cantidad de sangre que se pierde durante el periodo.
La Dra. González insiste en su uso, no solo por higiene, sino como herramienta diagnóstica: “Lo ideal sería que todas las pacientes tuvieran una copa menstrual para cuantificar su sangrado. Es el único producto de gestión que nos da esa posibilidad” mencionó.
Además, la copa ofrece múltiples beneficios como evitar irritaciones en la piel; mayor capacidad de recoger más sangre que compresas o tampones; permite observar de manera clara aspectos como la cantidad, color y consistencia del flujo; es más económica, al estar bien cuidada, puede durar hasta 10 años; disminuye riesgo de infecciones vaginales; y es amigable con el medio ambiente, al ser reutilizable. Cabe resaltar que la copa menstrual se presenta con diferentes tallas.
El SMA también implica un alto costo económico, debido a la necesidad constante de productos de higiene femenina. Para muchas mujeres en situación de vulnerabilidad, la menstruación se convierte en una carga silenciosa.
Sin embargo, en México, la menstruación sigue sin considerarse un asunto público prioritario. No existen políticas integrales que garanticen este derecho, ni recursos asignados desde el Estado para atenderlo como corresponde.