La agricultura, es decir las siembras de hortalizas, plátano, maíz, chile habanero, como los árboles frutales y maderables, se encuentran bajo el agua y la pequeña ganadería está prácticamente paralizada. (Foto: Joel Arias)
Entre veinte y veinticinco núcleos ejidales y alrededor de 7 mil familias han sido afectados por los siete canales de “alivio”, que han abierto la Comisión Nacional del Agua y el Gobierno del Estado, las cuales además se encuentran “abandonados a su suerte”.
Declaró ayer, Javier Torres Sánchez, coordinador estatal del Movimiento Ecologista de Tabasco (MET) quien afirmó que los habitantes de los aztlanes y Tintillo, a los que se han sumado los del Corozal, Barranca y Guanal, Cruz del Bajío, Cocoyol, Socialista, Aeropuerto Pajonal, se encuentran al borde de la desesperación.
La agricultura, es decir las siembras de hortalizas, plátano, maíz, chile habanero, como los árboles frutales y maderables, se encuentran bajo el agua y la pequeña ganadería está prácticamente paralizada.
Los pequeños ganaderos se han visto en la necesidad de llevar a sus animales a lugares más altos en donde la pastura por cabeza les cuesta entre 150 y 180 pesos, lo cual al mes representa entre mil 500 y 3 mil pesos si tiene diez, en un momento en que estos campesinos no tiene ninguna entrada, afirmó Dicha situación está dando cabida a un problema, económico, social, ambiental, de salud y hasta político, porque ya están entrando diputados a abordar este asunto.
Esperamos que los políticos participen con seriedad y no partidicen la situación, apoyando a los ciudadanos en sus demandas que son muchas y las respuestas pocas.
Hay un problema de desesperanza, de desesperación, entre algunos de esos habitantes que llevan inundados dos meses, entre otras cosas porque están viviendo rodeados de un mar de agua y con sed, por la carencia de líquido potable, y comienzan a rondar el hambre y los problemas de salud, como los de piel por hongos.
Otro gran problema es la presencia de nubes de mosco que ojalá no desencadenen en una epidemia de dengue o paludismo, dijo.
Torres Sánchez mencionó que casi todos los días, integrantes de MET recorren la zona y jamás han visto ninguna brigada médica por el área y que la ayuda en alimentos es insuficiente, sobre todo cuando comienza a apretar el hambre.
Nos damos cuenta que a pesar de que esas ventanas de alivio fueron abiertas con el uso de la fuerza pública, dijo, no se están llevando a cabo acciones concretas de ayuda a los habitantes de esas comunidades a las que solo se puede llegar por vía pluvial, en cayucos, lanchas o helicópteros porque las carreteras en las dos márgenes del río Grijalva fueron destruidas para abrir los canales.
El abogado informó que el MET, a más tardar la semana próxima, presentará una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por la violación a las garantías individuales de esos pobladores.
Por el momento, afirmó entrevistado en la oficina del MET, estamos preparando los documentos, fotografías y videos que sustentarán la denuncia que se presentará también ante organismos internacionales de derechos humanos. Esa demanda será independiente a la penal que presentamos ante la Procuraduría General de la República, particularmente ante la Unidad Especializada contra Delitos del Medio Ambiente, para la que aportaremos mayores elementos porque aún no está concluida, está en proceso de inconformidad y ya tenemos nuevas noticias aunque no sabemos en que sentido.
También llevaremos a cabo otros procedimientos en materia ambiental ante instancias competentes como la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, supuestamente la policía ambiental, a la que no hemos visto por ninguna parte, cuando ante la magnitud del problema de inundaciones, debería haber tomado cartas en el asunto. La alteración ambiental, a los ecosistemas, ocasionado al estado, con la apertura de los canales para evitar la inundación de Villahermosa es de gran magnitud, aseguró, y ni siquiera un pronunciamiento han hecho las autoridades federales de esa dependencia, agregó.
Declaró ayer, Javier Torres Sánchez, coordinador estatal del Movimiento Ecologista de Tabasco (MET) quien afirmó que los habitantes de los aztlanes y Tintillo, a los que se han sumado los del Corozal, Barranca y Guanal, Cruz del Bajío, Cocoyol, Socialista, Aeropuerto Pajonal, se encuentran al borde de la desesperación.
La agricultura, es decir las siembras de hortalizas, plátano, maíz, chile habanero, como los árboles frutales y maderables, se encuentran bajo el agua y la pequeña ganadería está prácticamente paralizada.
Los pequeños ganaderos se han visto en la necesidad de llevar a sus animales a lugares más altos en donde la pastura por cabeza les cuesta entre 150 y 180 pesos, lo cual al mes representa entre mil 500 y 3 mil pesos si tiene diez, en un momento en que estos campesinos no tiene ninguna entrada, afirmó Dicha situación está dando cabida a un problema, económico, social, ambiental, de salud y hasta político, porque ya están entrando diputados a abordar este asunto.
Esperamos que los políticos participen con seriedad y no partidicen la situación, apoyando a los ciudadanos en sus demandas que son muchas y las respuestas pocas.
Hay un problema de desesperanza, de desesperación, entre algunos de esos habitantes que llevan inundados dos meses, entre otras cosas porque están viviendo rodeados de un mar de agua y con sed, por la carencia de líquido potable, y comienzan a rondar el hambre y los problemas de salud, como los de piel por hongos.
Otro gran problema es la presencia de nubes de mosco que ojalá no desencadenen en una epidemia de dengue o paludismo, dijo.
Torres Sánchez mencionó que casi todos los días, integrantes de MET recorren la zona y jamás han visto ninguna brigada médica por el área y que la ayuda en alimentos es insuficiente, sobre todo cuando comienza a apretar el hambre.
Nos damos cuenta que a pesar de que esas ventanas de alivio fueron abiertas con el uso de la fuerza pública, dijo, no se están llevando a cabo acciones concretas de ayuda a los habitantes de esas comunidades a las que solo se puede llegar por vía pluvial, en cayucos, lanchas o helicópteros porque las carreteras en las dos márgenes del río Grijalva fueron destruidas para abrir los canales.
El abogado informó que el MET, a más tardar la semana próxima, presentará una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por la violación a las garantías individuales de esos pobladores.
Por el momento, afirmó entrevistado en la oficina del MET, estamos preparando los documentos, fotografías y videos que sustentarán la denuncia que se presentará también ante organismos internacionales de derechos humanos. Esa demanda será independiente a la penal que presentamos ante la Procuraduría General de la República, particularmente ante la Unidad Especializada contra Delitos del Medio Ambiente, para la que aportaremos mayores elementos porque aún no está concluida, está en proceso de inconformidad y ya tenemos nuevas noticias aunque no sabemos en que sentido.
También llevaremos a cabo otros procedimientos en materia ambiental ante instancias competentes como la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, supuestamente la policía ambiental, a la que no hemos visto por ninguna parte, cuando ante la magnitud del problema de inundaciones, debería haber tomado cartas en el asunto. La alteración ambiental, a los ecosistemas, ocasionado al estado, con la apertura de los canales para evitar la inundación de Villahermosa es de gran magnitud, aseguró, y ni siquiera un pronunciamiento han hecho las autoridades federales de esa dependencia, agregó.
