En Concreto

Es necesario reconocer que la Cuarta Transformación es el resultado de los consensos, el esfuerzo y la decisión del pueblo mexicano en vías de superar situaciones que resultaban adversas para las mayorías; y que, pese a la oposición y resistencia de la oligarquía criolla, se avanza en el cambio de régimen sin perder la gobernabilidad.
La 4T, es tan grande como la Independencia, la Reforma y la Revolución de 1910. Para que vayamos comprendiendo a que cambio nos referimos, vale la pena recalcar que el principal objetivo que plantea la 4T, es dar un giro al modelo político y económico neoliberal; como antecedente histórico del modelo aristocrático y neocolonial tradicional, estableciendo en su lugar, la participación ciudadana como base de un auténtico régimen democrático.
Estarán de acuerdo en el uso reciente y cada vez más popular de los conceptos: “aristocracia y neocolonialismo”, para aplicarlos como referencia de la forma de gobierno que aún persisten como prácticas del modelo político del gobierno absoluto de las élites.
Pero… ¿Qué son las élites en México?: como respuesta tenemos que las élites son el grupo de adinerados qué durante siglos conformaron y controlaron el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial (los tres poderes de la República), usando el ENGAÑO, el FRAUDE ELECTORAL y la REPRESION OFICIAL, como las herramientas supremas de la política; es decir, mediante el engaño y “el uso de la fuerza legítima del Estado” representaban, cuidaban y mantenían el gobierno de las élites “con todos sus privilegios”.
De esta forma personajes como Lili Telles, Marko Cortés, Kenia López, Alito Moreno y otros, son conocidos como representantes de los intereses tradicionales de las élites.
Es decir, estos personajes representan el conservadurismo oligárquico – neocolonial; idéntico en la actualidad a la forma de operar del neoliberalismo económico, que privilegia el engaño, el saqueo, la violencia, el uso faccioso del aparato del Estado. Vicios en los que se trabaja para que se queden en el pasado, para que la historia política y económica los identifique como estorbo para el crecimiento y el desarrollo del país, como abuso de los grupos económicamente poderosos.
Hace apenas 7 años, la oligarquía operaba como un poder compacto, cerrado, que se negaba perder las tareas del Estado, consideradas exclusivas de su clase. No era un riesgo menor. No… Incluía la apropiación permanente del MEGA BOTIN anual que significaba disponer y repartir discrecionalmente y con toda libertad la totalidad el PRESUPUESTO PUBLICO. Donde y desde luego, lo legal no era problema; toda vez que ajustaban la Constitución a todo tipo de negocios sexenales.
“El Estado somos nosotros”, se entendía en la frívola y arrogante actitud de los gobernantes, que con frialdad actuaban sin tomar en cuenta la opinión de los gobernados.
Como ejemplo: recuerden al diputado Santiago Creel Miranda, del Partido Acción Nacional, cuando con voz ronca por la ira y la arrogancia, en un discurso pronunciado el 23 de mayo del 2023, ante legisladores del bloque opositor integrado por Acción Nacional, Revolucionario Institucional, Movimiento Ciudadano y PRD, dijo:
“Andrés Manuel López Obrador; te hablo de tú, porque te has alejado de tu compromiso de guardar y hacer guardar. En vez de comportarte como un jefe de Estado, te has dedicado a dividirnos, a confrontarnos, a insultarnos día tras día. Así que Andrés, venos bien, aquí estamos. Estamos unidos… Aquí tocas unos y tocas a todos –aplausos de panistas-. Eres tu Andrés, que has echado a perder el país. Eres tú, quien ha dado la orden para ir por el rumbo de la destrucción de nuestras instituciones, para pisotear nuestra Constitución y nuestra ley. Eres tú Andrés, y te vamos a enfrentar durante todo el 2014”.
Sin duda Creel, hacía sentía que perdían el control de las INSTITUCIONES hasta el 2018 conducidas y para beneficio propio. Desenmascarándose y desenmascarando dejando ver a los partidos políticos como marionetas de estos poderes aristocráticos y neocoloniales.
Sin duda, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, trabajó por la descolonización cultural, política y económica del país, recuperando los conceptos de pueblo, nación, participación ciudadana y soberanía.
Obviamente el bloque opositor sabía que las reformas constitucionales de la 4T no eran broma. Como antecedente, recordemos que en noviembre del 2018, se publicó la Ley de Austeridad Republicana, dando por terminada las pensiones vitalicias millonarias a expresidentes y ordenó disminuir los altos salarios de la alta burocracia. De esto y más es lo que se quejaba CREEL, cuando afirmaba que AMLO estaba destruyendo las instituciones.
Actualmente la Presidenta Claudia Sheinbaum, trae el compromiso de descolonizar al Poder Judicial, el cual y de acuerdo a la agenda de trabajo, será el próximo mes de junio cuando los ciudadanos elijamos mediante un proceso democrático a jueces y ministros, para que se encarguen de conducir las tareas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.