Villahermosa, Tab., 02 de febrero.- “Los cirujanos maxilofaciales, somos como en un momento Michael Jackson ni blanco ni negro, muchos médicos no nos consideran cirujanos porque no salimos de la Facultad de Medicina, tampoco odontólogos porque pasamos a otro nivel, son cosas fundamentales pero ambiguas”, dice el doctor Eduardo Héctor Contreras Salas.
Oriundo de Jalisco pero ciudadano de Tabasco desde hace treinta años, hijo del médico David Contreras Martínez, “un médico extraordinario”, también jaliciense que cosecho hasta un título internacional honoris causa por sus investigaciones en el área de la medicina alternativa para las enfermedades del corazón y por el ejercicio altruista de su profesión, afirma.
El ha sido un ejemplo muy fuerte en mi vida en los ideales de poner al alcance de los más necesitados sus conocimientos médicos, expresa el cirujano maxilofacial, quien en los treinta años que lleva en Tabasco, asegura que “han pasado por su vida alrededor de mil 200” intervenciones quirúrgicas a personas con labio y paladar hendido, la mayoría de ellos niños.
Quería ser médico, responde cuando La Verdad del Sureste le pregunta en qué momento decidió estudiar odontología o lo que hoy se llama estomatología.
Por destino de la vida, nos cuenta, no logré ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, la alternativa que me dieron fue cursar la carrera de odontología, que no era de mi agrado pero fue un consuelo, pero alguien me dijo ahí que esa carrera no estaba alejada de lo que quería ser.
Pretendía ser otorrinolaringólogo y me convertí en un cirujano de la cara o maxifacial, menciona el actual especialista del hospital de del Instituto de Seguridad Social del Estado para los Trabajadores (ISSET) y presidente de la asociación civil “Chejj” (Niño que sonríe en maya).
Los cirujanos maxilofaciales operamos cosas terribles, asegura, personas que han recibido balazos en la cara o cuello, o sufrieron un accidente y llegan con la cara destrozada; pero la parte bonita, mi actividad preferente, “de ángel, que me llena de gratitud con la bendición de Dios” es intervenir a niños y jóvenes con labio y paladar hendido.
Uno de mis maestros de la UNAM y uno de los mejores en México y el mundo me enseñó dos cosas como profesionista de excelencia: operar a niños con labio y paladar hendido y de manera caritativa, porque afecta sobre todo a una población muy pobre, no hay mucho que ganar y por eso los cirujanos las rechazan.
No es que ese mal no lo padezcan niños de niveles económicos más altos, aclaró, pero esa gente no llega a los hospitales públicos.
Aclara que no todos esos mil 200 casos ha operado personalmente, pero si han sido su responsabilidad porque es quien está a la cabeza.
De la población atendida un 90 por ciento son niños, alrededor de un 8 por ciento adolescentes
-de 17 años en adelante- y quizá un 2, 3 por ciento personas mayores, incluso hasta una anciana de 80 años, afirma.
Son intervenidos alrededor de 30 pacientes en una jornada, éstas son como campanadas de una iglesia para llamar a los feligreses a misa y se atiende a una gran mayoría.
En relación al origen del padecimiento, el doctor Contreras explica que es multifactorial, pero que el factor más fuerte es el genético, genes que muchas personas llevan, pero otro que “los ayuda” es la endogamia, los casamientos entre personas de un mismo núcleo poblacional, esto sucedía hace treinta años, pero si los genes que provocan labio y paladar hendido, se hicieron dominantes, se multiplicarás a través de otras generaciones.
¿Podría prevenirse el nacimiento de niños con labio y paladar hendido? Se le preguntó.
Con un pedigree careogénico, pero no está al alcance de la mayoría de los habitantes, habría que acudir a un centro de atención especial, que hasta donde yo sé, en Tabasco no existe, hubo genetistas pero no centros genetistas, responde.
En cuando a las zonas del país con más incidencia de este padecimiento, el doctor Contreras Salas, explica que aun cuando el gen de este padecimiento es de origen asiático, los pobladores lo desarrollaron y que donde se extendió fue en América Latina en donde se registran las cifras más altas, un niño por cada setecientos nacidos vivos.
“Es una incidencia muy alta”, destaca, si tomamos en cuenta que muchos de esos niños no sobreviven y los que traen problemas del corazón, cerebro, malformaciones en las piernas, manos, casi siempre tiene también labio y paladar hendido.
Menciona que casos de labio y paladar hendido se presentaron desde las culturas prehispánicas, como se puede constatar en testimonios de las culturas maya y olmeca, solo que a esas “personitas” no les hacia bullylling, porque eran considerados dioses, al ser diferentes del resto de la población, asegura el especialista.
Las operaciones para reparar labios y paladares hendidos, son muy caras, asegura el cirujano cuanto se le pregunta del costo, lo calcula en ochenta o cien mil pesos cada una, tomando en cuenta servicios de hospitalización, honorarios de médicos, pero a la población que atiene la agrupación civil que preside no se le cobra nada.
Esos niños, afirma, requieren de tres a cuatro, a veces cinco intervenciones, dependiendo de las estructuras que va tocando,
El doctor Contreras Salas, dice que desde hace treinta años que llegó a Tabasco, siguiendo los ejemplos de su padre y su maestro en la UNAM –Rafael Ruiz- junto con otros cirujanos, vienen realizando esa labor de manera intensa.
Menciona que no ha sido fácil porque son acciones que han sido obstaculizadas y falta apoyo.
Me decían que el Hospital del Niño realiza esas intervenciones y que hay médicos capacitados para ello, pero en realidad solo tiene un cirujano, falta un programa, entonces ha habido “un poquito de recelo, de apatía”
Dice que en el estado hay alrededor de diez cirujanos maxilofaciales, dedicados a la atención de labio y paladar hendido ocho, pero solo o cuatro o tres realizan estas operaciones de manera altruista.
De Tabasco participan el doctor José Guadalupe Ascencio y Ricardo Torres Hernández, pero generalmente para las jornadas convoco a mi grupo extramuros de la UNAM
“Con este Gobierno, se han producido cambios milagrosos en relación a nuestras actividades, hay un auge, interés, disposición y tiempo de parte de las autoridades, lo cual ha dado como resultado operaciones a doscientos niños en dos años, de los mil 200 que mencionamos han sido intervenidos”
En los sexenios anteriores, menciona, estábamos muy limitados porque trabajábamos con la aportación de grupos rotarios y otras organizaciones sociales, operábamos de quince a veinte por jornada, que no era un mal número, pero ahora repetimos las jornadas cuatro o cinco veces por año.
La próxima jornada será los días 25,26 y 28 de febrero en Comalcalco y en junio en Macuspana y posiblemente después en el Centro, hemos aumentado el número de jornadas porque estamos contando con el apoyo de los presidentes municipales.
Se invierte un poco de dinero, por cada médico para el pago de su pasajes y sus gastos personales, las operaciones se realizan en los hospitales públicos, no se requieren salas muy especializadas, la calidad de los hospitales de Tabasco son muy buenas, en comparación a los que he visto en otros países, asegura.
El especialista expresa que su sueño, en relación a la actividad que realiza, es que la atención a estos casos crezca, una noticia buena es que, a través de mi intervención, la especialidad será incluida en el plan de estudios de la carrera de estomatología.
Si hay las especialidades de ortodoncia y ortopedia en el plan de estudios, por qué no poner este pilar más fuerte para sustentar el programa de Chejj para que más niños se beneficien
Hace notar que los problemas acarreados por esta malformación de los niños ocasionan disfunciones terribles en la ingesta de alimentos, deglutación, problemas respiratorios por la comunicación que se da entre la boca y la nariz, pero sobre todo en la autoestima.
Son niños rechazados por todos, ya no digamos por la sociedad, y la baja estima destroza a los seres humanos, concluye.