
“Memorables” es la palabra que muchos tabasqueños y tabasqueñas que viven en poblados apartados, eligen con mayor frecuencia para describir su experiencia cuando se acercan a la Jornadas de Atención, implementadas por el Gobierno del Pueblo en los Centros Integradores.
Y cómo no, si muchas parejas jóvenes o que ya llevaban años en una relación, deciden casarse durante la realización de la Jornada de Atención, en el módulo que trae consigo el Registro Civil. El trámite, como todos los demás servicios, es gratuito.
En la plaza principal, cancha deportiva o campo de futbol de los Centros Integradores, los vecinos hallan respuestas a sus problemas, y sin salir de su propia comunidad: ejidatarios obtienen sus anisados títulos de propiedad; madres consiguen consultas médicas para sus hijos, con medicinas incluidas; mujeres de la tercera edad se permiten exámenes de exploración mamaria; adolescentes reciben tratamiento de limpieza bucal; personas con discapacidad obtienen andaderas, sillas de ruedas y hasta prótesis para tener una mejor movilidad.
Como muchos habitantes de poblados pequeños, don José Luis Ortiz, salió temprano de Playa Chiquita, primera sección, para llegar al Centro Integrador Los Pájaros, en el municipio de Jonuta, una comunidad que está a 131 kilómetros de la Ciudad de Villahermosa.
En la calle principal estaban ya las unidades móviles de los servicios de salud, y no había espacio para más autos. Se dirigió hacia la cancha techada del poblado donde los servidores públicos de las distintas dependencias terminaban de armar los módulos.
En una mesa colocada a un costado de la extensa área, una servidora del pueblo le preguntó a don José qué servicio iba a solicitar, y él, con la mejor sonrisa en su rostro, le dijo que venía a recoger su certificado de primaria. La joven se le quedó viendo y entonces le devolvió la sonrisa: “Ah, entonces va al IEAT (Instituto de Educación para Adultos de Tabasco), ¿verdad?”.
Tras anotarse, caminó hacia un cobertizo pegado al cauce del río Chico, brazo del Usumacinta y fuente de vida de muchos habitantes que se dedican a la pesca. Otro tanto de la población vive de la agricultura de autoconsumo o trabaja jornales en algunos ranchos ganaderos de la región. Allí ya estaban otros habitantes de Los Pájaros y de Playa Chiquita, a quienes saludó.
Se sentó junto a ellos para escuchar y poder saludar también al Gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, quien antes de brindar la audiencia, informa a los habitantes sobre cómo van los programas de Bienestar y la inversión en obras que se realiza en cada municipio.
También coincidió con sus paisanos en la observación de que “por primera vez, un mandatario los visita”, una frase muy recurrente en los Centro Integradores atendidos durante las Jornadas. Por décadas, cuenta cada uno, vivieron en el olvido de los malos gobiernos.
Ahora, el Gobernador les habló en un descampado mientras la población lo escuchó bajo un tinglado. “Ya se está viendo la comercialización del producto, de ustedes depende hasta donde quieren llegar”, dijo a los 127 hombres y mujeres beneficiarios del programa Pescando Vida, que en todo el municipio alcanza a 600 pescadores y pescadoras.
“Mientras uno esté vivo, hay que superarse lo más que se pueda. Ya cuando Dios nos llame, pues ya no”, dijo don José Luis al recibir su certificado de primaria.
Tras escucharlo, don José caminó entre los módulos que ya atendía a la gente y sin dejar de saludar a muchos conocidos, se detuvo en el pabellón del IEAT. Allí ya lo estaban esperando para que firmara unos documentos, después de lo cual le entregaron su certificado de primaria. Hubo aplausos, felicitaciones y fotografías.
Una Jornada memorable para don “Chepe”. Tras dos años caminando de Playa Chiquita a Los Pájaros para estudiar con los profesores del IEAT, hoy “ya grande” consiguió “gracias a Dios” lo que tanto quiso de chico.
“Estudié nada más hasta el segundo grado, en la primaria Ángel Rejón. Tenía que caminar un kilómetro para tomar clases. Pero como nuestros padres eran pobres, no les daba para mandarnos a la escuela. Se dedicaban al campo. Aunque yo veía a otros niños ir, en mi casa no había posibilidad, aunque yo quisiera”, contó el recién graduado.
El hombre de la tercera edad platicó con mucha gente que había estudiado y viendo lo que hacía, se sintió motivado también a retomar su primaria. “Estoy grande”, me decía, por un lado; “pero puedo hacerlo”, me corregía por el otro.
Cuando se decidió a acabar la primaria, tuvo la ventaja de que, aunque solo estudió hasta el segundo grado, sabía leer y escribir. “Y como este programa del IEAT está bien hecho, le agarré rápido. Quienes no han tenido la oportunidad, échenle ganas, todos podemos, a veces mucho decimos: No, pues ya estoy grande de edad, ya para qué estudio, pero mientras que esté uno vivo, hay que superarse lo más que pueda uno, ya cuando Dios nos llame, pues ya no”, relató.
La felicidad del anciano que está por llegar a los 70 años será también “la alegría de su casa”, porque su familia, en la que ya se cuentan nietos, estará orgullosa de su logro. La próxima Jornada de Atención en Los Pájaros será también memorable: Don Chepe va por su certificado de secundaria.
#TomaNota
Servicios gratuitos: salud, Registro Civil, títulos de propiedad, IEAT, apoyos a personas con discapacidad.
Beneficios en Jonuta: 600 pescadores atendidos por Pescando Vida.
Próxima meta de beneficiarios: continuar estudios de secundaria.