Los denunciantes aseguran que el también coordinador de la bancada petista en el Congreso local les prometió un pago de dos mil pesos, dinero que nunca llegó a sus manos. Ante ese incumplimiento, los defraudados acudieron a la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción de la FGE a interponer una denuncia en contra del dirigente petista.
El lío es grande. Pues la estafa se las aplicó a 500 personas que fueron representantes de casilla el dos de junio, según consta en la carpeta de investigación CI-FECC-57/2024 en la cual se le acusa por el presunto delito de corrupción, fraude específico y evolución patrimonial inexplicable, es decir, enriquecimiento ilícito.
La querella fue presentada el 31 de octubre pasado. Y se le señala de no haber cumplido con los pagos a los que se comprometió con los demandantes. El número de defraudados puede ser mayor, ya que en la jornada electoral se instalaron 3 mil 100 casillas y en su mayoría el PT tuvo representantes.
Dice un extracto de la denuncia:
“En mayo de 2024, un mes antes de la elección del 2 de junio de 2024, el hoy denunciado Palacios Calderón se comprometió con los candidatos del PT en Tabasco, a diputados locales y presidentes municipales a pagar toda la estructura electoral a los ciudadanos que fungirían como representantes de casillas el día de la elección, la cantidad de $2,000.00 (dos mil pesos), mil pesos pago que se realizaría antes de la elección y mil pesos terminando la elección”.
Los denunciantes señalan que “escuchamos dicha plática y participamos en esa reunión. Unos días antes de la elección dijo (Palacios Calderón) que únicamente se darían mil pesos, ya no los dos mil pesos que se había ofrecido, 500 pesos antes de la elección y 500 después de la elección”.
UN NEGRO PASADO
Nada de eso cumplió el dirigente petista. No es la primera vez que se mete en líos Palacios Calderón. En su pasado figuran actitudes poco dignas de un dirigente que se dice de izquierda al que le gusta la buena vida y, por supuesto, los negocios redituables.
La primera vez que llegó al Congreso del Estado por la vía plurinominal, 2013, quiso chantajear al entonces gobernador Arturo Núñez Jiménez. Llegó incluso a cuestionar algunas de las medidas implementadas por su gobierno, no porque fuera un defensor de las causas justas, sino porque quería vender caro su voto a favor de las iniciativas propuestas al Poder Legislativo.
Quiso hacer lo mismo en el gobierno de Javier May con la aprobación de la Reforma Judicial. El día que se sometió a la consideración del pleno legislativo local el decreto enviado por el Senado de la República, los tres diputados estuvieron ausentes. Fue un desplante del cual se tomó nota en el palacio de gobierno.
Pretextó que un bloqueo en una carretera federal de Veracruz les impidió llegar a tiempo a la sesión. Le pusieron tache y buscó la manera de justificarse. Convocó hasta a una rueda de prensa para insistir que fue involuntaria la inasistencia de su bancada, que no se volvería repetir y que el PT estaba firme en el bloque encabezado por Morena.
Lo que se le olvidó a este diputado de marras, es que Morena por sí solo tiene los votos suficientes para aprobar una reforma constitucional sin depender de sus aliados legislativos.
No hay que olvidar que le jugó sucio a Morena en las elecciones en varios municipios, como Tenosique, Jalapa y Teapa. En los dos primeros utilizando la propaganda de la coalición federal, Morena, PT y PVEM. Confundieron al electorado al decir que era lo mismo en lo nacional que en lo estatal.
En esos dos municipios ganó el PT lo mismo que en Nacajuca, aunque este último municipio se aprovechó el voto de castigo en contra de la candidata de Morena, Sheila Darlin Álvarez, quien buscaba reelegirse en el cargo y no pudo.
En Tenosique y Jalapa se impusieron los candidatos ligados al grupo político de Adán Augusto López Hernández, con el apoyo de Palacios Calderón. Mientras que en Teapa quisieron repetir la misma operación, pero les falló la jugada, porque el IPECT dictó medidas cautelares para que el también candidato adancista, Hiram Llergo, esposo de la alcaldesa Alma Espadas, no pudiera usar la propaganda de la coalición federal.
Como se podrá advertir, Palacios Calderón es un taimado, un traicionero que por dinero o privilegios es capaz de darle la espalda a quienes han confiado en él, al movimiento que, lamentablemente, hizo alianzas con este sujeto.
Todavía se recuerda cuando le ofreció una candidatura al exgobernador Manuel Andrade Díaz, al Senado o al Congreso federal, pero ante la reprobación general de actores políticos de Morena y del PVEM, tuvo que recular.
Todos sabemos quién es el famoso “puerquito Valiente”, las críticas mordaces que lanzaba al expresidente Andrés Manuel López Obrador y la hoy presidenta Claudia Sheinbaum, y pese a ello lo ofreció una candidatura cuando el PRD lo chamaqueó y el PRI lo repudió.
Este señor es todo menos un izquierdista comprometido con las causas sociales, la lucha política que en Tabasco ha costado sudor, lágrimas y sangre.
Y debe estar preocupado por lo que dijo el gobernador, Javier May Rodríguez, el miércoles pasado durante su conferencia matutina. Prácticamente lo emplazó a que dé una explicación convincente sobre la seria acusación que pesa en su contra.
Estamos hablando de más de 500 personas, no de una sola. No se trata de un chisme, sino de una carpeta de investigación. ¿Podrá esquivarla?