• La Verdad del Sureste |
  • Domingo 02 de Febrero de 2025

Los de abajo

En la mira del Gabinete de Seguridad federal los cabecilla de la violencia

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Una pregunta obligada: ¿El brazo ejecutor de la justicia federal llegará hasta quienes permitieron y consintieron que el crimen organizado sentara sus reales en el estado?
A raíz de los últimos acontecimientos en el estado y otras latitudes, relacionados a la inseguridad que priva en suelo tabasqueño, se puede inferir que está en curso una operación enjambre.
Aunque no se ha hecho un anuncio público que indique que está en marcha este operativo, se lleva a cabo de manera efectiva y silenciosa. Apunta hacia los principales generadores de violencia que, como bien dijo el secretario de Gobierno, José Ramiro López Obrador, se sentían intocables en el sexenio pasado.
Los objetivos principales de las fuerzas federales y estatales son los que encabezan la estructura criminal de la organización conocida como “La Barredora”, cuyos nombres son citados en reportes periodísticos elaborados con base a informes de inteligencia recabados por el Centro Regional de Fusión de Inteligencia del Sureste.
Uno de los cabecillas es Carlos Tomás “N”, capturado el domingo pasado en Puebla, y ya recluido en el CREST, a la espera de que un juez de control determine su situación jurídica en la audiencia programada para este sábado, de acuerdo a reportes policiacos.
Faltan varios que aparecen en ese mapa criminal elaborado por el CERFI Sureste, sobre todo el principal cabecilla, según los informes de inteligencia: Hernán Bermúdez Requena, quien al parecer ya anda a salto de mata, le pisan los talones muy de cerca el Ejército, la Marina y la FGR.
Lo misma suerte dicen que corre Ulises Pinto Madera, un expolicía federal que operaba para los Zetas en Quintana Roo, y que estuvo detenido seis meses en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, pero que fue dejado en libertad para reintegrarse a las actividades delictivas de los Zetas, según publicó la prensa mexicana en su momento. Eran los tiempos de Genaro García Luna, el narco metido a policía en el gobierno de Felipe Calderón.
El medio digital Cambio 22, que se edita en Quintana Roo, ha publicado una serie de reportajes que dan cuenta de la historia y el “oscuro pasado” de Pinto Madera. Según ese medio, cuando operaba para los Zetas “bañó de sangre” esa entidad “como hoy lo hace en Tabasco”.
Refiere que este personaje reapareció en Tabasco cuando Bermúdez Requena fue designado por el entonces gobernador, Adán Augusto López Hernández, titular de la SSPC en diciembre de 2019.
Asegura que, “en el bajo mundo” y en el medio policiaco se le conocía como “El 13” y como “Comandante Pinto”, y formaba parte del “Staff” del exsecretario.
No estaba en la corporación, pero usaba el uniforme oficial y, según Cambio 22, se ostentaba como comandante de “Fuerzas Especiales”, y “realmente su trabajo era sucio, cobros de extorsiones, secuestro, trasiego de droga, huachicoleo y mantener a raya a cualquier organización criminal que osara entrar a territorio tabasqueño.
“Todo lo ilegal y criminal lo coordinaban “el 12” (Carlos Tomás “N”) y “El 13”. Eso está consignado en los reportes de inteligencia militar y se conoció como “La Barredora”, la organización criminal protegida por mandos policiacos de Tabasco encabezados por Hernán Bermúdez Requena, el original “Comandante H”. Hoy Pinto Madera opera para el CJNG, de acuerdo a lo publicado en varios medios.
Lo interesante de este operativo es saber si el Gabinete de Seguridad Federal apuntará a quienes permitieron que el estado fuera entregado a una organización criminal que hoy lo tiene sumido en la inseguridad.
Bermúdez
Requena y su
licencia para
delinquir
Los simpatizantes de AMLO padecieron en los noventa la furia y soberbia de Bermúdez Requena, que después servir a Roberto Madrazo regresó a un gobierno de Morena.
No hay que olvidar que en el gobierno anterior, Bermúdez Requena despachó primero como director de la Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado ¿Quién lo puso ahí, el fiscal Jaime Lastra? ¿Acaso son los que nombraron a Bermúdez a los que hizo referencia Pedro Jiménez cuando dijo que no es la oposición sino el “fuego amigo” los que quieren derrocar a Javier May? Serían en todo caso enemigos declarados y, por tanto, muy peligrosos porque están acostumbrados a actuar en las sombras.
Lo interesante es ver también qué harán los sicarios informativos, los actores políticos y medios alineados a estos enemigos si el brazo de la justicia federal decide actuar y llegar hasta ellos. Si de por sí están expuestos a que les finquen responsabilidades, pues con el pretexto de la libertad de expresión hacen apología del delito y como dijo un diputado local, están convertidos en “voceros” del crimen organizado.
No hay que perder de vista que el presidente Donald Trump ya declaró a los grupos del narcotráfico como organizaciones terroristas y eso, quiérase o no, mete mucha presión al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La mandataria no está dispuesta a permitir que marines o fuerzas especiales de Estados Unidos vulneren la soberanía nacional con el pretexto de perseguir en territorio mexicano a los narcos, pero tampoco se quedará de brazos cruzados, sino que actuará en consecuencia para pacificar el país.
El reforzamiento de la estrategia de seguridad del gobierno federal obedece también a esta dinámica y pasa necesaria y obligadamente por Tabasco. Esto apenas empieza.