Se trata de una estrategia diseñada para crear un clima de temor entre la población tabasqueña para que se sienta insegura y así mantener viva la percepción de que estamos muy mal en seguridad, que todo lo que hace el llamado “Gobierno del Pueblo” para devolverles la paz y la tranquilidad a los tabasqueños no funciona, no surte efecto.
A diario la gente es bombardeada con noticias sobre hechos de violencia. Se reproducen como hongos en diversas plataformas digitales y circulan profusamente en grupos de WhatsApp, sobre todo las noticias falsas, como la que difundieron el miércoles pasado, de una supuesta balacera en la ranchería Plátano y Cacao del municipio de Centro.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) no sólo tiene que combatir la delincuencia, sino también las noticias falsas que supuestos medios digitales, vivales, periodistas chantajistas y gente sin oficio ni beneficio difunden irresponsablemente para sembrar miedo y zozobra.
Todo este impacto mediático deliberado, en el que también intervienen intereses políticos y económicos, crea la percepción ciudadana de que Villahermosa es la ciudad donde la gente corre mayor peligro por la delincuencia, que es más insegura que otras capitales de estados donde se cometen el doble o el triple de homicidios que en Tabasco.
Los datos duros y oficiales reflejan otra realidad que la percepción ciudadana crea como consecuencia de la mayor exposición a que están expuestos los ciudadanos con notas sobre hechos de sangre.
Esta circunstancia, creada de manera artificial por adversarios y enemigos declarados del gobierno de Javier May, contribuye a que no se note o se perciba que la estrategia de seguridad no está dando resultados, por más que se diga que en lo que va de esta administración se han detenido más de 300 generadores de violencia.
Nada de lo que hagan las fuerzas de seguridad federales y estatales se notará más que las noticias de un ejecutado o descuartizado o una narco manta con mensajes amenazantes a mandos policiacos.
NÚMEROS Y
PERCEPCIONES
Veamos los números de manera objetiva. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2024 se cometieron en Tabasco 892 homicidios dolosos lo que la ubica en el sitio 17 en el escenario nacional, cifra que contrasta con la registrada en Guanajuato en ese mismo periodo, 3 mil 151 víctimas, que colocan a esa entidad como donde más crímenes se cometieron en el país.
Entonces uno se pregunta, cómo es que Villahermosa es la ciudad más insegura del país si registra dos veces menos homicidios dolosos que en la tierra de José Alfredo Jiménez donde, dice una de sus canciones, “la vida no vale nada”.
Es la narrativa difundida intencionalmente lo que crea ese espejismo mediático. Por eso vemos todos días en las redes sociales un manejo tendencioso de los hechos de violencia, que son magnificados para meter miedo a la gente y generar la percepción de que vivimos “un infierno”.
Evidentemente que los delincuentes están más que complacidos que se genere esa percepción negativa que golpea de lleno a las autoridades, porque eso abona a sus intereses, casi casi se congratulan de tener a actores políticos, periodistas y medios de comunicación como aliados y voceros.
Consciente o inconscientemente hacen apología de la violencia y si la autoridad cuestiona esa actitud, ese manejo tendencioso de la información, acusan que se atenta contra la libertad de expresión o salen a decir que el gobierno reacciona así porque no le gusta que le digan que no puede con la inseguridad, que la delincuencia está ganando la batalla.
Claro, eso vende más, eso genera más ruido, a que se diga que desde que se reforzó la estrategia de seguridad, a principios de este mes, se ha reducido en un 50 por ciento los homicidios dolosos.
Tabasco no es Guanajuato, ni Baja California, ni el Estado de México ni Chihuahua, entidades donde más crímenes dolosos se comenten y cuyas principales ciudades son consideradas de alto riesgo, muy peligrosas.