• La Verdad del Sureste |
  • Sábado 19 de Abril de 2025

Los de abajo

Malandros vivían a todo lujo sin ser molestados

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• Que delincuentes convivieran con políticos y empresarios como si nada, habla del grado de complicidad que se permitió

El arsenal encontrado en una residencia del exclusivo fraccionamiento El Country, de Villahermosa, es un hecho de trascendencia que no puede pasarse por alto con el argumento de la secrecía de las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía General del Estado, que por ministerio de ley le corresponde indagar este episodio.
Habla también del grado de infiltración al que se le permitió llegar al crimen organizado en Tabasco en el pasado, sobre todo que se consolidó con Hernán Bermúdez como jefe policiaco. El hecho de que delincuentes peligrosos convivieran como si nada con lo más granad0o de la política y el sector privado locales, despierta muchas suspicacias.
No es un asunto menor sino de la mayor relevancia y la autoridad tiene que informar para evitar que haya toda clase de especulaciones, como las que ya circulan en redes sociales sobre la pertenencia de ese domicilio cateado por un operativo realizado por fuerzas federales y estatales, hace apenas unos días.
¿De qué más nos vamos a enterar en los días venideros acerca de la operatividad y, por supuesto, del grado de complicidad que aseguraba a criminales desplazarse libremente y como pedro por su casa en zonas residenciales de alta plusvalía?
El año pasado, cuando Hernán Bermúdez Requena había sido destituido como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana –la versión oficial es que renunció- los operativos de Tabasco Seguro, integrado por elementos federales y estatales, pusieron al descubierto una serie de hechos que evidenciaron que entre los delincuentes y los mandos policiacos de ese entonces había un estrecho vínculo.
Hallaron talleres mecánicos que resultaron ser fachadas para ocultar carros robados y patrullas clonadas y hasta un C-4 hechizo. Casi frente a la residencia de Bermúdez Requena, hoy prófugo de la justicia, según el periodista Ciro Gómez Leyva, una bodega funcionaba también como guarida de malandros e igual había autos robados.
Ahora que entró en operaciones la Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca se le ha dado fuertes golpes al crimen organizado, han sido detenidos sujetos peligrosos pertenecientes a los grupos delincuenciales que operan en la entidad.
Se desmontaron numerosas cámaras de video-vigilancia que la delincuencia organizada instaló en puntos estratégicos de la ciudad y eso sólo pudo hacerse con la complicidad de quienes estaban al frente del C-4, sostiene uno de los nuevos mandos policiacos.

EL HILO DE LA MADEJA
Lo que ocurrió en El Country supera por mucho todo lo anterior y se tendrá que llegar al fondo de este asunto, porque no puede ser que delincuentes convivan tranquilamente con gente pudiente, entre los que figuran varios personajes prominentes de la política local y del ámbito empresarial.
Es imposible que no se hayan percatado de la presencia de esa gente en sus dominios, sobre todo, porque en ese fraccionamiento hay, según se presume, un sofisticado sistema de seguridad para garantizar la tranquilidad y custodia de los residentes de esa exclusiva zona residencial.
Una de las versiones extraoficiales que se han esparcido por internet, ante la falta de información oficial, afirma que esa residencia pertenece a Ulises Pinto Madera, uno de los delincuentes más buscados por ser un peligroso “generador de violencia” en el estado y antiguo miembro de “La Barredora”, y actual integrante del conocido cártel.
Pinto Madera figura en los informes de inteligencia militar elaborados por el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CERFI). Siempre según ese informe que circuló ampliamente en los medios, era parte de la estructura criminal de “La Barredora”, colocado junto a Bermúdez Requena, José del Carmen Castillo, excomisionado de la Policía Estatal, Carlos Tomás Díaz Domínguez, alías “Tomasín”, preso en un penal federal de máxima seguridad en San Luis Potosí, Leonardo Arturo Leyva, entre otros.
Lo que se puede leer en los medios, inclusive internacionales, es que en diciembre de 2023, la víspera de la navidad, hubo una escisión en esa célula que operaba para el CJNG y en su propia casa del exclusivo Fraccionamiento Campestre, Pinto Madera intentó acabar con la existencia del entonces jefe policiaco. Falló y se armó la balacera y dos de los policías que cuidaban su casa fueron levantados y tiempo después aparecieron muertos y mutilados.
Así, afirman los medios, se dio la división y de ser socios pasaron a ser enemigos. Esta guerra es lo que ha manchado de sangre a la entidad y la mayoría de los homicidios violentos tienen este origen, lo que no deja de ser lamentable, porque se trata de vidas humanas.
La autoridad tiene que informar sobre este acontecimiento de El Country para evitar todo tipo de especulaciones. Es un hecho público y notorio (no dije notario) que se tiene que aclarar y llegar hasta sus últimas consecuencias.
Se quiera o no, se deberá pedir explicaciones a quienes estuvieron al frente del estado, porque resulta poco creíble que no sabían que todo esto estaba pasando, máxime que decían que tenían en sus filas a un policía modelo. Sí, como no.