Los opositores han utilizado la tragedia para hacer rapiña política. Sin el menor escrúpulo han pretendido medrar políticamente de sucesos lamentables, como el accidente del buque escuela Cuauhtémoc que chocó con el puente de Brooklyn de Nueva York y que causó la muerte de dos cadetes; el asesinato Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno, y de José Muñoz, coordinador de asesores del gobierno de la Ciudad de México.
Como buitres, adversarios políticos, periodistas y medios de comunicación se lanzaron a dar la noticia como si se tratara de una carroña y no de vidas humanas, sin siquiera investigar los hechos o adelantarse a las pesquisas de las autoridades.
Todos se lanzaron para condenar a la Secretaría de Marina por el lamentable percance ocurrido en el canal del East River donde se halla el puente Brooklyn. Se usó la tragedia para golpear a la Marina y a su titular y de paso a Morena, con el argumento que todo lo que hace Morena tiende a la destrucción.
Políticos como Ricardo Anaya, quien por el fuero de senador no puede ser detenido por los delitos que le imputa la FGR y razón por la cual estuvo seis años exiliado en Estados Unidos, sacó conclusiones precipitadas y se puso hablar mal de la marina.
En redes sociales dieron rienda suelta a los troles que controlan los conservadores para atacar a la presidenta Claudia Sheinbaum y para dudar de la preparación de los marinos mexicanos, hace escarnio del trágico accidente y arremeter contra la Marina.
Pero como bien dice el dicho: más pronto cae un hablador que un cojo, así pasó con estos carroñeros de la política y del periodismo.
Raymundo Pedro Morales, secretario de Marina, reveló que un piloto del puerto de Nueva York maniobraba el buque Cuauhtémoc al momento del impacto con el puente de Brooklyn. Explicó que en esa ciudad norteamericana “el buque tiene que ser controlado por un piloto de puerto especializado del Gobierno de Nueva York”.
Lo dicho por el secretario de Marina fuera corroborado por una portavoz de la Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), que un piloto local estaba a bordo del barco, como parte del protocolo del puerto.
“Sí, un piloto local estaba a bordo del buque para ayudarles a navegar mar adentro. Esta es una práctica habitual en los puertos de Estados Unidos”, refirió el organismo.
LUCRO PARTIDISTA
Por ello, en su conferencia matutina del lunes pasado, la presidenta no dudó en calificar de “mezquinos” a quienes se lanzaron en contra de la Marina y de su titular en lugar de solidarizarse
En su informe preliminar sobre el incidente ocurrido la noche del 17 de mayo en las aguas del río East, Nueva York, NTSB reportó que 45 segundos antes de la colisión, la embarcación "Cuauhtémoc" emitió múltiples llamadas de emergencia por radio para solicitar asistencia de remolcadores debido al riesgo inminente de choque.
Lo mismo sucedió con el uso político del asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, y de José Muñoz, coordinador de asesores, por parte de adversarios y medios de comunicación.
Diversas voces han condenado la politización de esta tragedia, por considerar que es un acto cuestionable y poco ético aprovechar un crimen de alto impacto para obtener ventajas políticas.
La utilización de una tragedia como esta para atacar al gobierno, sin pruebas concluyentes, ha sido señalada como una práctica que desvirtúa el duelo de las víctimas y sus familias.
La presidenta Claudia Sheinbaum, en el caso del accidente del "Cuauhtémoc", ya había calificado como “mezquindad” los intentos de lucrar políticamente con tragedias, un argumento que resuena en este caso. Francamente estos actores políticos han pedido respeto hacia las víctimas con especulaciones que alimentan narrativas políticas.
Usar esta tragedia para fines políticos es deleznable, sobre todo si no hay avances claros en la investigación que revelen las causas de este doble homicidio. En ese sentido, resultó lamentable lo que hizo el reportero de TV Azteca, medio que trae una campaña en contra de la presidenta y la elección judicial, quien sin el menor rubor dijo que se trató de un ajuste de cuentas, actitud que fue duramente criticada en redes sociales.
Aquí en el estado, los adversarios políticos y mediáticos han actuado de la misma manera con dolo y mala fe. Lo hicieron hace unos días con la mujer que apareció asesinada y colgada de un árbol en una comunidad de Centla, hecho que atribuyeron al crimen organizado.
Aseguraron que se trataba de una mujer embarazada. Lanzaron ataques a diestra y siniestra en contra del gobierno de Javier May, pero en menos de 24 horas se aclaró el suceso: el asesino fue su expareja y la mujer no estaba encinta. Ni siquiera se molestaron en hacer la aclaración porque sería tanto como desmentirse así mismos.
La desgracia de los cuatro mecánicos que perdieron la vida de manera trágica y cruel también fue utilizada para sacar raja política, principalmente los dirigentes del PRI. Esa postura le da la razón al secretario de Gobierno, José Ramiro López Obrador, de llamarlos buitres que solo están a la espera de un cadáver para lucrar políticamente con el dolor humano.