A poco más de tres meses de iniciado el programa Pescando Vida, impulsado por el Gobierno del Estado, las familias beneficiarias en Jonuta reportan avances significativos en la producción de tilapia, fortaleciendo su economía y promoviendo la soberanía alimentaria.
En la comunidad de San José, 100 familias participan activamente en el proyecto, que les proporciona alevines, materiales y un apoyo económico mensual de 5 mil pesos para gastos diarios e insumos de crianza.
Evangelina García Magaña, beneficiaria del programa, destacó que ha dedicado tiempo y esfuerzo al cuidado de sus mojarras, las cuales ya alcanzan entre 320 y 415 gramos. Aseguró que planea reinvertir las ganancias de la venta para ampliar su producción.
Junto a su esposo e hijos, Evangelina ha contado con asesoramiento técnico constante para garantizar el adecuado desarrollo de los peces, que podrán ser comercializados o destinados al autoconsumo.
Otro beneficiario, Jacinto Santiago Guerrero, afirmó que en más de 50 años nunca había recibido un apoyo similar y reconoció que el programa representa una oportunidad para mejorar la calidad de vida de quienes viven en comunidades rurales.
La siembra de tilapia en la ribera del río Usumacinta es supervisada por técnicos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca (Sedap) en coordinación con las Comunidades de Aprendizaje Acuícola (CAA). La primera cosecha está prevista para octubre y se espera que fortalezca la organización social y la economía local.
Para Andrea López, el proyecto significa un cambio importante: antes, comerciantes externos adquirían las mojarras de los pescadores locales; ahora, los propios habitantes podrán producir y vender directamente en los mercados.
Además del beneficio económico, el programa fomenta la transmisión de conocimientos a las nuevas generaciones. “Mis hijos también están aprendiendo sobre el cuidado y crianza de los alevines. Ellos ya saben cómo alimentarlos cada dos horas para obtener buenos resultados”, señaló una de las participantes.