Gordillo de Dios y su señora esposa, Rosa Aurora Presenda visitaron la Casa de la Cristiandad donde cientos de cunduacanenses se encuentran albergados.
Durante el recorrido el alcalde fue recibido con muestras de cariño y conoció de propia mano la necesidad de los albergados. De la misma forma agradeció el apoyo incondicional del Ejercito Mexicano cuyos elementos han apoyado en las labores de evacuación, alimentación y protección de las familias cunduacanenses.
Tras visitar los diversos pabellones en los que ha sido dividido el albergue y en donde viven cerca de 200 personas, Gordillo de Dios a pregunta expresa de medios de comunicación comentó que se encuentra bastante preocupado por las diversas comunidades que se encuentran entre el agua y por el panorama poco alentador que las autoridades han plasmado en sus reportes.
Aclaró que por el momento se ha logrado darles atención a todas las familias albergadas, sin embargo dijo que el Ayuntamiento no tiene la capacidad económica para ofrecer ayuda a todos en caso de que las cifras se incrementen alarmantemente. No obstante Gordillo de Dios dijo que tocará las puertas que sean necesarias para hacerse de recursos para poder afrontar esta situación. Por este motivo invitó al gobierno de Tabasco para que los apoye con recursos para darle atención a todos los afectados. Abundó además, que los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) no les han llegado.
De la misma forma indicó que ha instruido a la dirección de seguridad pública, la coordinación de protección civil y al personal del DIF municipal, estar al pendiente de las familias en las comunidades en peligro, aunque lamentó que a pesar de la labor de convencimiento que se ha hecho en las zonas afectadas, muchas familias aún se niegan a abandonar sus casas por miedo a perderlo todo. Sin embargo, aclaró que las pertenencias de quienes han decidido dejar sus hogares han resguardado sus cosas en una de las naves del Parque Industrial.
Por último invitó a la población cunduacanense al estar al pendiente de los incrementos de las aguas, salir de sus casas al menor indicio de peligro y dirigirse a los albergues establecidos en la cabecera municipal y en las comunidades en las escuelas y centros de salud.
