• La Verdad del Sureste |
  • Miércoles 24 de Abril de 2024

RESCUATES

26 de abril.


Emmanuel Ruiz Subiaur.


El Presidente López Obrador debe aclararle a la población en general, con pertinaz insistencia y poderosa contundencia, que el llamado Banco de México, NO ES una dependencia del gobierno federal.
Debe decirle con claridad meridiana a la población, que el Banco de México es una sociedad anónima y organismo privado. Si no lo aclara ya, todas las acciones de carácter monetario y económico que haga el Banco de México, caerán sobre los hombros de la 4T.
El común de la población, incluidos políticos, economistas y comerciantes, creen que el Banco de México es una dependencia del gobierno federal y en consecuencia, piensan que todos los desórdenes y enredos que hace ese organismo los hace y ordena el gobierno federal.
No es así: el Banco de México es una sociedad privada y sus socios son los bancos comerciales. En otros términos: los dueños y amos del Banco de México son los bancos extranjeros y nacionales que operan en el país.
De la misma manera como se define y opera en Estados Unidos lo que es la FED (Banco de la Reserva Federal), opera y es definido el Banco de México. Lo de EU es perfectamente aplicable al Banco de México: una corporación privada que imprime nuestros billetes ordenándoselo a la Casa de Moneda de México.
Y es urgente, por el bien de los mexicanos, que López Obrador se atreva a desenmascarar al Banco de México, porque esta corporación está tomando decisiones que van a dañar más y hondamente a la economía doméstica, a la población en general y al gobierno federal.
Ya lo hizo cuando de un zarpazo perruno decretó el quitar tres ceros al peso, crear los llamados Nuevos Pesos, decisión del Banco de México por lo cual, de un día para otro, si usted tenía 1000 pesos terminó teniendo solo 1 peso. El 31 de diciembre de 1992 dormíamos algunos con 10,000 pesos en la cartera y amanecimos, al otro día, el 1 de enero d 1993 con esos billetes pero que valían 10 pesos. El Banco de México junto con Carlos Salinas y Pedro Aspe convirtieron nuestros billetes en puro papel sin valor.
Hoy las acciones de los banqueros del Banxico contra la población y el gobierno federal son claras y apuntan a la implementación de alguna perversidad como la de quitarle tres ceros al valor del peso, como lo hiciera mediante decreto publicado el 22 de junio de 1992 en el Diario Oficial de la Federación para crear los Nuevos Pesos.
Si López Obrador no aclara nítidamente lo relativo a lo privado del Banxico, toda la culpa del desastre le caerá a él. No basta con declarar que, así como Juárez separó a la Iglesia del Estado, ahora lo que hay que hacer es, “separar al poder político del poder económico” (aquella fórmula que le sugiriera un anciano de San Quintín).
Hoy las presiones del capital internacional para que el gobierno federal de López Obrador se endeudara más de lo que ya lo dejaron endeudado Salinas, Zedillo, Fox, FeCal y Peña, fueron fuertes. Tanto los organismos financieros internacionales (FMI, BM y BID) primero, y luego los bancos prestamistas que los componen, impusieron y ejercieron gran presión. Toparon con pared. No se pidió ningún préstamo más ni se comprometió deuda.
A la vez que los financieros internacionales presionaban, acá en el país, un grupillo de banqueros banidos y supuestos empresarios, exigían a López Obrador les diera multimillonarias cantidades para “ser rescatados” de la situación del Corona. Ambos grupos de depravados toparon con pared.
Pero es tal la perversidad y la avaricia de estos capitales, que movieron sus resortes y ordenaron a sus enclaves actuar para que el organismo empresarial privado que se denomina Banco de México, les fondeara centenas de miles de millones de pesos. El organismo, autónomo del gobierno federal, llamado Banco de México sacó 750 mil millones de pesos para rescatar a los banqueros. No es un rescate a la población ni al pequeño comerciante, al gobierno federal, es dinero para sus socios y dueños del Banxico. Es un “rescuates”.
Ese dineral es para capitalistas privados no para el gobierno federal ni llegará a la población. Piensan repetir con esa transacción el operativo FOBAPROA: dinero para los banqueros y empresarios particulares y luego traspasar la deuda al gobierno para que la paguemos todos.
Con esa perversa acción tratan, a toda costa, de endeudar más al gobierno federal. Pero ¿De dónde salieron los 750 mil millones si el Banco de México afirma que no tenemos dinero?
Como López Obrador no se chupa el dedo, aclaró contundentemente el 22 de abril: “no toquen las Reservas de México porque esas NO SON DEL Banco de México sino de México, las Reservas son de la nación”.
Y haciendo como que se equivocaba afirmó: como ya se sabe el “Banco de México es un organismo autónomo del gobierno de México”, para luego hacer como que corregía y decir: “Es un organismo del Gobierno pero autónomo”. ¿No se atreve López Obradora decir la verdad?
Y este es el punto que me interesa resaltar hoy. Tanto el Banco de México (Banxico) como la Reserva Federal en Estados Unidos (FED), no son dependencias del gobierno federal de México o Estados Unidos. Son BANCOS PRIVADOS.
En el caso de México, los gobernadores y consejeros del Banxico son los representantes de los accionistas de los bancos privados y en la asamblea tienen voz y voto. El gobierno federal, en cambio, ahí es “convidado de piedra”. En esas sesiones asiste a ellas el Secretario de Hacienda con voz pero sin voto.
Banxico en México es una corporación privada cuyos dueños son los bancos privados y comerciales que operan en el país (85% de ellos de capital extranjero). De igual manera la FED en EU.