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  • Domingo 23 de Febrero de 2025

Respuesta sin demora en Jornadas de Atención al Pueblo en Territorio

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Villahermosa, Tab., 22 de febrero de 2025.- “¡Ya está ahí May, ya está ahí May!”, gritó una voz por la brecha del ejido Santo Tomás, donde don Mario Pérez Chablé estaba al pendiente de la alerta. De inmediato tomó su bastón de bambú, hecho con sus propias manos un año atrás, y salió cargado de esperanza, a la cancha deportiva del Centro Integrador Moctezuma, en Paraíso, donde se realizaría la Jornada de Atención. El cielo estaba nublado pero los ojos del septuagenario no pudieron verlo, solo su cara y sus manos sintieron la fina lluvia que caía.
“Yo lo estaba esperando, porque muchas veces me he sentido desesperado con mi vida —contó el abuelo luego de hablar con el Gobernador Javier May Rodríguez—. No tardé en que me pasaran con él y me dijo ‘ve para allá, con el personal, allá van a atender lo de tus ojos’. Me hacía mucha falta esto. Ni una vez me había visto un médico y ahora un doctor me turnó para una operación de cataratas”, relata el abuelo que no pudo contener lágrimas por la esperanza de que pronto volverá a leer su amada Biblia.
A Baltasar Chablé González no hubo nadie que le avisará en la ranchería Libertad, segunda sección, que ya habían llegado las Jornadas de Atención, pero lo sabía porque se enteró por redes sociales. Montado en una bicicleta que él adaptó como silla de ruedas y a la que llama “bicisilla”, ya que es impulsada con sus manos, manejó media hora para llegar a hablar con la primera autoridad del estado. Apenas contó al Gobernador la necesidad que tiene para obtener un dispositivo médico por una dolencia que padece, don Baltasar halló un alivio y esperanza para su vida.
“Me atendieron rápidamente. Cuando anduvo en campaña, crucé algunas palabras con él, pero ya hoy hablé más tiempo y me canalizó con las autoridades médicas, que resolvieron apoyarme a través del Hospital Juan Graham Casasús, pero como estaba la directora del Hospital de Paraíso, quedaron en que me lo darán directamente allí. Gracias a Dios me han solucionado este problema”, contó con gran ánimo.
A doña Julieta hace un mes la visitaron en su casa, en la ranchería las Flores, tercera sección, el personal del DIF, a quienes les entregó una solicitud para una silla de ruedas. Su suegro, que es como su segundo padre, necesita una nueva, ya que la que tiene es prestada. Como buena hija, hoy acudió a la Jornada, avisada por el mismo que la visitó, para que recibiera la tan anhelada silla.
“Mi suegro, que se llama don Irineo, va a estar muy feliz. El pobre tiene una silla de ruedas destartalada, que le prestaron hace como seis años, de la cual ya se me ha caído. El pobrecito está sufriendo porque padece de mala circulación, que lo ha llevado a perder una pierna y los dedos chiquitos de la otra. Pero gracias a este Gobierno, gracias al Gobernador, tendrá una vida mejor desde ahora”, agregó con la voz entrecortada.
Lisbeth Cornelio, la muchacha que recibió a los tres, pertenece a la Jurisdicción Sanitaria de Paraíso, y es la segunda vez que participa en una Jornada de Atención. Ella contó que, en la primera ocasión, en villa Puerto Ceiba, anotó para los servicios a unas 500 personas. No han dado las ocho de la mañana y ya llevaba anotadas para atención de algún servicio a 90 personas.
“Siempre me ha gustado ayudar a la población, sobre todo a la más vulnerable, que a veces no está en el radar de las autoridades. Por eso, estoy muy contenta y agradecida con el Gobernador, que ayuda y ve a la población más vulnerable de Tabasco. En poco tiempo se están dando grandes cambios”, señaló la pedagoga con 29 años de edad, mientras comenzaba de nuevo a atender a una persona de la tercera edad.