En Nayarit, Banco Azteca obtuvo en 2021 una concesión de 45 mil metros cúbicos por año. Eso equivale a 45 millones de litros. La cifra resulta llamativa, pero no es la más grande.
La confrontación pública entre el empresario Ricardo Salinas Pliego y el Gobierno Federal, a menudo centrada en la negativa al pago de impuestos y la defensa de la "libertad económica", esconde un conflicto de fondo mucho más profundo y estratégico: la acumulación de vastas concesiones de agua en regiones clave de México, un recurso vital y cada vez más escaso.
Este patrón de acaparamiento, que involucra a diversas empresas de Grupo Salinas, ha encendido alertas entre especialistas e investigadores que estudian la crisis hídrica nacional, señalando que el agua se ha convertido en un activo de poder económico y político.
El conflicto en el campo de golf de la Bahía de Tangolunda, Huatulco, aunque visible, es solo un síntoma del problema. Tras la expiración de la concesión de 85 hectáreas —otorgada durante el sexenio de Felipe Calderón—, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró el predio como Área Natural Protegida.
Aunque el empresario reaccionó llamando "expropiador" al gobierno, las autoridades ambientales revelaron elementos críticos:
- Uso sin Permisos Válidos: La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) documentó que el campo de golf habría estado utilizando agua para riego cuando sus concesiones vigentes solo autorizaban el uso para acuacultura.
- Consumo Desmedido: Se estimó que el riego del campo de golf podría consumir hasta diez veces más agua que la utilizada por toda la población de Huatulco en un día, exponiendo el nivel de uso intensivo y la operación del empresario en una zona bajo estrés hídrico.
El verdadero poder hídrico de Salinas Pliego reside en sus empresas financieras. Banco Azteca, una institución cuya actividad central no requiere de grandes volúmenes de agua, posee al menos tres concesiones de agua registradas, que han generado gran extrañeza entre los analistas:
| Concesión | Ubicación | Volumen Anual Autorizado | Equivalencia |
|---|---|---|---|
| Título 1 | Huixquilucan (2017) | 2,200,000 metros cu?bicos | 2,200 millones de litros. (Equivalente al consumo de Iztapalapa por casi 10 días). |
| Título 2 | Nayarit (2021) | 45,000 metros cu?bicos | 45 millones de litros. |
| Título 3 | Desconocida | Uso para descargas | - |
La concesión en Huixquilucan, una zona con severo estrés hídrico, es particularmente preocupante. El volumen autorizado a un solo actor privado concentra un recurso similar al que requiere una población de más de 1.8 millones de personas (como Iztapalapa) durante un periodo de casi diez días.
Los investigadores Wilfrido Gómez Arias y Andrea Moctezuma han advertido que este patrón sugiere una tendencia alarmante: instituciones financieras están adquiriendo títulos de agua para participar en un mercado emergente. Desde 2020, el agua comenzó a cotizar en los mercados de futuros, permitiendo la especulación y la acumulación estratégica de reservas por parte de grandes corporaciones.
“Las concesiones de agua no son simples trámites; representan poder económico y capacidad de influir sobre regiones enteras”.
Las concesiones de Banco Azteca están registradas bajo la categoría de "servicios", una de las menos reguladas por la Ley de Aguas Nacionales, lo que deja un amplio margen para la interpretación y manejo flexible del recurso.
La acumulación de concesiones no se limita a Ricardo Salinas. El grupo familiar mantiene otros títulos y operaciones relacionadas con el agua:
- Ixtapaluca: Existe un título de agua otorgado al grupo en 1994 por 638 mil metros cúbicos al año.
- Empresas de Agua: Esther Salinas Pliego, hermana del empresario, controla el 60% de la empresa Distribuidora y Comercializadora de Agua México, que, aunque no tiene concesiones registradas ante Conagua, ofreció bebidas y agua purificada con la marca Azul Maya, cuyo origen hídrico no es público.
- Conflicto en Río Chalma: Campesinos denunciaron que el Centro de Capacitación de Alto Rendimiento Azteca, también propiedad del grupo, instaló cercas y guardias privados para impedirles el acceso al Río Chalma, un conflicto que ha continuado a pesar de las órdenes de un tribunal agrario de restituir el paso.
En un país donde la crisis hídrica se agrava y millones de personas dependen de pipas y esperan horas para llenar un tambo, la concentración privada de este recurso adquiere una dimensión política fundamental.
Las concesiones, subraya la nota, "no son simples trámites administrativos. Representan poder económico, herramientas de presión y capacidad de influencia sobre regiones enteras".
La batalla de Salinas Pliego con el Estado, por lo tanto, no es solo por dinero o por ideología, sino por el control de un recurso estratégico que se ha convertido en un instrumento de poder en México.
#TomaNota
• Concesión en Huixquilucan: 2.2 millones de m³ anuales (zona con estrés hídrico).
• Impacto local: riesgo de menor disponibilidad para comunidades cercanas.
• Mercado del agua: desde 2020 permite especulación y compra de futuros.
• Casos activos: Tangolunda, Río Chalma e Ixtapaluca bajo observación pública.
