“Los dueños de esas estructuras no son comandantes colombianos, son los que compran la cocaína de origen mexicano. El cartel de Sinaloa es el jefe actual del ELN (Ejército de Liberación Nacional)”, aseguró el mandatario izquierdista en un discurso en la ciudad de Bucaramanga.
El gobierno de Colombia lidera una ofensiva militar contra los rebeldes en la frontera con Venezuela desde mediados de enero, tras una sangrienta arremetida del grupo armado contra la población civil y miembros de la FARC.
La ola violenta deja al menos 53 muertos confirmados, ocho desaparecidos y más de 50,000 desplazados.
Colombia es el principal país productor de esa droga en el mundo y desde hace al menos una década se conocen los vínculos entre sus grupos armados con el cártel internacional de Sinaloa, fundado por “El Chapo”, quien purga prisión perpetua en Estados Unidos.
La organización atraviesa un proceso de desfragmentación tras la captura en julio de 2024 de su cofundador, Ismael “El Mayo” Zambada, un vacío de poder que desató una guerra entre dos facciones del grupo que han dejado desde mediados del año pasado unos 750 asesinatos y casi 900 desaparecidos en el noroeste de México.
En enero, el concejal de Bogotá Julián Sastoque hizo público un informe policial de 2023 según el cual la guerrilla de origen guevarista, “están entablando alianzas criminales internacionales y negociando” con el cártel de Sinaloa “a través del intercambio de clorhidrato de cocaína por armamento especializado”.