“Este programa sí es humanitario. No cabe duda de que este Gobernador sí tiene corazón”, dice el veterano pescador mientras espera a su señora, que ha pasado a consulta en una de las unidades móviles de Salud.
“Todavía no sé la fecha porque antes de mí, según oí en la radio que dijo Javier May, hay mil que también se operarán de cataratas. Pero me siento feliz y voy a empezar a contar los días para la cuenta regresiva de mi operación”, dijo.
Su voz se entrecorta al explicar cómo fue perdiendo la visión hasta quedar reducido a una hamaca y con el suicidio punzándole el corazón.
“Ya no quería vivir porque yo estaba acostumbrado a pescar, a manejar camionetas cargadas de pescado a La Viga, en Ciudad de México. Pero conforme perdí visión limité mi ventita hasta Villahermosa hasta que todo en mis ojos se oscureció” comentó.
Afortunadamente, sus hijos, nietos, nueras y hasta el propio Euclides Alejandro, cuando era diputado local por Cárdenas, cooperaron para una vaquita donde pudieran operarlo.
El dinero solo alcanzó para un ojo, gracias al cual, luego de ver al doctor, volvió a ver a su esposa, que nunca lo abandonó. La esperanza estaba ahora aclarándose.
La intervención del ojo derecho que podría costarle entre 25 y 35 mil pesos, esta vez será gratuita gracias al Gobierno del Pueblo.
“¡De haber sabido que Javier May implementaría este programa humanitario! -exclamó-, pero puedo aprovechar este beneficio porque todavía falta mi ojo derecho. No cabe duda que este gobierno sí es humanitario, y este Gobernador sí tiene corazón”, dice antes de levantarse porque su esposa acaba de salir del módulo de Salud, con una receta en una mano y cajas de medicina en la otra.