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La próxima función de lucha libre, con el sello de una firma nacional, generó polémica entre la familia de este deporte, por violaciones al reglamento y de un acuerdo no escrito; pero deja al descubierto la falta de profesionalismo de la mayoría de las gladiadoras locales por la apatía a cumplir con el Reglamento de la Comisión de Lucha Libre Profesional del Municipio de Centro.
A inicios de este mes, Olmecas de Tabasco de la LMB anunció la celebración y venta de boletos de una función de lucha libre, en el Centenario, a celebrarse en mayo; cuya cartelera descarta a pancraciastas locales, aunque una regla verbal acordada entre autoridades municipales y pancraciastas es que los promotores incluyan gladiadores tabasqueños.
Además, el presidente la Comisión citada, Enrique Hernández Trujillo, al momento de escribir estas líneas, mostró su desconcierto porque los organizadores del evento transgredían el Artículo 35, Capitulo 1, cuyo contenido dice que: “ninguna empresa podrá ofrecer, presentar o dar publicidad a funciones de lucha libre, sin previo aviso o licencia de la Comisión”.
El comisionado se enfrenta a la falta de respeto a su autoridad por parte del promotor de la cartelera enmarcada en la gira de despedida de un afamado gladiador y, también, encara la presión de los afiliados al organismo rector de este deporte en Centro, quienes piden se les tome en cuenta entre los combatientes tal cual se dio en otras funciones.
Sin embargo, en el supuesto de que la empresa abra la posibilidad de incluir luchadores locales, es mínima la cantidad gladiadores con su licencia vigente, para seleccionar algunos de ellos, por la indolencia de una mayoría abrumadora a cumplir con un deber en el marco del reglamento concerniente.
En los registros de la Comisión existen un poco más de sesenta luchadores, de los cuales únicamente una decena de ellos cumplió, hasta hora, con los exámenes médicos y pagos correspondientes para el resello anual de su licencia, que los faculta a subir a un ring, de acuerdo a lo establecido en los Artículos 23 y 26 de del Reglamento.
Todo espectáculo es bienvenido, sin faltarle al respeto o minimizar las leyes deportivas locales, porque se hicieron para ordenar el deporte. Asimismo, un reglamento es para todos y solo aquellos, en caso de los gladiadores con licencias resellada, tienen derecho a alzar la voz, el resto la invitación es a cumplir al igual de sus compañeros. El poder es el poder.