• La Verdad del Sureste |
  • Domingo 08 de Junio de 2025

Lo de abajo

Morena ganó perdiendo posiciones clave en Veracruz

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• En Durango no mostró un avance significativo, no consiguió ganar la capital
• Pesaron las sumas de priistas indeseables; una lección a futuro

En las elecciones municipales del domingo pasado en Veracruz y Durango, Morena obtuvo resultados mixtos, con avances significativos, pero también retrocesos frente a comicios anteriores, según los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

El partido en el gobierno mostró menos contundencia en estos comicios, en comparación con su arrollador triunfo en las elecciones federales de 2024. Este hecho, puede atribuirse a una combinación de factores políticos, sociales y contextuales.

Morena, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se perfila para gobernar 60 municipios de los 212 en disputa en Veracruz, mientras que en solitario ganaría 11, siete menos que en la elección anterior, y el PVEM 13, sumando un total de 84 municipios para la coalición "Sigamos Haciendo Historia".

Logró conservar ciudades clave como Xalapa, Coatzacoalcos, Córdoba, Tuxpan y el Puerto de Veracruz, este último arrebatado al PAN.

Sin embargo, perdió terreno respecto a 2021, cuando la alianza Morena-PT-PVEM obtuvo 69 alcaldías, además de 18 de Morena en solitario, 18 del PT y 10 del PVEM. En esta elección, la oposición (PAN, PRI, MC, y otros) controlaría el 60,19% de los municipios (127), incluyendo derrotas clave para Morena en Poza Rica, ganada por Movimiento Ciudadano, y Orizaba (PRI).

En Boca del Río, un bastión tradicional del PAN, Morena afirmó haber ganado, pero el PREP otorga una ventaja mínima al PAN con María José Gamboa, por menos de un punto porcentual, lo que indica una tienda cerrada.

La participación ciudadana fue de aproximadamente 49.91%, con 6 millones 113 mil 314 personas en la lista nominal.

En Durango, Morena y sus aliados (PT y PVEM) obtuvieron 15 municipios de los 39 en disputa, incluyendo Gómez Palacio, la segunda ciudad más importante, ganada por Betsabé Martínez con el 40% de los votos.

La coalición PAN-PRI, junto con el partido local Unidad y Grandeza, dominó con 21 alcaldías, incluyendo la capital, Durango, donde José Antonio Ochoa (PAN-PRI) logró la reelección con el 46.5% de los votos.

Morena perdió cinco municipios respecto a elecciones anteriores, mientras que Movimiento Ciudadano logró ganar tres alcaldías, consolidándose como una fuerza emergente.

La jornada estuvo marcada por denuncias de Morena sobre incidentes violentos, como agresiones a su equipo en Lerdo y la detención temporal de la candidata Karen Pérez en Santiago Papasquiaro, liberada tras no encontrarse pruebas de delitos electorales.

Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, celebró los resultados. Afirmó que su partido ganó 140 municipios en Veracruz y 22 en Durango según encuestas de salida, aunque los datos del PREP muestran cifras más bajas.

NO DORMIRSE EN LA FAMA
Movimiento Ciudadano surgió como una fuerza competitiva, consolidándose como la segunda fuerza en Veracruz con 41 municipios, frente a 10 en 2021, y ganando tres alcaldías en Durango. Su crecimiento, a costa de Morena, PAN y PRI, se debió a su capacidad para captar el voto joven ya una percepción de ser una alternativa fresca frente a la “vieja política”.

En Veracruz, MC arrebató municipios clave como Poza Rica a Morena, mostrando una estrategia efectiva de campaña, apoyada en redes sociales y cercanía con sectores descontentos con los partidos tradicionales.
La jornada electoral estuvo marcada por violencia política, incluyendo el asesinato de Yesenia Lara Gutiérrez, candidata de Morena-PVEM en Texistepec, Veracruz, y un ataque armado al domicilio de Carolina Galván, candidata de MC en Xico.

La participación fue baja, con menos de 400 mil votantes respecto al ciclo anterior, reflejando un desafío para Morena en movilizar a su base.

Morena mantuvo una presencia fuerte en ambos estados, pero no alcanzó el triunfo "arrasador" que anticipó, perdiendo municipios clave frente a una oposición revitalizada, especialmente el PAN en Durango y el Movimiento Ciudadano en Veracruz. Los resultados finales se confirmarán entre el 4 y 8 de junio tras los cómputos distritales.

El PAN y el PRI, aunque debilitados, mantuvieron bastiones estratégicos, como Boca del Río y Orizaba en Veracruz, y la capital de Durango, capitalizando su arraigo local y la organización territorial de sus militancias.
Aunque la coalición Morena-PT-PVEM mantuvo una ventaja en municipios clave, la alianza no fue tan efectiva como en 2024. En Veracruz, el PT compitió solo en algunos municipios, ganando 28, mientras que el PVEM obtuvo 13 por separado, lo que indica una fragmentación en la estrategia electoral.

En Durango, la coalición no logró captar la capital, un objetivo estratégico, y mantuvo los mismos 15 municipios que en la elección anterior, lo que refleja una falta de expansión significativa.

Las elecciones municipales coincidieron con la elección del Poder Judicial, que registró una participación del 13%, según estimación del INE. Esta doble jornada pudo haber generado confusión o fatiga electoral, afectando la movilización de Morena, que no logró replicar el entusiasmo de la elección presidencial de 2024.

La controversia en torno a la reforma judicial, apoyada por Morena y cuestionada por sectores de la oposición, pudo polarizar a los votantes en Veracruz, especialmente en feudos panistas como Boca del Río, donde la familia Yunes enfrentó críticas por respaldar dicha reforma.

El voto del senador Miguel Ángel Yunes Márquez fue decisivo para que la reforma al Poder Judicial se aprobara en el Senado de la República. Su frustrado registro a Morena sin duda pesó también, sobre todo el Veracruz donde el PAN mantiene una fuerte presencia.

Sin duda los dirigentes de Morena tendrán que analizar muy bien los resultados obtenidos en ambas entidades, es una llamada de atención de que la gente no está viendo con buenos ojos que ese partido se llene de priistas que, lejos de sumar, generan desconfianza, divisiones internas y el hartazgo ciudadano.