El mecanismo de protección, adscrito a la Secretaría de Gobernación, dijo en un comunicado que no se tenía registro de alguna amenaza en contra del occiso por ejercer el periodismo.
El sábado 25, una vez que corrió como reguero de pólvora esta infausta noticia, periodistas y hasta organizaciones internacionales, como la ONU y Artículo 19, condenaron el asesinato –hecho que también nosotros condenamos- y se aventuraron a afirmar que lo ultimaron por su labor periodística.
Resulta que no, que no fue por lo que publicaba en su medio La voz del Pueblo, difundido en una página de Facebook, información de carácter oficial de los gobiernos estatal y municipales, que cualquiera puede revisar en esa red virtual.
Ahora se sabe, gracias a la filtración a un columnista, que el móvil está relacionado a su trabajo como litigante. Fue contratado por una persona de Cárdenas, del poblado C-28. Prometió ganar el caso, un asunto de terrenos, pero las cosas no salieron bien y quiso dejar de representar a su cliente, con las consecuencias fatales.
Supuestamente eso enojó a familiares de esa persona y en venganza lo asesinaron. La FGE reconstruyó los hechos con base a los videos de las cámaras del C-4, que el día anterior a su crimen, salió en su camioneta de las instalaciones de la Universidad Alfa y Omega, acompañado de dos alumnos, con quienes hizo una escala en la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UJAT, para luego trasladarse a Cárdenas a su faltan destino.
La declaración que rindieron sus acompañantes permitió a la FGE establecer el móvil del crimen. La Policía de Investigación hizo su trabajo. Se trataba de un asunto delicado y no podía haber dudas acerca de este lamentable suceso.
El gobernador había prometido que no habría impunidad y se cumplió. Con base a lo declarado por los dos alumnos, se pudo ubicar el lugar donde ocurrieron los hechos, identificar a los responsables y detener a uno de ellos, familiar de la persona que contrató a Gallegos León.
UNA REACCIÓN INMEDIATA
El martes por la tarde, el gobernador Javier May Rodríguez informó en sus cuentas personales de X y Facebook de la detención de unos de los presuntos responsables del crimen del abogado y periodista.
“Informo al pueblo de Tabasco que, derivado de las investigaciones de la @FGETabasco, ha sido detenido un masculino relacionado con el homicidio del periodista Alejandro Gallegos León. Reiteramos nuestro compromiso de cero impunidad y justicia efectiva”, posteó el mandatario en X.
Como era de esperarse, periodistas chantajistas y chayoteros rechazaron Alejandro Gallegos haya sido asesinado por su trabajo como litigantes, que esa “mamada” no la creían, que estaba relacionada por su actividad periodística y que sus ejecutores pertenecen al crimen organizado para seguir vociferando con el tema de la inseguridad.
No voy a mencionar sus nombres, porque eso sería darles la importancia que no tienen, pero sí que su labor consiste en crear la percepción de que aquí estamos a expensas de la delincuencia organizada y que este gobierno es incapaz de contenerla.
Eso vociferan todos los días para que cuando midan la percepción ciudadana, Villahermosa siga apareciendo como la ciudad más insegura del país e insistan en que estamos peor que Sinaloa y Guanajuato.
A estos vendidos nada les gusta, nada les embona. Están dedicados a despotricar contra el gobernador, magnificar los hechos de violencia, desacreditar los resultados que la estrategia de seguridad ha rendido, pero que guardan un silencio cómplice cuando se les recuerda que nada decían cuando el jefe de la policía era el mismísimo “Comandante H” de la organización criminal “La Barredora”.
Jamás se han referido a los informes de inteligencia militar que señalan las relaciones de complicidad de Hernán Bermúdez Requena con el crimen organizado. Por el contrario, decían que era un policía ejemplar cuando en realidad era descrito por esos reportes como parte de los criminales a los que debía combatir.
Todos repudiamos el crimen de Alejandro Gallegos León, porque no mereció tener un final como el que tuvo, pero de eso a querer glorificarlo y decir que lo asesinaron por su actividad periodística y que fue el crimen organizado su autor, hay muchísima diferencia y es decir una flagrante mentira.
POSDATA:
Es de cobardes meterse con una mujer y, sobre todo, si ésta no tiene ninguna vela en el asunto al que se refiere. La esposa del gobernador nada tiene que ver con los asuntos de la UJAT, es totalmente ajena a lo que cierto calumnista de pacotilla le atribuye. Si tanto quiere atacar a su esposo, el gobernador Javier May, que tenga los tamaños para hacerlo y no se comporte como el cobarde que es. Que se preocupe este difamador, porque su patrón pronto se irá por otros rumbos.