• La Verdad del Sureste |
  • Domingo 08 de Junio de 2025

LOS DE ABAJO

Las mentiras del priista Erubiel Alonso

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Inventa que García Harfuch le confió que el cambio en la SSPC de Tabasco fue una orden presidencial.

El diputado federal priista Erubiel Alonso Que aprovechó la comparecencia del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, en la Junta de Coordinación Política del Congreso federal para difundir una narrativa cuestionable sobre el cambio del titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en Tabasco, ocurrido en febrero pasado.

Sin presentar pruebas concretas, Alonso Que afirmó en sus redes sociales que la salida del general Víctor Hugo Chávez Martínez fue “ordenada” por la presidenta Claudia Sheinbaum, según un supuesto comentario del propio García Harfuch.

Esta declaración resulta poco verosímil, dado que un funcionario del nivel de García Harfuch difícilmente revelaría decisiones presidenciales en un contexto como ese. El legislador, conocido por su cercanía con el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, parece seguir una estrategia de desinformación similar a la de su líder, publicando afirmaciones sin sustento acompañadas de una fotografía junto a García Harfuch para darles credibilidad.

Sin embargo, esta imagen no valida sus dichos. Además, Alonso Que afirmó que el secretario le confió que el Gabinete de Seguridad federal sesionará en Tabasco y que existe “urgencia” para reformar la estrategia de seguridad en el estado, declaraciones que contrastan con los avances evidentes en la materia.

Desde marzo, tras la salida de Chávez Martínez y la llegada de un mando policial a la SSPC —probablemente por recomendación de García Harfuch—, Tabasco ha implementado una estrategia renovada contra la inseguridad.

La Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca, un grupo de élite, ha sido clave en la reducción de la incidencia delictiva, incluyendo una notable disminución de homicidios dolosos. Las labores de inteligencia, lideradas por mandos policiales en lugar de militares, han fortalecido la seguridad en la entidad.

Un ejemplo reciente de estos resultados fue la Feria Tabasqueña, que atrajo a más de dos millones de visitantes durante sus 11 días y concluyó con saldo blanco, registrando solo incidentes menores.

Este evento refleja la creciente confianza de la población en la seguridad, gracias a la presencia constante de fuerzas federales y estatales. Los comercios han retomado su normalidad y la ciudadanía percibe mayor tranquilidad, desmintiendo la narrativa catastrofista de la oposición, que insiste en comparar la situación de Tabasco con la de estados como Sinaloa o Guanajuato.

Las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública confirman esta mejora: en mayo de 2025 se reportaron 55 homicidios dolosos, 8 menos que en abril y 35 menos que en mayo de 2024, bajo la administración del exgobernador Carlos Manuel Merino Campos.

Los patrullajes de la FIRT Olmeca en zonas de alto riesgo y las detenciones de generadores de violencia, como las 12 personas capturadas recientemente en Paraíso, Jalpa de Méndez y Cunduacán, incluidos cinco extranjeros, junto con decomisos de drogas y armas, evidencian el impacto de estas acciones.

Pese a estos avances, la oposición, encabezada por figuras como Alonso Que, persiste en una narrativa catastrofista que no se corresponde con la realidad. El diputado llegó incluso a proponer a García Harfuch el envío de 50 unidades de Fuerzas Especiales para combatir una supuesta crisis de inseguridad en Tabasco, una petición que ignora los logros de la estrategia actual y exagera la situación para mantener un discurso de miedo.

**SE BURLA DE LOS TABASQUEÑOS**

Este enfoque no solo desinforma, sino que subestima la capacidad de los tabasqueños para discernir entre la realidad y las narrativas políticas interesadas. La insistencia de los opositores en describir a Tabasco como un “infierno” contrasta con la percepción ciudadana, que, respaldada por datos, reconoce una mejora en la seguridad desde el inicio de la administración de Javier May en 2024.

En un contexto más amplio, esta situación refleja un desafío mayor: la polarización política que lleva a algunos actores a priorizar la confrontación sobre el reconocimiento de los avances. Mientras México y Tabasco experimentan transformaciones en materia de seguridad, con estrategias más enfocadas en la inteligencia y la coordinación interinstitucional, actores políticos como Alonso Que parecen aferrarse a una visión desfasada que no resuena con la ciudadanía.

La población tabasqueña, cada vez más informada, tiende a rechazar estas narrativas que buscan generar zozobra en lugar de contribuir al diálogo constructivo sobre los retos pendientes.

En conclusión, las afirmaciones de Erubiel Alonso Que carecen de sustento y responden más a una estrategia política que a un análisis objetivo de la situación de seguridad en Tabasco. Los datos y los resultados de la estrategia actual, liderada por la FIRT Olmeca y respaldada por el gobierno federal, desmienten la narrativa de crisis que la oposición busca imponer.

Lejos de vivir en un “infierno”, Tabasco avanza hacia una mayor estabilidad, y la ciudadanía, cada vez más consciente, difícilmente se dejará persuadir por discursos que priorizan la desinformación sobre los hechos.