La reaparición pública de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tras ocho meses de retiro, para votar en la elección judicial en Palenque, Chiapas, generó diversas reacciones entre la ciudadanía, medios y actores políticos, sobre todo, por su respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum.
La presencia de AMLO en las urnas atrajo la atención de los ciudadanos, quienes observaron con interés su participación, especialmente porque fue el principal impulsor de la reforma judicial que permitió la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Algunos lo esperaron a la salida de la casilla para tomar fotos, lo que refleja su persistente popularidad entre la gente.
Los medios de comunicación destacaron la relevancia de su reaparición, calificándola como un evento significativo dado su retiro voluntario tras concluir su mandato el 30 de septiembre de 2024.
Su breve mensaje, en el que celebró la elección judicial como un hecho histórico y elogió a la presidenta Claudia Sheinbaum como "la mejor presidenta del mundo", fue ampliamente reportado por los medios de comunicación tradicionales y en portales digitales.
Su reaparición pública ha sido interpretada de distintas maneras, según la tendencia del medio en cuestión. Desató una sería de expectativas y especulaciones, principalmente en redes sociales.
Los detractores, que abundan, principalmente entre opositores, calificaron el hecho como un rompimiento de su promesa de alejarse de la vida pública, nada más falso. No fue un rompimiento de una promesa que ha cumplido a cabalidad, sino como él mismo lo explicó a la hora de votar: quería participar en este proceso histórico por ser la primera vez que el pueblo elige a jueces, magistrados y ministros y por ser él mismo el autor de este proceso con la reforma judicial que mandó al Congreso en febrero de 2004, meses antes de que concluyera su mandado.
Algunos medios señalaron que su participación en la elección judicial refuerza su legado político y podría indicar un interés en seguir influyendo en el rumbo del país, aunque él se encargó de desmentir esa afirmación al declarar que está enfocado en proyectos personales, como escribir un libro sobre la cultura mexicana.
Las reacciones variaron desde el entusiasmo de sus seguidores, que celebraron su regreso como un símbolo de su conexión con el pueblo, hasta críticas de detractores que cuestionan su retiro y su legado.
Por ejemplo, publicaciones previas al evento ya destacaban su popularidad y lo describían como un "fenómeno político", mientras que otras lo acusaban de mantener una influencia indebida.
CONSOLIDAR LA TRANSFORMACIÓN
Lo cierto es que AMLO aprovechó su reaparición para destacar la elección popular de jueces, magistrados y ministros como un "hecho histórico" y una consolidación de la Cuarta Transformación (4T).
Su presencia en las urnas, tras ocho meses de retiro, subraya su compromiso con esta reforma, que fue una de sus principales banderas durante su presidencia. Al presentarse como un ciudadano más que apoya este cambio, López Obrador busca reforzar la narrativa de que el movimiento sigue vigente y tiene apoyo popular, incluso sin él en el poder.
Reafirma su apoyo a Sheinbaum, presentándola como la heredera legítima de la 4T. Esto busca consolidar la percepción de unidad dentro de Morena y desalentar cualquier narrativa de división o debilitamiento del movimiento, principalmente de aquellos que han pretendido jugarle a las contra a la mandataria o que intentan ejercer presión sobre ella para arrebatarles espacio de poder y decisión.
Al elogiar a Sheinbaum, AMLO contrarresta las acusaciones de que él sigue ejerciendo influencia detrás de escena. Su comentario público puede interpretarse como un intento de legitimar el liderazgo de Sheinbaum, para atajar las especulaciones de que él es el poder tras el trono, narrativa que han querido impulsar los conservas porque no toleran que una mujer dirija los destinos de la nación y que además lo esté haciendo muy bien, con un amplio respaldo popular.
Al calificar a Sheinbaum de manera tan enfática, como la mejor presidenta del mundo, envía un mensaje a sus seguidores para que mantengan su lealtad hacia el proyecto de la 4T bajo el liderazgo de la actual presidenta, reforzando la cohesión de su base electoral.
A pesar de la relevancia de su reaparición, López Obrador mantuvo un perfil bajo, limitándose a votar, emitiendo un breve mensaje y evitando interacciones prolongadas con los medios.
Se quedaron con las ganas quienes pensaban que iba a dictar línea o a demostrar que sigue gobernando desde Palenque. Se mostró respetuoso del liderazgo de Sheinbaum, que ya no está enfocado en la vida pública nacional sino en escribir un libro sobre la riqueza cultural de México.