Digamos que están haciendo su labor, cumplen con su papel de opositores al gobierno, y tratan de ganar clientela electoral al solidarizarse, aunque sea solo de apariencia, con la gente que se ha visto afectada por las constantes fallas en el suministro eléctrico.
Han ocupado y copado espacios en redes sociales y en medios de comunicación. En ese sentido, han tratado de imponer su narrativa, que no es otra que culpar al gobierno estatal por lo que ha estado pasando; dramatizan y exageran la situación con expresiones como “represión” y “grave crisis energética” para dibujar un escenario catastrófico en la entidad con la clara intención de señalar que este gobierno no puede o está rebasado por los problemas y es necesario cambiarlo.
Del otro lado, es decir, del partido en el gobierno, hemos visto una actitud indiferente, abúlica de los dirigentes de Morena. No han dicho ni una sola palabra. Silencio total, como si no les importara los asuntos públicos y de que sus adversarios ganan terreno en la discusión mediática.
Ese marcado desinterés deja mucho que desear, pareciera que les importa poco lo que acontezca en el estado, que la gente reclame y bloquee calles y carreteras porque no hay luz en sus casas y sus alimentos se echan a perder por este calor infernal que todo descompone a la velocidad del rayo.
Con el pretexto de la campaña de afiliación, se han tirado a la hamaca, desentendido de asuntos que ameritan ser abordados para manifestar apoyo y defender al movimiento de los reiterados ataques opositores.
Falta defender al gobernador Javier May de la ferocidad con que sus detractores lo descalifican, insultan y calumnian. A todo esto ¿dónde está Jesús Selván? Su silencio ominoso genera muchas dudas acerca de su lealtad a quien le permitió llegar a la dirigencia estatal de Morena, al menos que se haya despojado de su careta y responda a quien verdaderamente sirve.
El exalcalde de Jalpa de Méndez brilla por su ausencia. Ni en defensa propia sale a declarar, mucho menos para respaldar al autodenominado “Gobierno del Pueblo”. Se ha tomado muy en serio establecer una sana distancia entre gobierno y partido, tanto que poco le importa que en contra del mandatario haya una campaña sistemática de golpeteo mediático.
RUIDO DESDE LA OPOSICIÓN
Los opositores están en su papel de magnificar todo para sacar una rentabilidad política con miras al 2027. Por ello se entiende su postura, que recurran inclusive a distorsionar los hechos ocurridos en el bloqueo carretero de la carretera Villahermosa-Frontera, por pobladores de Tamulté de las Sabanas.
La presencia de antimotines para tratar de impedir que cortaran la circulación en esa importante vía de comunicación que comunica con Campeche y Yucatán, y los escarceos que hubo en ese intento fue calificado como “represión” por el PRI y el PRD.
Hicieron todo un escándalo y hasta anunciaron que acudirían a los organismos de derechos humanos a denunciar ese “acto brutal”. No hubo tal represión. Las fuerzas de seguridad solo estuvieron a la expectativa. Nadie dio la orden de actuar. Se mantuvieron a una prudente distancia del sitio del bloqueo.
La política hizo su parte y el gobierno estatal logró alcanzar un acuerdo con los representantes de las comunidades de la zona Yokota´n. La CFE se comprometió a construir la subestación eléctrica y reparar las averías del tendido eléctrico en las comunidades indígenas afectadas por la interrupción de la luz.
El gobierno estatal hizo su parte, donará el terreno donde se construirá la subestación. No hubo necesidad de utilizar la fuerza pública y, por tanto, no hubo heridos, descalabrados, como pensaba la oposición que hasta las manos se frotaba porque apostaba que así se iba a resolver el bloqueo carretero.
Y a todo esto ¿qué dijo Jesús Selván? Absolutamente nada. Habrá que emitir una Alerta Amber porque se paradero es desconocido. Está más que claro que poco a casi nada se puede esperar de este dirigente. Con esta clase de representantes, para qué quiere enemigos Morena. No cabe duda que el enemigo se encuentra en casa.