Los de abajo

*Votaron más en la elección judicial que por el PRI, PAN y MC en la contienda presidencial

“Farsa electoral”, “rotundo fracaso”, esos y otros adjetivos calificativos utilizó la oposición para tratar de deslegitimar un ejercicio democrático que constituyó la elección de los integrantes del Poder Judicial de la Federación y del Estado.
A nivel nacional se acaba de confirmar que votó poco más del 13 por ciento de los electores registrados en la lista nominal. 13 millones de votos nada despreciables si se toma en cuenta que es la primera vez que los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fueron electos por el voto popular y no por el presidente de la República en funciones, como era la costumbre.
México es el único país que elige a los integrantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Fue un proceso inédito e histórico que fortalece la democracia participativa en el país. Desde un principio el INE estimó en sus proyecciones que ese sería más o menos el porcentaje de participación ciudadana. El organismo calculó una asistencia a las urnas de entre un 8 y 15 por ciento.
Hubo estados, como Coahuila, donde el porcentaje de votación fue mayor. En esa entidad norteña, por cierto, gobernada por el PRI, la participación ciudadana fue de 17.2 por ciento del padrón electoral.
En San Luis Potosí, gobernado por el PVEM, votó el 16.3 por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral. Otro estado priista, Durango, otorgó más votos a la elección judicial: 15.2 por ciento.
Si algún partido ha descalificado el proceso ese ha sido el PRI. Su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, el famoso “Alito”, ha dicho la elección de jueces y magistrados como un "despropósito" que pone en riesgo la impartición de justicia y la autonomía del Poder Judicial.
Según él, el proceso podría permitir la influencia del crimen organizado y perfiles vinculados al oficialismo, lo que considera una amenaza para la democracia. Nada nuevo en sus críticas y rechazo a la elección judicial.
Esa postura contrasta con el nivel de participación en estados priistas en la contienda que tanto se ha esmerado en descalificar y que ahora se ha aventado la puntada de pedir su anulación.
El dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, no se quedó atrás en cuanto a denostar. Declaró que "la supuesta elección del fraude judicial carece de legitimidad y participación", y aseguró que “no votó ni el 10 por ciento del padrón. No podemos quedarnos callados ante un proceso simulado que pretende disfrazar la imposición".

UN SECO GUAYABAZO AL PRI-AN
La presidenta Claudia Sheinbaum les reviró: la elección judicial tuvo más votos que el PRI y el PAN en los comicios presidenciales de 2024. Seco el guayabazo. Y refirió otro dato más: cerca de 13 millones de mexicanos y mexicanas participaron en la elección judicial, más del doble de la participación en la votación del juicio a expresidentes.
Les recordó cómo quedaron los resultados de la elección de hace un año en la que arrasó y se convirtió en la primera mujer en ganar la Presidencia de la República.
En la elección judicial votaron 13 millones de ciudadanos, “poquito más parece”. En 2024, el PAN obtuvo 9.6 millones de votos; el PRI, 5.7 millones y Movimiento Ciudadano 6.2 millones. “O sea, por ellos votan menos de los que votaron para el Poder Judicial, pues con razón están un poco preocupados”.
“Ellos dicen que participó muy poca gente, pero resulta que los que participaron son más de los que les dieron su voto hace un año: 13 millones de personas. Inédito, impresionante, maravilloso, democrático. Apostaban a que no iba a salir nadie a votar. Bueno, votaron más de los que votan por ellos", remató.
Otro dato revelador: el virtual presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, obtuvo más votos que el PRI en la elección presidencial de 2024. Las cifras no mienten: el tricolor logró 5 millones 736 mil 759 votos para su candidata presidencial, Xóchitl Gálvez. El candidato a ministro de origen mixteco sacó 6 millones 78 mil 82 sufragios.
Se la pasaron descalificando el proceso y ahora que ya hay ministros electos se quejan del resultado y piden anular la elección por el “alto abstencionismo” y otros señalamientos.
La elección fue exitosa por donde se le quiera ver a pesar de que hubo menos casillas y muy poca difusión de lo que se iba a elegir y de los candidatos.