• La Verdad del Sureste |
  • Miércoles 12 de Noviembre de 2025

Los de abajo

Efecto dominó en la SSPC de Tabasco y hasta Chiapas
 

• Caen seis policías en activo vinculados a “La Barredora” tras arresto de “El Carnal”
 

Publicado el:

Alejandro Hernández


La captura de Leonardo Arturo Leyva Ávalos, alias “El Carnal” —exdirector general de la Policía Estatal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC)— desencadenó un efecto dominó dentro de la corporación: seis elementos en activo fueron detenidos, lo que evidencia que la institución, capturada por el crimen organizado en el sexenio anterior, aún no ha sido depurada por completo.
 

Durante el pase de lista, los policías fueron arrestados al interior de las instalaciones de la SSPC en la avenida 16 de Septiembre, en un operativo sorpresa ejecutado por el grupo “Tiburones” de la misma institución y efectivos de la Secretaría de Marina.
 

Los detenidos están vinculados con la organización criminal “La Barredora”. No serán los únicos que permanezcan en activo dentro de la SSPC, pues muchos fueron reclutados por el exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, para brindar protección a su grupo delictivo e incluso integrarse a él.
 

Estas detenciones derivan de confesiones de otros integrantes de “La Barredora” que, tras ser arrestados, se convirtieron en testigos protegidos de la Fiscalía General de la República (FGR). Su información ha sido clave para sustentar las órdenes de aprehensión emitidas por un juez de control.
 

Han transcurrido un año y nueve meses desde que Bermúdez Requena dejó la SSPC, y la corporación sigue contaminada con elementos corruptos que, en lugar de servir al pueblo, optaron por proteger a delincuentes y actuar como informantes.
 

La Policía Estatal fue infiltrada hasta la médula. Quienes no delinquían con placa participaban en extorsión, secuestro, distribución y venta de drogas o tráfico de migrantes; los demás realizaban labores de halconeo para “La Barredora” y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
 

Si la policía estatal operaba al servicio del crimen organizado, las corporaciones municipales corrieron la misma suerte. Eso explica la impunidad con que accionaban los delincuentes: estaban alertados por estos malos elementos ante cualquier operativo en su contra.
 

El principal mando policiaco era el jefe de todos, tanto en la corporación como en “La Barredora”. Recibían instrucciones directas de Leyva Ávalos y de José del Carmen Castillo Ramírez, alias “La Rana”, actualmente prófugo de la justicia.
 

Por ello fracasó en parte el general Víctor Hugo Chávez Martínez al asumir la titularidad de la SSPC: los mandos medios seguían operando con tranquilidad para “La Barredora”. No se realizó un barrido general para erradicar la “pudrición” a la que hace semanas se refirió el secretario de Gobierno, José Ramiro López Obrador.
 

DESMANTELAR LA RED CRIMINAL
 

Se esperan más arrestos, pues el mal está profundamente enraizado en la estructura policial. Está claro que, al asumir la SSPC, Bermúdez Requena ejecutó un plan deliberado: corromper a mandos medios y policías para controlar las actividades delictivas en el estado, con la complacencia de quien lo nombró en diciembre de 2019.
 

Poner la principal institución de seguridad al servicio del crimen organizado es imperdonable. Constituyó un agravio al pueblo tabasqueño por parte de Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos.
 

Es un hecho grave y confirmado por múltiples investigaciones oficiales, informes de inteligencia y detenciones recientes que elementos de alto mando en la Policía Estatal de Tabasco —como Bermúdez Requena, Castillo Ramírez y Leyva Ávalos— operaron en complicidad con el crimen organizado, particularmente con “La Barredora”, una célula ligada al CJNG, en lugar de proteger a la ciudadanía.
 

Esta infiltración no solo socavó la seguridad pública en Tabasco, sino que facilitó extorsiones, secuestros, homicidios, tráfico de drogas y robo de hidrocarburos, exacerbando la violencia durante los gobiernos de López Hernández (2019-2021) y Merino Campos (2021-2024).
 

Estos vínculos fueron expuestos desde 2021 por informes militares que describieron cómo
 

Bermúdez Requena “entregó” la SSPC a “La Barredora” para consolidar su dominio en zonas ricas en hidrocarburos.
 

La detención de Leyva Ávalos, ocurrida el pasado miércoles, representa un avance significativo, pero revela la profundidad de la corrupción: operaba desde dentro de la policía para “dobletear” como criminal, utilizando recursos estatales para extorsionar a comerciantes y transportistas.
 

Es inaceptable que instituciones creadas para salvar la vida de los tabasqueños se conviertan en escudos del terror. Las detenciones recientes, lideradas por Omar García Harfuch (SSPC federal), son un paso positivo, pero exigen juicios transparentes y reformas estructurales para evitar que la policía vuelva a estar “al servicio de delincuentes”.
 

Si no se ataca la impunidad en su raíz, incluidas las responsabilidades políticas, estos casos solo serán la punta del iceberg.