Es deplorable y profundamente indignante que cualquier tragedia, como el cobarde asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, se convierta en munición para agendas políticas mezquinas. La presidenta Claudia Sheinbaum lo expresó con toda razón en su conferencia matutina de este lunes: no se oyó ni una condolencia genuina para la familia de Manzo, pero sí una "andanada" de la oposición y de ciertos "comentócratas" que, como buitres, se lanzan sobre el dolor ajeno para exigir un regreso a la militarización y la "guerra contra el narco" que, como bien recordó Sheinbaum, solo multiplicó la violencia en Michoacán y el país durante el sexenio de Felipe Calderón.
En lugar de empatía, vimos marchas y campañas financiadas que, en vez de honrar la memoria de un hombre que luchaba por su municipio, buscan deslegitimar la estrategia actual de seguridad —basada en inteligencia, cero impunidad y atención a las causas— para revivir fórmulas fallidas que costaron millas de vidas.
Sheinbaum ya habló directamente con la familia, prometió justicia plena y reforzará la presencia en Michoacán sin caer en provocaciones.
La política debería unirse en el luto, no dividirse en el oportunismo. México merece líderes que prioricen la paz, no los reflectores.
Esta oleada de oportunismo no es casualidad: es una maquinaria bien aceitada que busca desestabilizar al gobierno de Sheinbaum justo cuando enfrenta desafíos reales como el asesinato de Carlos Manzo en Uruapan, que ha desatado protestas legítimas en Michoacán.
Pero lo que estamos viendo en X y los medios es una distorsión deliberada, con hashtags como #FueraMorena, #RevocacionDelMandatoYa o #GobiernoCriminalyCorrupto que pintan a la oposición como víctimas de un "régimen represor", cuando en realidad, las manifestaciones en Morelia —que escalaron a destrozos en el Palacio de Gobierno— empezaron como un duelo colectivo por Manzo y terminaron infiltradas por grupos que buscan caos para culpar a la 4T.
Por eso la presidenta no se anduvo con rodeos: en su mañanera apuntó directamente a Claudio X. González y su red de "juniors tóxicos" como los financistas detrás de esta "Generación Z" falsa, un movimiento que se dice apartidista pero que convoca a quemar Palacio Nacional o cortar cabezas el 15 de noviembre, con retórica violenta que huele a provocación pagada.
González, que ya ha sido exhibido por su hipocresía en temas como el nepotismo judicial que ahora critica la reforma que lo erradica, responde con tuits incendiarios llamando a "echar a Morena de Palacio" y comparando a Sheinbaum con monstruos históricos, todo mientras su "Salvemos la Democracia" recaba firmas contra reformas que benefician al pueblo.
Es el mismo patrón: en lugar de unir fuerzas por justicia para Manzo —quien ya había pedido ayuda y criticado la inacción federal—, estos "buitres" usan el dolor para revivir su narrativa fallida de la "guerra contra el narco", que dejó Michoacán en ruinas.
Sheinbaum lo tiene claro: prometió cero impunidad, reforzó la Guardia Nacional en la zona y ya hay dos detenidos; no caerá en la trampa de la militarización que solo engorda a los cárteles.
EL PRIAN QUIERE EL PODER COMO SEA
Esas "protestas espontáneas" en Morelia por el asesinato de Carlos Manzo no tardaron en oler a montaje político, y las autoridades lo confirmaron: entre los encapuchados que irrumpieron en el Palacio de Gobierno, incendiando oficinas y destrozando todo, se identifican líderes locales del PRI como Mauricio Hernández Salmerón y Raúl Meza Avance, del grupo Revolución Social, el exmagistrado federal Froilán Muñoz, un viejo adversario de Morena, y hasta Alan Juárez, director del Ayuntamiento de Morelia afiliado al PAN.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla lo dijo claro: estos "grupos de choque" infiltraron una marcha legítima para desviar el duelo en un circo vandálico, con gritos de "¡Fuera Morena!" y vínculos a FRENA, todo para presionar por la fallida "guerra contra el narco" y deslegitimar la estrategia de inteligencia y cero impunidad.
Pasó lo mismo con la protesta de supuestos productores de maíz, que bloquearon carreteras en Michoacán, Guanajuato y Jalisco, por presuntamente bajos del grano, pero luego se supo que esos cierres carreteros estaban encabezados por exalcaldes y militantes de la oposición: Alejandro Gámez Vega, expresidente municipal de Indaparapeo, Michoacán; Cuauhtémoc Solís García, exedil del PAN en Queréndaro y seguidor de Xóchitl Gálvez, entre otros.
Siempre el mismo patrón: usar el dolor campesino para bloquear el progreso. Tal parece que esa es la única estrategia del PRIAN para "recuperar el poder", pues carece de propuestas reales. Lo bueno es que la gente ya no se deja engañar con estos supuestos “salvadores de la patria” cuando en realidad son “saboteadores” de un gobierno legítimo encabezado por la primera mujer de ocupar ese cargo en el país y que ha demostrado que tiene carácter, firmeza, determinación, capacidad e inteligencia, sobre todo, autoridad moral para gobernar.
