1.- El obispo de Tabasco le entra a la grilla desatada por el proyecto del nuevo museo
2.- No le gustó a la iglesia católica que le pidieran no hacer promoción de candidatos en la elección judicial
3.- Acusa el gobierno mexicano a la OEA de entrometerse en la vida pública nacional
Diógenes
EL JERÁRCA DE LA IGLESIA CATÓLICA TABASQUEÑA, Gerardo de Jesús Rojas López, también le entró a la discusión en boga: el proyecto de construcción del Museo Nacional Olmeca, debate contaminado por intereses políticos que distorsionan una preocupación genuina sobre el ese reducto de selva de la ciudad sobre el que se construyó el Parque Tomás Garrido Canabal y el Museo La Venta.
El obispo de la Diócesis de Tabasco le pidió al gobierno estatal que informe detalladamente ese proyecto para saber muy bien de qué se trate, a fin de que la inconformidad ciudadana no escale y derive en una “convulsión social”.
SEGÚN EL PRELADO, LO QUE SE CONOCE DEL PROYECTO y de lo que se ha enterado en redes sociales, donde no siempre se dice la verdad y se miente mucho, se distorsionan los hechos, así como lo que ha dicho el gobierno al respecto, está en condiciones de decir que esa obra generará “daño ambiental”. Rojas López no es un improvisado en la política, pero extraña que dé por ciertas posiciones malintencionadas difundidas por actores políticos y periodistas mercenarios acerca de la “destrucción” de ese entorno ecológico y del museo que alberga vestigios de la cultura Olmeca.
A ROJAS LÓPEZ TAMPOCO le gustó que los jueces, magistrados y ministros fueran electos por el voto popular el pasado primero de junio, a decir por la “revelación” que hizo ayer en su rueda de prensa. Según el obispo, a la iglesia se le pidió que no hablaran sobre la elección judicial. “Salieron con la puntada de decir a los ministros de culto que no manifestemos ni digamos nada” sobre el proceso. No se atrevió a decir quién salió con esa “puntada” que, según él, coartó la libertad de expresión de los curas.
LO QUE NO DICE EL JERARCA CATÓLICO, ES QUE LA IGLESIA quiso influir en la elección al tiempo que descalificaba la elección judicial. Hubo sacerdotes que en sus homilías prácticamente promovían a candidatos vinculados a la derecha y a la reacción. Se les recordó que no pueden hacer política desde el púlpito ni hacer promoción política para influir en la decisión que tome la feligresía en las elecciones, porque eso constituye un delito. Eso no es “restringir” su libertad de expresión, sino recordarles que lo suyo son los asuntos del alma, no de la política.
DESDE EL TAPANCO
HABLANDO DE LA ELECCIÓN JUDICIAL, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) rechazó el informe preliminar elaborado por la Organización de Estados Americanos en el cual recomendaron a otros países no elegir mediante el voto popular a los integrantes de sus respectivos poderes judiciales. La cancillería mexicana emitió una nota diplomática dirigida al secretario general de la OEA, Albert Ramdin, en la que le dice “rebasó el mandato” del organismo que preside e “incurrió en acciones contrarias a los principios de la Carta de la Organización, en particular el Artículo 3” en el cual se establece que “todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga".
Por tanto, señala la nota diplomática de la cancillería, la misión de observadores electorales que participaron en la jornada electoral del primero de junio "no cuenta con la facultad para tratar de imponer sus propios criterios sobre la forma en que los países, en uso de su soberanía, deben conformar su poder judicial. Menos aún, de emitir juicios de valor que rebasan sus atribuciones".