Por el contrario, sus integrantes eran denostados como una suerte de proscritos, desde círculos políticos tradicionales, y aún por periodistas, quienes no deben asumir una filiación partidista.
Han sido tiempos muy difíciles para quienes porfiaron aun contra sus intereses personales y sacrificaron muchas veces a sus propias familias, a fin de poder lograr la expansión de ese Partido, y consolidarlo hasta llegar a los niveles que ha llegado.
El PRD ha tenido que atravesar por profundos reveses, que le han llevado a disminuir su presencia electoral, al grado de que un municipio antes gobernado por ese partido, ahora lo preside un candidato postulado por el PAN.
Claro está, no es casualidad que ese presidente municipal haya militado antes en el PRI y en el propio PRD.
El período del actual Comité Directivo Estatal concluirá próximamente, por lo que habrá de ser remplazado.
En tal circunstancia, resulta imperioso reflexionar sobre los intensos trances que los integrantes de este partido han tenido que superar, de manera muy costosa para ellos.
En primerísimo lugar, han sido despojados de múltiples triunfos electorales, desde la gubernatura del Estado, pasando por presidencias municipales y diputaciones federales y locales.
Como reacción a tan antidemocráticos hechos, todos recordamos vivamente los llamados éxodos por la democracia, que consistían en viajar a pie desde Tabasco hasta el Distrito Federal, y luego permanecer en el Zócalo durante meses, soportando los rigores del clima en la Capital del País.
Por cierto, en aquella época, la población se vio beneficiada de manera real, no como ahora que los únicos beneficiados son quienes obtienen cargos públicos y sus petit comités de aplausos y tranzas baratas.
En aquellos años se obtuvo la famosa CIAR 100.
Tan pronto como el PRD empezó a cosechar triunfos, fue abordado por múltiples políticos aspirantes a cargos de elección popular.
Por cierto, estos últimos no se integraron para realizar militancia efectiva. De distintas maneras se incorporaron a la cúpula, con evidente interés en aprovechar el camino andado por los fundadores del PRD.
Por eso se dicen ‘exitosos’. Nunca se han sacrificado por este Partido.
En ocasiones, tal conducta oportunista ha llegado a torcer el rumbo independiente, de lucha, de resistencia y de izquierda, del propio PRD.
Véanse los papeles lamentables que han hecho en la práctica, las bancadas de diputados locales.
Los actuales votan con el PRI, sin ninguna pena. Al contrario, son exitosos. Tan pronto aparece el Licenciado Andrés Manuel, brincan a los templetes, para ubicarse y exhibirse junto a él, aunque luego se dediquen a traicionar la política social del propio López Obrador, y a promoverse en todo lo posible, porque ya viene el 2012, pero no el de lucha a favor del Movimiento Nacional, no, el 2012 en Tabasco.
En eso sueñan, no en el mejoramiento de la población necesitada. Actúan igual que se hace desde el PRI.
Por lo mismo, ahora con tanto diputado senador y presidente municipal, ni siquiera se acerca a los logros, cuando el Licenciado López Obrador dirigía el PRD en Tabasco; y luego en todo el ámbito nacional –cuando la única alianza era con los necesitados.
Cómo olvidarlo, ahora que todo mundo quiere adueñarse de la dirigencia estatal. ¿Para qué? ¿Se necesita se r sabio para darse cuenta? Quizá baste con tener memoria y tener dignidad personal, tan escasa en estos tiempos.
Los militantes del PRD tienen que aprender lecciones, o habrán de repetir errores y consecuencias, iguales a las que ya han sufrido, y a las que actualmente están pagando de múltiples maneras.
Sus militantes deben preguntarse si el futuro del PRD está en la conducta del éxito personal, o en la del Licenciado López Obrador. Diametralmente opuestas, como en el caso de los desafortunados y oportunistas destapes, que ya hemos comentado aquí.
Que esta semana podamos estar todos de vuelta en nuestras casas, a pesar de las tranzas de la Comisión Federal de Electricidad y los cómplices del gobierno local.
