La celebración, descrita por observadores como una mezcla de vanidad, desafío y auto-proclamación, evidenció cómo el magnate busca redefinir la evasión fiscal como un acto de rebeldía y su riqueza como un escudo de liderazgo
En un despliegue sin precedentes que combinó el lujo de una celebración personal con la sátira política más directa, el empresario Ricardo Salinas Pliego celebró su cumpleaños número 70 en un evento masivo que ha sido interpretado como un abierto desafío al gobierno en turno.
El magnate, al frente de un imperio que incluye TV Azteca, Banco Azteca y Elektra, y quien mantiene un litigio activo por una deuda fiscal multimillonaria, utilizó su fiesta como una plataforma de propaganda personal, elevando su figura a la de un "salvador" frente al "régimen".
Un circo político en la Arena
La Arena Ciudad de México se convirtió en el escenario de una velada que desdibujó las líneas entre el entretenimiento y el mitin político.
Más de 20,000 asistentes, muchos de ellos empleados de Grupo Salinas, recibieron al empresario al grito de "¡Tío Richie!" y uniformados con camisetas con su caricatura.
La entrada de Salinas Pliego, descendiendo "literalmente desde el cielo" en helicóptero junto a su esposa, marcó el tono mesiánico del evento.
La celebración, meticulosamente coreografiada y documentada solo por sus propios medios (sin presencia de prensa externa ni preguntas incómodas), ofreció un espectáculo que incluyó conciertos de figuras como Carlos Rivera, Ely Guerra y Lupillo Rivera, rifas de motocicletas, videos generados con inteligencia artificial, y una constante promoción de la marca personal del magnate.
En las pantallas gigantes, un avatar dorado de Salinas Pliego, rodeado de símbolos de riqueza y bitcoins flotantes, lo retrataba como una "víctima" del poder y una "alternativa" ciudadana.
Ataque Frontal al Gobierno: El "circo del bienestar"
El punto álgido de la noche fue una sátira política mordaz titulada "El Circo del Bienestar".
En esta representación, los principales adversarios del empresario fueron caricaturizados de forma burlesca: "Patán Augusto", "Fernández Llorona", "Layda Censuras" y, notablemente, una botarga del presidente López Obrador disfrazada como un capo del "Cártel de Macuspana".
El sketch alcanzó su clímax cuando los actores que interpretaban a los políticos de Morena arrojaron fajos de billetes falsos a la multitud, con el falso López Obrador exclamando: "Nada como repartir entre el pueblo bueno el dinero que nos robamos".
La burla se transformó en un mensaje político directo cuando se simuló una "interrupción gubernamental" de la transmisión, lo que dio pie a la aparición de un grupo de "Ciudadanos Libres" que, portando banderas blancas, expulsaron a las "ratas del Bienestar" del escenario.
Un conductor de TV Azteca aprovechó el momento para lanzar un mensaje que resonó a llamado a la acción: "Tenemos que actuar.
“Queremos terminar esta pesadilla para seguir creando valor y estabilidad para las familias de Grupo Salinas.” —Ricardo Salinas Pliego
México necesita valientes", mientras otro añadía: "Estoy hasta la madre de que me mientan. Si queremos cambiar a México, algo tenemos que hacer".
El litigio fiscal en el centro del discurso
La celebración culminó con el mensaje político más explícito del empresario, precedido por la aparición de la Senadora panista Lilly Téllez, quien lo calificó de "mexicano ejemplar".
Salinas Pliego, leyendo desde un teleprompter, abordó el tema central de su disputa con el Estado: la deuda fiscal que la autoridad ha cuantificado en más de 74 mil millones de pesos.
El magnate admitió que la cifra que se le reclama ronda los 50 mil millones de pesos, y procedió a cuestionar directamente a la Presidenta Claudia Sheinbaum.
"Le quiero decir a la Presidenta que en Grupo Salinas estamos cansados de tanto litigio. Que queremos terminar esta pesadilla para poder seguir creando valor... ya queremos terminar con esto. Queremos terminar y queremos pagar," declaró.
Sin embargo, su oferta de pago vino acompañada de una fuerte crítica al fisco, al que acusó de querer cobrar impuestos "infundados" y "duplicados".
Redujo la deuda a una minucia en el presupuesto nacional, afirmando: "Para el Gobierno, ¿saben cuánto representa lo que nos van a cobrar?, representa dos días de gasto.
Para nosotros es muchísimo dinero, es un sacrificio muy grande, porque nosotros sí nos rompemos la madre para ganar y servir a los clientes."
Al final, Salinas Pliego escaló el tono confrontativo: "Presidenta, ¿usted lo que quiere es cobrar y terminar con este penoso asunto, o quiere otra cosa, o quiere destruir al Grupo Salinas?"
El público respondió coreando al unísono: "¡Presidente! ¡Presidente!" A lo que Salinas Pliego, sonriendo, respondió con una promesa política: "Aún no es tiempo. Faltan cinco años."
La celebración, descrita por observadores como una mezcla de vanidad, desafío y auto-proclamación, evidenció cómo el magnate busca redefinir la evasión fiscal como un acto de rebeldía y su riqueza como un escudo de liderazgo, utilizando su inmenso poder mediático para convertir una fiesta privada en un inusual acto de oposición política.
#TomaNota
- Evento: cumpleaños 70 de Ricardo Salinas Pliego
- Lugar: Arena Ciudad de México
- Asistencia: más de 20 mil personas
- Temas: sátira política, reclamos fiscales, proyección pública
- Deuda estimada: entre 50 y 74 mil millones de pesos con el SAT
