Un par de exgobernadores, Carlos Alberto Madrazo Becerra y Manuel Andrade Díaz, dejaron obras importantes en materia deportiva. El primero de ellos construyó la Ciudad Deportiva, y el otro, Olimpia XXI; ambas en la capital tabasqueña, con un crecimiento poblacional sustancial que demanda más espacios deportivos.
Madrazo Becerra se adelantó a su tiempo al entregar, prácticamente a la mitad del siglo pasado, una Ciudad Deportiva moderna y funcional que, todavía en la actualidad, es la más importante por las variadas actividades deportivas amateur y profesionales albergadas en su interior y su ubicación geográfica en la ciudad de Villahermosa.
El gobierno de Andrade Díaz proyectó Olimpia XXI y, aunque algunos temas presentados en la maqueta no se cristalizaron, finalmente quedó como la segunda instalación deportiva en importancia para los villahermosinos. Sin embargo, aún en la actualidad, está lejos del centro poblacional, y el principal problema es la falta de transporte urbano.
Recientemente, en una entrevista realizada en Telereportaje, Manuel Andrade Díaz, quien gobernó Tabasco de 2002 a 2006, aseguró que fraguó reubicar las instalaciones militares situadas en la colonia Atasta y ahí edificar un deportivo, pero la idea no prosperó porque su administración solo duró un quinquenio.
Los gobiernos municipales de Centro han construido pequeñas y medianas instalaciones deportivas en la cabecera municipal y sus villas, con una marcada preferencia hacia los deportes populares como fútbol y béisbol, mientras que aquellos que últimamente cobran aceptación entre los niños y jóvenes son olvidados.
Deportes como la natación gustan a todas las clases sociales; no obstante, Villahermosa, prácticamente una isla, cuenta con una reducida cantidad de albercas públicas. El régimen estatal actual invierte recursos importantes en becas para deportistas y entrenadores, así como en la reconstrucción del Palacio de los Deportes y, hace poco, anunció la remodelación del patinódromo.
El nacimiento de más colonias y fraccionamientos hacia todas direcciones exige instalaciones deportivas más completas ante la penetración sustancial, en el gusto de todos los niveles sociales, de actividades como las artes marciales, los deportes de raqueta y hasta aquellos considerados elitistas. El poder es el poder.