La carta de despedida que Andrés Manuel López Obrador dirigió a los militantes de Morena en septiembre de 2024 cobra una vigencia mayor que nunca, especialmente en el contexto actual, donde una serie de escándalos de corrupción, ambición personal y nepotismo han salpicado a figuras clave de su partido.
En esa misiva, López Obrador enfatizaba: "Mantengan siempre la unidad, la humildad y la honestidad. No permitan que los antiguos vicios y perversiones de la política florezcan en nuestras filas. Eviten la prepotencia, la búsqueda del poder por el poder, la soberbia, la corrupción, el nepotismo y el sectarismo. No roben, no mientan, no traicionen nunca al pueblo".
Este mensaje, que buscaba blindar el legado de la Cuarta Transformación (4T), parece haber sido ignorado por varios de sus destinatarios, como los hermanos Monreal, Ricardo y Saúl, y Adán Augusto López Hernández, generando divisiones internas y un desgaste en la imagen de Morena que ha obligado incluso a la presidenta Claudia Sheinbaum a intervenir públicamente para reforzar los principios fundamentales.
¿POR QUÉ COBRA MÁS VIGENCIA AHORA?
En el último año, Morena se ha enfrentado a una avalancha de revelaciones que contradicen directamente las advertencias de AMLO. Según reportes periodísticos y declaraciones oficiales, los escándalos han erosionado el respaldo popular al partido, con encuestas mostrando un impacto negativo en la percepción de honestidad entre sus votantes.
La encuesta de Enkroll para el diario español El País, refiere que Morena tiene el apoyo del 45 por ciento de los ciudadanos, que contrasta con la popularidad de la presidenta Claudia Sheinbaum, que se ha mantenido en lo alto casi desde que asumió la presidencia en octubre de 2024, llega casi al 80 por ciento, de acuerdo a esa casa encuestadora.
Sheinbaum, quien ha intentado "remolcar" al partido hacia una mayor austeridad, se ha posicionado como la principal defensora de la "humildad y honestidad" que López Obrador promovía, relegando a figuras controvertidas a un segundo plano.
Lo vimos en el evento del domingo pasado en el zócalo capitalino, donde refrendó su lealtad al legado de AMLO y descartó cualquier ruptura con el expresidente, al señalar que “la oposición busca dividirnos, pero no lo logrará. Compartimos valores, honestidad, justicia y amor al pueblo. No llegamos solo a administrar, sino a transformar la nación para el bienestar”.
Puso a López Obrador como “un ejemplo de honradez y austeridad”, y dejó claro que ella “no se rendirá ni se apartará de sus principios; solo hacemos reverencia al pueblo de México. ¡Aquí el que manda es el pueblo!”.
En su mensaje a Morena en mayo pasado, Sheinbaum reiteró "que nunca se permitirá el amiguismo, el influyentismo y el nepotismo", citando explícitamente el legado de AMLO, aunque a ciertos indeseables de Morena les entró por un oído y les salió por el otro.
LOS MONREAL, ADÁN AUGUSTO Y OTROS NO ATENDIERON LA ADVERTENCIA
La carta de López Obrador no solo es solo un recordatorio casi profético, sino que resalta la tensión entre el ideal fundacional de Morena y su realidad actual: un partido poderoso pero fracturado por vicios que el propio fundador denunciaba.
Sheinbaum ha intentado mantener vigente el mensaje promoviendo reglas antinepotismo y austeridad, pero los Monreal y Adán Augusto parecen priorizar su "búsqueda del poder por el poder".
Por sus ambiciones políticas y actos de corrupción quedan mal parados, ya que sus acciones contradicen directamente las recomendaciones de López Obrador en su carta de despedida, donde advirtió contra esos vicios propios del priismo más arcaico.
La carta de AMLO era clara: "No roben, no mientan, no traicionen". Los Monreal y Adán Augusto, con sus acciones, parecen haber ignorado estas advertencias, alimentando percepciones de que buscan el poder por el poder, practican el nepotismo y, en el caso de Adán Augusto, incurren en presunta corrupción.
Al ignorar esas advertencias del fundador del movimiento, no solo se han expuesto a críticas severas, sino que han contribuido a una crisis interna en Morena.
Sus acciones contrastan con el discurso de humildad y honestidad, dañando su credibilidad y poniendo en riesgo el proyecto de la 4T. Si bien Sheinbaum intenta contener el daño, la percepción pública ya los señala como ejemplos de lo que AMLO buscaba evitar.
