• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 05 de Diciembre de 2025

Los de abajo

Morena Tabasco: la batalla electoral que se avecina en el 2027

Publicado el:

Alejandro Hernández


La inauguración de la nueva sede estatal de Morena fue la ocasión para que las “figuras” y “cuadros valiosos” de ese partido pasearan sus aspiraciones políticas, las cuales les brotan por los poros: no las ocultan, pero tampoco se animan a manifestarlas públicamente.
 

A ese evento llegaron casi todos: alcaldes, diputados locales y federales, funcionarios y líderes.
 

Hasta el momento, ninguno de los aspirantes a un cargo de elección popular ha expresado públicamente su deseo de buscar esa postulación. Sin embargo, sus acciones y movimientos los delatan y evidencian lo que ya todos saben: que andan “caminando” para conseguir ese objetivo.
 

Formalmente, el proceso electoral de 2026 arranca en octubre, cuando el Consejo Estatal del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana inaugura el calendario para los comicios de 2027.
 

Es decir, faltan diez meses para que eso suceda, pero como los tiempos han estado muy adelantados desde la sucesión presidencial de 2024, parece que hay apremio por figurar en las encuestas que definirán las candidaturas en Morena.
 

Según la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Carolina Rangel Gracida, no es momento de medir la popularidad de quienes aspiran a ser alcaldes o diputados federales y locales.
 

Esa afirmación contrasta con lo que declaró la semana pasada el dirigente estatal de Morena, Jesús Selván García, quien reconoció explícitamente que ya se están realizando sondeos para medir la preferencia de los posibles candidatos al aseverar que Evaristo Hernández Cruz no despunta en las encuestas internas.
 

Las encuestas de Morena, dijo Rangel Gracida, comenzarán a aplicarse hasta el año entrante, no ahora. Falta poco para que inicie 2026. Así que los aspirantes dirán que no hay tiempo que perder.
 

Hay diputados que quieren ser alcaldes y presidentes municipales que aspiran a llegar al Congreso, debido a que ya no podrán reelegirse en el cargo.
 

Aunque la no reelección entrará legalmente en vigor en las elecciones de 2030, por maniobras políticas del PVEM con líderes del Congreso y del Senado —Ricardo Monreal y Adán Augusto López Hernández le jugaron las contras a la presidenta—, la dirigencia nacional de Morena modificó los estatutos para que no se permita la reelección desde 2027, como era el deseo expreso de la doctora Claudia Sheinbaum y así establecido estaba en la iniciativa que envió al Legislativo, modificada maliciosamente por quienes anteponen sus intereses personales.
 

En Tabasco la oposición no pinta ni da color. Carece de cuadros, liderazgos y estructura. En términos electorales, representa muy poco. La medición más reciente, la de Enkoll, la sitúa muy por debajo de Morena. Ni sumando los porcentajes del PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y PAN alcanzan al partido gobernante.
 

Su discurso se centra en la descalificación, el insulto, la mentira y la calumnia. Desaprueben todo lo que haga o decida este gobierno. Carecen de proyecto y de propuestas serias. No ofrecen nada interesante, más que reciclar figuras controvertidas, acusadas de corrupción, que en el pasado tuvieron responsabilidades y entregaron muy malas cuentas a los tabasqueños.
 

MORENISTAS CONTRA PRIISTAS DISFRAZADOS
 

Por eso la verdadera disputa por el poder se dará al interior de Morena entre el grupo político del gobernador Javier May y los priistas disfrazados de morenistas que tomaron por asalto el poder con el triunfo de Adán Augusto en 2018 y quieren recuperar los privilegios y los negocios que hasta hace muy poco tenían.
 

Y esa batalla será sórdida y complicada. Buscarán ganar la mayor cantidad de posiciones para minar la fuerza del gobernador, que ha hecho del territorio su base social. Ahí radica su fuerza.
 

La cofradía adancista no solo dará pelea en Morena, sino también en otros frentes políticos, como Movimiento Ciudadano y el PT, principalmente, donde tienen o colocarán varias de sus fichas que no podrán acceder a candidaturas en el partido oficial.
 

En el PVEM, acostumbrado a aliarse también con indeseables, no se descarta que también se cuelen adancistas. La intención es cerrarle el paso a Javier May y debilitarlo para recuperar el poder en 2030, en las elecciones generales.
 

Por eso se deberá elegir a los mejores cuadros para competir en las elecciones con amplias posibilidades de triunfo. Es mucho lo que estará en juego como para apostar por aspirantes que simplemente no dan la talla, por muy cercanos que estén al poder.
 

Es la permanencia del proyecto de una izquierda comprometida con los que menos tienen, que tiene como prioridad el bienestar del pueblo y no el de los intereses mezquinos que benefician a unos cuantos. Sería tanto como abrirle la puerta a los privilegios ya la corrupción.