Tras un año y dos meses de retiro, el expresidente Andrés Manuel López Obrador volvió a la escena pública este domingo, con un video de casi una hora difundido en sus redes sociales.
Desde su finca “La Chingada”, el tabasqueño llamó a los militantes de la Cuarta Transformación (4T) a redoblar el apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y alertó sobre la persistencia de los ataques opositores, a los que describió como “temporada de zopilotes”.
En el mensaje, grabado en un tono sereno pero firme, López Obrador exaltó las cualidades de su sucesora: “Claudia Sheinbaum es la mejor presidenta del mundo, una mujer excepcional, leal al pueblo y comprometida con la transformación”.
Subrayó la estabilidad política lograda en su sexenio, pero criticó el “sectarismo, dogmatismo y fanatismo” de los adversarios, que, apuntó, ignoran los avances sociales y buscan desestabilizar al gobierno.
“Hay que respaldarla mucho, mucho, mucho, mucho, porque todavía es temporada de zopilotes, con buitres y halcones al acecho”, insistió, en alusión a la élite conservadora.
“Hay estabilidad política. Nada más que como puede más el sectarismo, el dogmatismo, el fanatismo de nuestros adversarios, puede más que el sentido común, no internalizan nada de lo que se ha hecho y se va a seguir haciendo. Hay que apoyar mucho, mucho, mucho, mucho a la presidenta porque todavía es temporada de zopilotes, y hay buitres y hay halcones”, enfatizó.
Con ironía, anticipó la réplica opositora: “Un conservador dirá que prefiere al líder de mano dura, una amalgama de Franco, Pinochet, Díaz Ordaz y Salinas, que convertirá el país en una cárcel”.
"Les estoy diciendo que es la mejor presidenta del mundo Claudia Sheinbaum y un conservador seguramente ahorita, si ve esto, si escucha esto que estoy expresando dirá: 'no, no, no, el mejor presidente del mundo es el de mano dura, una mezcla de Franco con Pinochet, con Díaz Ordaz y Salinas, que convierta el país es una cárcel, ese es el que necesitamos'".
Ese es el pensamiento de la derecha, de los sectores más rupestres del PRI y de oligarcas que sueñan con un Milei o un Bukele mexicano.
UN DIFÍCIL RETIRO, PERO REAL
El expresidente aprovechó la ocasión para desmentir rumores de influencia oculta y celebra logros pasados. López Obrador dedicó parte del video a desmentir que actúe como “poder tras el trono”.
Recordó hitos de su administración, como la salida de 13.4 millones de personas de la pobreza extrema, la disminución de la desigualdad y el repunte en los ingresos de las clases medias y bajas, que le permiten irse “feliz y satisfecho”.
"Me jubilé de la política activa, no soy insustituible ni cacique ni caudillo. Hice valer la democracia al no interferir en el mandato de Claudia", aseveró.
Aclaró que su ausencia no es “una simulación” y confesó la dificultad de dejar atrás casi 50 años de activismo: “Decir 'se acabó' y cortar de tajo mi vida pública fue un desafío enorme”.
"Me retiré de la política activa, de la práctica política, no es una simulación, estoy jubilado. Entonces, imagínense, después de cerca de 50 años de lucha ininterrumpida lo difícil que pudo ser el decir ‘se acabó’, cortar de tajo toda mi actividad pública”.
Desde la entrega de la banda presidencial el primero de octubre de 2024 —hace exactamente un año y dos meses—, AMLO se instaló en “La Chingada” para emprender “una vida nueva”.
Detalló su rutina diaria con sencillez. Se levanta al alba, camina 5 kilómetros en un sendero arbolado (10 o 12 vueltas de 450 metros), se baña y desayuna. De 9:00 a 12:00, trabaja tres horas en su despacho en su nuevo libro Grandeza .
Al mediodía, degusta pozol y recorre la casa a pie. Tras la comida, da otra vuelta por la finca y por la tarde consulta “un poco” de noticias en su teléfono.
Ha visitado la Ciudad de México al menos cinco veces de forma discreta, para reunirse con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y su hijo Jesús Ernesto, “sin armar escándalos”.
El video, que acumuló cerca de 18 mil vistas en YouTube en las primeras dos horas, desató un torbellino en redes: simpatizantes lo ovacionaron como el “fundador eterno de la 4T”, mientras críticos lo tildaron de prueba de que su sombra aún pesa sobre el Palacio Nacional.
