• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 05 de Diciembre de 2025

¿Y a mí qué?

¿Ley contra la extorsión? Sí, pero sin simulación

Publicado el:

Francisco Enrique Pérez Hernández.


Esta semana se publicó una ley que, en el papel, podría ser un parteaguas: la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar los Delitos en Materia de Extorsión. Es una respuesta urgente a un delito que ha crecido sin freno, afectando a personas, familias, negocios y comunidades enteras. La extorsión ya no solo es una amenaza de “cobro de piso” en zonas de alto riesgo: también se hace desde penales, por teléfono o redes sociales, y en ocasiones incluso con la complicidad de autoridades.

La ley endurece las penas: de 15 a 25 años de cárcel, y hasta 42 años si hay agravantes. Será un delito que se perseguirá de oficio y hay algo clave: sanciona a los servidores públicos que encubran o no actúen, con castigos de hasta 30 años. También obliga a instalar bloqueadores de señal en penales para frenar las llamadas de extorsión desde prisión, una vieja deuda del sistema. Suena bien. Pero… ¿y a mí qué? ¿Por qué nos  importa?

Porque si tú eres emprendedor, comerciante, usuario de taxi o simplemente una persona que ha recibido una llamada sospechosa, sabes lo que se siente vivir con miedo. Y si ya fuiste víctima de extorsión, esta ley parece darte algo de esperanza. Pero el problema no está solo en las letras. Está en si se aplican o no. Y ahí es donde viene la pregunta incómoda: ¿de verdad va a cambiar algo?

Una ley sin dinero no camina. Se aprobaron medidas costosas: como los bloqueadores en penales, sin definir de dónde saldrá el presupuesto. Si no hay recursos, esas medidas pueden quedarse en letra muerta. Como ha pasado antes.

También se discutió un punto delicado: la atención a las víctimas con perspectiva de género. En un inicio, se decía que solo se aplicaría “cuando proceda”. Es decir, quedaba a juicio del funcionario. Por suerte, se corrigió, pero la discusión revela algo preocupante: todavía hay resistencia a incorporar enfoques que protejan de verdad, sobre todo a las mujeres. En casos de extorsión, muchas veces quienes sufren no solo pierden dinero, también salud mental, tranquilidad y dignidad. No aplicar este enfoque puede generar más daño del que ya se vivió.

La ley es un paso necesario y lo celebro, pero el verdadero reto será evitar la simulación. Que no se diga que se están combatiendo las extorsiones mientras los penales siguen siendo centros de operación criminal. Que no se repita el guion donde todo cambia para que todo siga igual. Porque si la ley no baja al terreno, si no llega al policía, al juez, al fiscal, a la unidad especializada, lo que se aprobó será otro buen discurso. Y mientras tanto, el miedo seguirá siendo el que gobierna.

 

¿Y a mí qué? A ti te conviene saber si, ante una llamada sospechosa, ahora tienes respaldo real. A ti te conviene que las víctimas de verdad sean protegidas, sin importar su género. Y a ti te toca exigir que las leyes no solo se escriban, se cumplan. “Aquí termina el texto, pero empieza la conciencia”.