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  • Jueves 12 de Junio de 2025

Balancán es ejemplo de cómo destruir el paraíso

Con el Plan Balancán-Tenosique, convirtió a los dos municipios en terrenos para ganado, fue cuando se acabó de arrasar lo que quedaba de selva, afirma María Luisa del Carmen Cámara Cabrales

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La doctora María Luisa del Carmen Cámara Cabrales, catedrática de la División de Ciencias Biológicas

Vhsa. Tab., 22 julio 2017.- Todavía hace sesenta años, Balancán tenía selva, la ganadería ha terminado de arrasar con  el pasado silvícola del municipio,  esa región, cuando mi padre era joven, tendría unos quince años, según me contaba, mi pueblo, todavía era productor de chicle, junto con Tenosique y Guatemala.
   Respondió de esa manera, la especialista forestal, catedrática de la División de Ciencias Biológicas , doctora María Luisa del Carmen Cámara Cabrales y hoy aspirante a la presidencia municipal de Balancán por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), cuando se le expuso que es común que las personas que vienen de fuera piensen que en esa zona es todavía hay algo de selva.
   Mi padre, menciona la especialista -nacida y habitante actual de ese municipio, se dedicó por muchos años a la transportación pluvial, llevando y trayendo en su lancha, a trabajadores que se dedicaban a la recolección del chicle, por los ríos San Pedro y Usumacinta o comida para ellos, porque pasaban muchos días acampados en la selva.
   Es decir, explica, primero Balancán fue un municipio chiclero y para que existiera chicle, tenía que haber selva, luego se extrajeron caoba y cedro y por último, y cuando ya no existía nada de eso, se pudo en marcha el Plan Balancán-Tenosique, que convirtió a los dos municipios en terrenos para ganado, fue entonces cuando se acabó de arrasar lo que quedaba de selva.
  Antes de ese programa era todavía una selva superennifolia de pukté, que significaba que se inundaba en una temporada del año, por lo que se decidió  construirle drenes para sacar el agua, y hoy, dice con pesadumbre, Balancán es un lugar desolado, no tiene árboles ni agua, padece de sequías terribles, en las que no hay ni para dar de comer al ganado e inundaciones igual de desastrosas.
   Podemos afirmar que “hoy Balancán es un ejemplo de cómo destruir el Paraíso”, sostiene la doctora Cámara Cabrales, con maestría de la universidad de Yale y doctora en la de Michigan.
   Su población campesina se dedica, en gran porcentaje, a la siembra de la chihua (una calabaza) de la que se aprovecha la pepita para venderla a quienes producen condimentos con la misma, pero los productores son víctimas de “coyotes”, ya que no existe una planta secadora, despepitadora y empacadora para darle un mejor valor a su producto.             
   Aproximadamente entre el 55 y 60 por ciento de los productores de sus ciento treinta  comunidades se dedican a la siembra de la  chihua, maíz y chile tabaquero; claro también hay familias de ganaderos que producen quesos artesanales, que de esa manera aprovechan la leche que ellos mismo obtienen.    
    La producción ganadera para carne ha bajado mucho por la apertura de otros mercados, nuestros productores no pueden competir con los grandes exportadores del norte y porque además está entrando al país, carne de todos lados como consecuencia del Tratado de Libre Comercio.
     CVS - ¿Es difícil recuperar un terreno ganadero para convertirlo en un área forestal? Se le preguntó
    Muy difícil, pero no imposible, responde y cuenta que ella logró transformar, con su trabajo de alrededor de veintiséis años y una inversión propia muy grande, un rancho ganadero de 105 hectáreas - herencia de su padre-  80 hectáreas ya tienen vegetación de selva.        
   Tiene una gran diversidad, asegura, especies de lo que fue selva media superennnifolia de pukté, caoba, corazón azul, tomillo, ceiba, chechén, popiste, jabin, machiche,  uno que le dicen zapatero negrito, como tres o cuatro tipos de guano o palmas, bejuco y varias fabáceas.
   En todos estos años he pagado a dos trabajadores para hacer las guardarayas que protejan  el terreno de incendios y evitar que entren a robar madera y atrapar loros que ahí anidan en árboles ya muertos.
   Apenas hace siete años comencé a obtener ingresos de ahí con la apicultura, introduje abejas y ahora vendo miel, pero solo alcanzan para cubrir la mitad de los gastos, lo demás sale de mi salario de profesora investigadora.
   Me han preguntado  por qué no he buscado apoyo institucional para este proyecto y alguna vez solicité el de la Unidad de Manejo Ambiental, pero me pidieron que aportara 80 mil pesos, no lo acepté, no es posible que me pidan dinero para seguir manteniendo este proyecto para el que he trabajado e invertido tanto.
    ¿Sería posible recuperar el pasado forestal de Balancán?, se le planteó.
    Si yo pude, se puede, respondió, pero se necesita un gran apoyo, en una libreta aún tengo anotado un trabajo que hicimos en el Centro de Cambio Global y la Sustentabilidad y la División de Ciencias Biológicas de la UJAT en los ejidos del Capulín y Ramonal de Balancán.
   Tengo miedo de encontrarme con ellos de nuevo y que me digan que pasó, porque pidieron apoyo para conservar un acahual, ya que de otra manera no tendrían que darles de comer a sus familias, y es que la Comisión Nacional Forestal, en sus programas de reforestación  -yo siempre pongo el dedo en la llaga-  se preocupa más por las metas.
   Dicen a los campesinos que tiene un acahual que lo tiren  para reforestar, cuando ahí ya tienen árboles de 15 o 20 años, es decir ya está reforestado, solo hay que pagar los apoyos para conservarlos, hacer guardarayas , para mantenerlo. Son de mentalidad muy cuadrada, sostuvo.
    ¿Es posible que desde la ciudadanía, se logre, empujar una reforestación adecuada? Se le preguntó.
   La doctora María Luisa del Carmen Cámara menciona que en algunas partes del país se han formado sociedades que lograr que algunos impuestos se inviertan en programas de reforestación, como Reforestemos México, que recibe recursos de la Semarnat y Conafor.
   Reforestar es una tarea ardua, los productores tienen que sembrar para comer, hay mucha necesidad, entre, hacer rastrojos,  semilla fumigada de maíz se gastan entre 400 y 500 pesos, si le pides que conserve los árboles y no les dan un  apoyo suficiente, ellos contestan que mejor los conservan para leña, para sus muebles, se convierte en una reserva personal.
   La reforestación debe ser integral, con una parte de conservación y otras para la ganadería, huertos forestales, a los proyectos agrosilvipastoriles, es a lo que tenemos que apostarle  y que las normas de la Conafor y Semarnat sean flexibles a los productores.
   Se da muchísimo apoyo a plantaciones forestales comerciales, pero la norma que se aplican es que sean terrenos de 25 hectáreas para sembrar árboles, de los que los productores tienen que un tener un buen producto en once o doce años, y entonces el productor dice ¿de qué voy a vivir en ese tiempo, si yo solo tengo 20, 30 hectáreas, dónde voy a sembrar maíz y tendré mi ganado. Se necesita flexibilidad, agrega.