El regreso al PRI de Humberto tuvo un rasgo similar al destape de otros en el PRD: nunca ofrecieron una justificación real para hacerlo.
Lo más probables resulta que ellos calmen un poco sus ansiedades, y a la vez, que satisfagan los inquietos apremios de sus propios correligionarios, quienes ansían la llegada o la continuación en el poder en compañía de sus jefes. Fuera de ello, no se puede percibir un propósito social admisible.
El regreso al PRI de Humberto tuvo un rasgo similar al destape de otros en el PRD: nunca ofrecieron una justificación real para hacerlo. La foto oficialmente tomada y exhibida es elocuente. No está acompañada siquiera con una frase que intente explicar, por ejemplo, ‘regreso a mi partido por esto o para esto’. Nada. En cambio, muestra un documento burocrático que demuestra que los trámites han sido cumplimentados en tiempo y en forma. Punto. A las preguntas de los reporteros, simplemente nada más que agregar. Las otras fotos mucho se asemejan, al grado que parecen un álbum de colección. La política dejó de tener un propósito para la sociedad. Ni siquiera un lenguaje político que insinúe o revele algo. Ahora la política se trata otro trámite más en el expediente necesario para uno y algunos continúen en el poder. ¿Para qué? Todo a su tiempo, ya van a ver, pero por lo pronto imagínenlo nomás. En asombrosa coincidencia, armonía y coordinación, los destapes y el regreso se perciben como una sola acción unitaria y concertada para lo mismo: no soltar el poder por nada de este mundo y punto. Yo aquí, mi otro yo allá, y más allá, mis otros yo. Y así sucesivamente. ¿Para qué? Para lo mismo. Adivinen jóvenes, atínenle. Por lo pronto, lo importante consiste en estar siempre, en permanecer. Exactamente como en el PRI y las muy conocidas máximas, sobre políticos pobres y que la gallinas de arriba, etc.
¡Cómo no les van a aceptar de regreso en el PRI!, si lo que mejor hacen cuando están fuera, es imprimir las mismas prácticas viciadas de ese partido, en donde logran introducirse temporal y exitosamente para ellos y nadie más que ellos.
Nada gana la sociedad o la política con los destapes y el regreso que son lados opuestos, pero de la misma moneda. Eso no tiene nada de nuevo. Por favor no deje de sonreír, porque ya viene el 2012. Hasta la próxima.
