• La Verdad del Sureste |
  • Domingo 07 de Diciembre de 2025

LA DESTRUCCIÓN: AGUA Y PETRÓLEO

En Jalapa, Luis Deyá libra la batalla contra las inclemencias del tiempo

Publicado el:

Por José Luis Lara López


El cambio climático (o calentamiento global debido al consumo excesivo de petróleo de las grandes industrias de países hegemónicos del capitalismo) afecta a México, pero sobre todo a las regiones de la periferia o marginadas. El sur-sureste es uno de ellos. Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz sufren la devastación severa de las fuertes precipitaciones fluviales, mientras las empresas trasnacionales, sobre todo las estadounidenses, son las que depredan nuestro ecosistema y saquean nuestras riquezas hidrológicas y petroleras.
    De acuerdo a los fenómenos observados, lo que el país requiere es un plan hidrológico regional apegado a las circunstancias específicas del sur-sureste, independientemente de que existan planes o no planes “hídricos” en los estados de Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz. Históricamente, desde la época de Porfirio Díaz, las camarillas que han ocupado la silla presidencial del gobierno federal -y eso lo saben los analistas de medios nacionales-, han otorgado todas las ventajas de explotación y con ellos las grandes ganancias a las empresas trasnacionales que le “trabajan” a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la construcción de presas, las cuales implican regular el agua a fin de generar energía eléctrica (que luego consumimos los mexicanos a precios muy caros).
    En la guerra intercontinental que establecen Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Reino Unido y Rusia, por el control territorial de los países pobres y emergentes, significa en realidad adueñarse de los mercados de consumo, pero también de nuestras riquezas naturales.
    La región más rica en recursos naturales que posee México, se ubica precisamente en los estados que hoy padecen los estragos de las inundaciones, y paradójicamente, afecta a los asentamientos humanos marginados y pobres.
    Lo inverosímil es que en estos asentamientos humanos, también empresas trasnacionales de capital norteamericano saquean nuestro petróleo. Veamos, como ejemplo, a los indígenas Chontales de Tabasco, ubicados en el municipio de Nacajuca.             Pueblo pobre con vastas riquezas del hidrocarburo sacado de su subsuelo. En este grupo social impera la pobreza, la desigualdad, la desnutrición, la prostitución, la drogadicción, el desempleo, la pérdida de identidad cultural (la lengua ya casi está castellanizada); y las injerencias de sectas protestantes han dividido a las familias, frente a una anacrónica iglesia católica.
    En pleno siglo XXI, mientras las naciones ricas conquistan micros y macros espacios de la vida orgánica, en México, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, todavía no logramos acordar la reconstrucción de una sociedad independiente y renovada de cara a las nuevas circunstancias globales. En Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, gobierno y pueblo, hemos sido cómplices del saqueo de nuestros recursos naturales que han hecho (y hacen) las empresas trasnacionales.
    La única arma inmediata que tenemos los habitantes de Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, es la resistencia civil pacífica: suspender el pago del consumo de energía eléctrica a la CFE, en tanto estos se resistan a poner en marcha un Plan “Hídrico” Regional Sur-Sureste que modifique radicalmente el uso de las cuatro presas que existen en esta región de nuestro país.   
    EN JALAPA, el edil Luis Francisco Deyá Oropeza, trabaja a todo vapor para librar la batalla contra las inclemencias del tiempo.
    Protección Civil Estatal y Municipal, están valorando los daños ocasionados a los distintos sectores de la población jalapaneca.
    Por lo pronto Máximo Moscoso es el encargado de apoyar a las autoridades municipales de Jalapa, con el objetivo de dotarlos de víveres, medicamentos y atención a la infraestructura dañada por el temporal.
    El DIF Municipal está jugando un papel importante en la atención a las familias que reciben todas las atenciones en los albergues. Sin duda alguna, todo el equipo de Luis Deyá se sumará a esta ardua labor en atención a los más necesitados, sobre todo a los que viven en las riberas de los ríos de la Sierra.
    Hasta el momento las personas afectadas sobrepasan los cinco mil, con un total de 2 mil 9 viviendas dañadas de 28 comunidades, en las cuales más de cinco mil 900 despensas han sido entregadas.
    Además la Secretaría de Salud Municipal, brinda atenciones a todos y cada uno de los albergados, apoyándolos con medicamentos y consultas médicas, especialmente a los niños y a las personas de la tercera edad. Jalapa avanza con pasos firmes, a pesar de las adversidades económicas.