La costalera. (Foto: Joel Arias)
Ya lo sé, me lo han dicho cualquier cantidad de veces, que este excelso espacio es para los escasos cinco lectores una especie de terapia emocional. Que ante el valor de la denuncia que el periódico de la sociedad civil patrocina, esta columneja se ha constituido como un remanso de paz para quienes buscan algo más que la verdad oficial en los medios locales.
Que el éxito (¿cuál?, preguntaría yo) de Fuego Lento es el acento único que la caracteriza, la sorna y el desparpajo lexicográfico con el que reseña la vida política de Tabasco y sus ínclitos personajes y no la profundidad del análisis. Y sin embargo…
No puedo menos que lamentar la situación que viven los comunicadores de este país y en particular los de Tabasco (los pocos) por el nivel de riesgo que corren quienes se empecinan en ejercitarse en tan digno oficio exponiendo patrimonio, familia, incluso la vida misma.
Hoy los ánimos están tan exacerbados que gigantes mediáticos como Televisa arremeten contra el diario Reforma para desacreditarlo; Igualmente Gobernación regaña a ocho columnas a través de sus voceros al Diario de Juárez y acusando a sus directivos de pretender conciliar con el crimen organizado en lugar de ordenar a la PGR investigue y detenga a los asesinos de los periodistas que laboraban en dicha empresa.
La omisión y violación de los derechos humanos que vienen aparejados por el desdén gubernamental han atropellado al gremio periodístico soslayando casos tan vergonzantes como el de las locutoras indígenas oaxaqueños que operaban una radiodifusora rural sin que nadie hasta la fecha siquiera se conduela por las pérdidas.
Si se matan a periodistas y no se detienen a los culpables se les invita tácitamente a los ejecutores a que vuelvan a actuar con la impunidad que permite un Estado ausente. Mientras tanto en Estados Unidos ya se otorgó asilo político a un periodista de Juárez asumiendo una responsabilidad que en primera instancia no le corresponde pero acusando con ello a la cobardía e incapacidad de la Derecha entronizada desde hace dos gobiernos.
Es que si no se respeta uno de los derechos más fundamentales, de alta prioridad para una república como la libertad de expresión, ningún otro está a salvo. Es decir, la muerte de periodistas y la violación a sus derechos no es un asunto marginal que afecta solamente a un sector. Nos afecta todos al margen de la profesión u oficio.
En este marco y en Tabasco, la autocensura predomina ante la falta de garantías y por causa de una ambición desbordante por el dinero y el interés de alcanzar el poder político de parte de los dueños de estos modernos consorcios.
Sí, porque en Tabasco los dueños de los periódicos son los principales aliados de los grupos políticos, empoderados ya o en vías de lograrlo; con ello la oligarquía mediática decide embozado detrás de un derecho constitucional a mentir, ocultar o eventualmente matizar los hechos reales de acuerdo a la conveniencia propia y la de sus socios, clientes y amigos.
Por eso pudre el alma que la clase política y la sociedad confundida y ávida de espacios tenga que emprender cada año una clase de peregrinación a lo algunos creen es la Meca radiofónica para derretirse en aplausos y loas a promotores de la Derecha y precursores del Opus Dei.
1ª. PD. Por cierto, ¿Quién le quitó su sitio a Tilo, la censura o la estupidez?
2ª. PD. Hermosa República Mexicana, desde la Ciudad de los costales, Rosario Canabal te saluda…
Que el éxito (¿cuál?, preguntaría yo) de Fuego Lento es el acento único que la caracteriza, la sorna y el desparpajo lexicográfico con el que reseña la vida política de Tabasco y sus ínclitos personajes y no la profundidad del análisis. Y sin embargo…
No puedo menos que lamentar la situación que viven los comunicadores de este país y en particular los de Tabasco (los pocos) por el nivel de riesgo que corren quienes se empecinan en ejercitarse en tan digno oficio exponiendo patrimonio, familia, incluso la vida misma.
Hoy los ánimos están tan exacerbados que gigantes mediáticos como Televisa arremeten contra el diario Reforma para desacreditarlo; Igualmente Gobernación regaña a ocho columnas a través de sus voceros al Diario de Juárez y acusando a sus directivos de pretender conciliar con el crimen organizado en lugar de ordenar a la PGR investigue y detenga a los asesinos de los periodistas que laboraban en dicha empresa.
La omisión y violación de los derechos humanos que vienen aparejados por el desdén gubernamental han atropellado al gremio periodístico soslayando casos tan vergonzantes como el de las locutoras indígenas oaxaqueños que operaban una radiodifusora rural sin que nadie hasta la fecha siquiera se conduela por las pérdidas.
Si se matan a periodistas y no se detienen a los culpables se les invita tácitamente a los ejecutores a que vuelvan a actuar con la impunidad que permite un Estado ausente. Mientras tanto en Estados Unidos ya se otorgó asilo político a un periodista de Juárez asumiendo una responsabilidad que en primera instancia no le corresponde pero acusando con ello a la cobardía e incapacidad de la Derecha entronizada desde hace dos gobiernos.
Es que si no se respeta uno de los derechos más fundamentales, de alta prioridad para una república como la libertad de expresión, ningún otro está a salvo. Es decir, la muerte de periodistas y la violación a sus derechos no es un asunto marginal que afecta solamente a un sector. Nos afecta todos al margen de la profesión u oficio.
En este marco y en Tabasco, la autocensura predomina ante la falta de garantías y por causa de una ambición desbordante por el dinero y el interés de alcanzar el poder político de parte de los dueños de estos modernos consorcios.
Sí, porque en Tabasco los dueños de los periódicos son los principales aliados de los grupos políticos, empoderados ya o en vías de lograrlo; con ello la oligarquía mediática decide embozado detrás de un derecho constitucional a mentir, ocultar o eventualmente matizar los hechos reales de acuerdo a la conveniencia propia y la de sus socios, clientes y amigos.
Por eso pudre el alma que la clase política y la sociedad confundida y ávida de espacios tenga que emprender cada año una clase de peregrinación a lo algunos creen es la Meca radiofónica para derretirse en aplausos y loas a promotores de la Derecha y precursores del Opus Dei.
1ª. PD. Por cierto, ¿Quién le quitó su sitio a Tilo, la censura o la estupidez?
2ª. PD. Hermosa República Mexicana, desde la Ciudad de los costales, Rosario Canabal te saluda…
