La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) inició una nueva etapa con una ceremonia de purificación y entrega de bastones de mando realizada en el Zócalo de la Ciudad de México. Ocho de los nueve ministros participaron en el ritual, encabezado por Hugo Aguilar Ortiz, primer presidente indígena del máximo tribunal, cuya integración tiene ahora mayoría de mujeres.
El acto fue dirigido por médicas tradicionales y autoridades espirituales de diversos pueblos originarios, quienes invocaron fuerza y protección para los ministros. Durante el ritual, Aguilar Ortiz afirmó que el bastón de mando simboliza el compromiso de defender a quienes no tienen voz ni recursos para hacerlo.
“El bastón de mando significa cuidar, hablar por quienes no pueden hablar y defender a quienes no pueden defenderse”, señaló el ministro presidente.
Aguilar Ortiz subrayó que la nueva Corte tiene como misión “sanear al Poder Judicial” y erradicar prácticas de corrupción, nepotismo y deshonestidad. Anunció que se eliminarán privilegios y se sentarán las bases para una justicia cercana al pueblo.
En la ceremonia participaron representantes de comunidades zapotecas, otomíes, mixtecas, mazahuas, wixárikas y de otras regiones, quienes destacaron que este cambio en la Corte representa un acto de justicia histórica para los pueblos indígenas y afromexicanos.
El ministro Arístides Guerrero García no asistió debido a su recuperación tras un accidente, aunque fue mencionado en la ceremonia. Más temprano, los nuevos integrantes del tribunal realizaron un acto de consagración en la zona arqueológica de Cuicuilco.
En el Zócalo, asistentes de distintas comunidades aplaudieron y lanzaron consignas de apoyo al nuevo presidente de la Corte, mientras autoridades indígenas de varios estados entregaban formalmente los bastones de mando a cada uno de los ministros.