LA FISCALÍA GENERAL de la República vive una nueva etapa bajo la conducción de Ernestina Godoy, a quien ha definido como la fiscal de hierro, y se espera que en Tabasco, con ella al frente de la FGR, los casos pendientes comiencen a caminar y veamos a más de un pillo tras las rejas.
Uno de esos casos es el predio asegurado este año en la ranchería Plátano y Cacao donde se incautaron más de tres millones de combustible robado y, hasta ahora, no se ha procedido en contra de los responsables, a pesar de que ya se sabe quién es el propietario de ese predio y quién lo arrendó.
El caso se empantanó y dormía el sueño de los justos, porque al anterior fiscal, Alejandro Gertz Manero, porque como decía la frase favorita que inmortalizó al actos Arturo de Córdova: no tenía la menor importancia.
La FGR sabe quién rentó ese predio y que lo hizo para almacenar y mover el combustible que ordeñaban en ductos de Pemex en Centro, Cárdenas y Huimanguillo, y causalmente esa persona, de origen potosino, gozaba de la protección e impunidad que le brindaban en el sexenio anterior, por eso no resulta extraño que entre ellos, los machuchones de ese gobierno y su descendencia, se lleven pesado con el apodo de “huachicol”. Encima de todo, cínicos.
El gobernador Javier May ha dicho que habrá mucha coordinación con la fiscal de hierro y su llegada a la FGR fortalecerá el combate a la delincuencia. Esperemos que así sea y que se haga justicia por todo el daño que le hicieron a Tabasco. Hay muchos socios del “Comandante H” que andan como si nada, a pesar de que han dejado huella de sus sucios negocios y su criminal actuar, principalmente empresarios, como Sergio Cruces, delincuente de cuello blanco, toda una fichita.
ANTE LA DETECCIÓN del primer caso de la llamada “supergripe” en México, una versión más agresiva de la influenza que en esta temporada invernal se presenta con mayor regularidad entre adultos mayores y niños, preferentemente, la Secretaría de Salud local ha alertado a la población a que se vacune cuanto antes para no ser víctima de este padecimiento que, por fortuna, no es mortal si es atendido en su fase inicial una vez ocurrido el contagio.
Hasta ahora, según el titular de la dependencia, Alejandro Calderón Alipi, los casos de influenza presentados en Tabasco son del tipo común, es decir, “gripe estacional”; sin embargo, por la proliferación de casos en Estados Unidos y Europa, es recomendable vacunarse para no sufrir riesgos innecesarios.
El funcionario cree que las próximas semanas haya un repunte de casos de “gripe estacional” en el estado. Hay suficientes vacunas para proteger a toda la población tabasqueña y es gratuita y la gente puede acudir a cualquiera de los 23 macrocentros de vacunación instalados en los 17 municipios del estado.
"Entre más pronto se vacunen, mejor, entre la última semana de diciembre y las primeras de enero habrá mayores casos de influenza, y la vacuna te da esa inmunidad", reiteró Calderón Alipi. Más vale prevenir que lamentar, como dice el dicho.
POR LO PRONTO, la Diócesis de Tabasco, analiza seriamente pedir a sus fieles que acuden diario a las misas el uso de cubre bocas para prevenir posibles casos de la “supergripe”, al menos eso fue lo que dejó entrever el obispo Gerardo de Jesús Rojas López.
En su conferencia dominical habitual, el prelado señaló que se revisarán las medidas preventivas adoptadas por la iglesia al interior de los recintos religiosos, y recomendó a la feligresía católica que se vacune. “La prevención siempre es importante y creo que la vacunación es fundamental y la están ofreciendo en muchos lugares".
"Vamos a revisar por lo menos el cubreboca si es esencial y luego también volver al gel y al alcohol. Y todo eso, aunque no haya pandemia, es muy higiénico", dijo Rojas López.
RESULTA QUE el fiscal general del Estado sigue sin rendir su informe anual de labores ante el Congreso, como lo habían adelantado diputados locales. Se confirmó lo que en este espacio se había dicho: que el fin de semana difícilmente iría Óscar Tonatiuh Vázquez Landeros al recinto legislativo a entregar por escrito el trabajo realizado en estos doce meses.
No hubo tal comparecencia. Este lunes 15 se cierra el primer periodo ordinario de sesiones del segundo año de la 65 Legislatura y, al menos de que acuda a temprana ahora a entregar el documento y reunirse con los integrantes de la Junta de Coordinación Política, cumplirán lo que prometieron: que su comparecencia sería antes de la clausura, pero como dice la canción de José José: “Pero lo dudo”.
Esta legislatura no ha marcado ninguna diferencia con respecto a las anteriores. Es más, se le cuestionó haber aprobado a toda prisa las cuentas públicas y sin una revisión exhaustiva. Por lo tanto, fallaron en su promesa de que iba haber una auténtica transparencia y rendición de cuentas.
El OSFE también está en falta. Su nuevo titular, Juan José Peralta Fócil, prometió que habría lo anterior y resultó que ni siquiera difundió los informes de resultados de la revisión de las cuentas públicas cuando los entregó al Congreso a finales de agosto pasado, como establece la ley, con el cuestionable argumento de que la ley “no lo permite”. Llegó, como normalmente han llegados todos los fiscales superiores, con altas expectativas, pero conforme avanza su gestión lo que va quedando es un desencanto, una decepción, porque es más de lo mismo.
