Y fue tan vergonzante la exhibición de la que fue objeto el papá de Favión (por cierto preso en Miami), que no le quedó a mi tío Fayito más que lloriquear como Magdalena en la TVT, espacio oficial de otro lángara, Enrique Muñoz, a quien con la voz entrecortada y seguramente con lagrimas en los ojos le dijo vía telefónica lo mismo que ha venido señalando desde que asaltó el poder, “a mí las criticas no me llegan”.
Qué bueno porque el alud recibido ayer fue de pronóstico, nomás para abrir boca, el senador petista Ricardo Monreal le recordó como en el 2007 hasta se sentía dios y el ombligo del mundo por toda la ayuda que el país entero le envió pero que malamente dilapidó en sus afanes electorales.
Después la senadora Rosalinda López Hernández, Adán Augusto de los mismos apellidos, Yeidckol Polevnsky, Cesar Burelo y hasta Juan Cáceres del PAN, todos ellos señalando con claridad ante la clase política nacional y en uno de los foros más importantes del país que Granier es un mediocre, mentiroso y responsable de la falta de obra hidráulica por lo que nos hemos vuelto a inundar.
En particular los tabasqueños hicieron saber que ellos no están por reñirse apoyos al estado, que su compromiso va más allá de una coyuntura electoral con sus representados pero que jamás se prestarán a ser comparsa de uno de los más grandes saqueadores que ha sufrido el presupuesto estatal.
El que sudaba frio era el gordito pariente del poeta muerto en Brindisi quien una noche antes se había ido al Hotel Presidente en Polanco con unos amiguitos a beber y deleitarse con una viandas del restaurante Au Pied du Cochon (a los pies del cerdo, meramente) de donde saldrían ya calibrados a mercarse unas “pieles” por aquello del frio otoñal.
¿HERRERO O ESCULTOR?
Hay puertas muy famosas: la puerta negra de los Tigres del norte; la de Brandemburgo, la del Presbiterio de Florencia e incluso la de la Vía Appia. Todas ellas espectaculares.
Las puertas, casi todas son importantes, valiosas, irremplazables, si no, ¿por donde tendría uno que pasar para acceder al sitio de nuestra predilección? Y cuando las puertas como concepto de unen al arte moderno pues aumentan su poder y su utilidad colectiva a no dudarlo.
Lástima que por efecto de las inundaciones hoy más que abrir una nueva puerta nos urge a los tabasqueños cerrar todas aquellas que al cruzarlas solo conducen al engaño, a la demagogia y a la corrupción.
Por eso creo que en esta ocasión, el portero del sistema priista, Enrique Carbajal (quien en el fondo se auto desprecia tanto que se asume con un nombre que no es el propio pero que suena más “chic”), se quedará con un palmo de narices en su intento de utilizar a esta tierra para evadir otra vez al fisco mediante magnos proyectos gubernamentales.
La serie que inició con la Puerta de Chihuahua, colosal composición de formas geométricas de metal que da la bienvenida a la ciudad que le da nombre; La Puerta de Monterrey, monumento ubicado en la entrada a Santa Catarina por la Carretera a Saltillo; y La Puerta de Torreón espiga de Trigo artificial que representa la agricultura y al amarillo de desierto Coahuilense no tendrá seguimiento aquí. Téngalo por cierto.
Esto también nos mueve a preguntarnos el porqué del patético criterio oficial que en materia cultural solo busca enriquecer a unos cuantos con la adquisición de piezas faltas de originalidad y por lo mismo de conceptos reciclados que no sirven sino para engrosar la hacienda particular del autor.
Arcos triunfales, puertas de ciudades, obeliscos, o columnas y puentes monumentales es lo que menos le hace falta a esta inundada entidad.
¿No cree usted?
