LE COMENTABA AYER QUE APROVECHANDO el “informe” de Erubiel Alonso el PRI anunció que está vivo y que ahora sí va por los votos, pero la cara de los asistentes mostraba la cruda realidad: es un partido que está agonizante. Agregamos estos datos a los ya mencionados en la columna pasada: a la gubernatura el PRI fue en coalición con el PAN, imagínese de qué tamaño es su necesidad. El priismo aportó solo 25 mil 693 votos de los 43 mil 479 que obtuvo Lorena Beaurregard, candidata de ambos partidos, pero originalmente registrada por los panistas. Qué puchero.
 
PERO NO FRACASÓ ÚNICAMENTE LORENA. Los 21 candidatos priistas a diputados locales obtuvieron en conjunto 34 mil 63 votos y los aspirantes a alcaldes 21 mil 859 sufragios, cifras con los que logró de panzazo conseguir el 3% de los votos necesarios para conservar el registro. Estuvo a nada de perderlo. En el 2018, el PRI obtuvo 138 mil 588 votos en la elección de gobernador, 123 mil 950 sufragios en los 21 distritos legislativos y 180 mil 568 votos en los 17 ayuntamientos. Como se puede advertir, de ese año a la fecha, la votación del tricolor ha venido en caída libre. Total, soñar no cuesta nada.
 
UN VIL MADRUGUETE ES LO QUE HIZO el secretario general del SPIUJAT, un tal Melchor Hernández, quien pasando por encima de los estatutos y de las leyes que rigen a los sindicatos se erigió en presidente de la asamblea sindical, la condujo y dirigió lo que era una reunión ordinaria para informar en una “consulta” para saber si los pocos que acudieron a la reunión estaban de acuerdo con que él y otros de su comité buscaran la reelección. Muchos paleros simplemente secundaron sin discusión ni cuestionamiento. Hasta dónde ha llegado la dignidad, pues. Tal como se adelantó, el lunes próximo habrá -eso sí- una asamblea extraordinaria para poner un “comité electoral” y que convoque a elecciones. Mientras desde el adancismo y el panismo está operando para asegurar primerio el sindicato y luego la rectoría, los operadores de la Cuarta Transformación brillan por su ausencia. Dirán que respetan la autonomía. No se vale quejarse.
 
MÁS CLARO NI EL AGUA, como le mencionamos en este espacio. Aquellos que se rasgaron las vestiduras contra Javier May porque “quería destruir” el Parque Tomás Garrido, nomás no se han dado cuenta que el grupo mayancista y el viejo priismo les está destruyendo lo universidad y su sindicato. Me dice un lector asiduo de esta columna: “es que los que protestan contra May y se dicen de izquierda están muy ocupados haciendo movimientos, y cosas por el estilo”. En broma y en serio me cuenta que en realidad le hacen el trabajo a Lorena Beaurregard, por eso han agarrado de costal de golpeo a Pepín y a Darwin González.
 
ALGO MÁS DE LO QUE DIJO la secretaria Anticorrupción, Raquel Buenrostro de porqué se tuvo que quitar el fondo de desastres: durante el sexenio de Fox se detectó que, en julio de 2002, se desviaron recursos del FONDEN mediante compras realizadas "por causas de fuerza mayor" y entregas a estados que no presentaron algún desastre. En 2005 la entonces coordinadora de Protección Civil, Carmen Segura, renunció; se detectaron desvíos por 181.6 millones de pesos y la entonces exfuncionaria fue inhabilitada por 10 años y multada con 1.77 millones de pesos. Le salió barato. En aquel tiempo se detectaron adquisiciones a sobreprecio de hasta 375% en medicamentos y material de curación, pagos por fármacos no entregados y compras millonarias a empresas establecidas en talleres mecánicos o estacionamientos. Desgraciados los que hacen negocio con la desgracia.
 
DESDE EL TAPANCO
 
TODO LISTO PARA EL INFORME DE JAVIER MAY y mientras llega el día sigue a marchas forzades en su gobierno de territorio. Contra quienes afirman que hay crisis, el mandatario adelantó que el 2026 comenzará a tambor batiente. Por ejemplo, desde diciembre comenzará a licitar el primer paquete de obra pública del próximo ejercicio. Explicó: “para que en enero o febrero arranquemos la construcción de infraestructura, no nos vamos a esperar, vamos a iniciar en tiempo para aprovechar la época de seca”. Tal como debe ser y no empezar las obras cuando la lluvia provoca atrasos y sobrecostos.
 
 
                             
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                             
                            